The New York Times nos advierte que los intentos de prohibir los libros en los Estados Unidos se han disparado en los últimos dos años: 2571 títulos fueron objetivo en 2022, en comparación con 223 en 2020.
Estas cifras provienen de un informe reciente de la American Library Association, que ha estado rastreando la censura en las bibliotecas durante más de 20 años. Y la mayoría de esos títulos, descubrió la organización, tratan temas o raza LGBTQ. ¿Los libros que recibieron más desafíos en 2022? Una memoria ilustrada sobre la experiencia de ser no binario. El relato de un escritor sobre crecer queer y negro. La primera novela de Toni Morrison, “The Bluest Eye”.
El aumento de las prohibiciones de libros, y su politización, ha sido un tema definitorio en los últimos años. Hasta hace relativamente poco tiempo, la mayoría de las eliminaciones de libros ocurrían cuando un padre planteaba sus preocupaciones sobre un título a un maestro o bibliotecario. Las quejas generalmente se resolvían en silencio, después de que una junta escolar o un comité evaluaran el material y determinaran si era apropiado para los estudiantes. Pero ahora, los desafíos a los libros son impulsados cada vez más por esfuerzos organizados dirigidos por funcionarios electos o grupos de activistas cuyas acciones pueden afectar a todo un distrito o estado.
Por separado, un nuevo informe de la organización de libertad de expresión PEN America detalla este aumento de los esfuerzos de censura en los Estados Unidos, explorando cómo los esfuerzos organizados o la nueva legislación contribuyeron a la eliminación de libros.
Florida, en particular, se ha convertido en un punto de acceso para leyes y políticas que han ampliado en gran medida la capacidad del estado para limitar el material de lectura al que pueden acceder los niños. Los defensores dicen que las leyes tienen como objetivo dar a los padres control sobre la educación de sus hijos, pero muchos educadores dicen que las reglas han sembrado el caos y el miedo.
Dado lo generalizadas que se han vuelto estas prohibiciones, las discusiones más amplias sobre la corrección y la censura que han dado lugar y la feroz politización que las impulsa, es poco probable que este sea un problema que desaparecerá pronto.
Me pregunto yo, que estará pasando en Puerto Rico…