Y no quiero existir más en el bullicio de la primavera, el otoño y el invierno
En el levantarse, producir y dormir que se ha convertido en rutina
En lo que muchos denominan “vida adulta”
Un estado en donde la biomecánica de mi cuerpo sabe que va hacer todos los días
Déjame volver a la calidad y la incertidumbre de un verano que solía ser mío
En donde las playas eran mi hogar en vez de cuatro paredes de cemento
En donde el calor se curaba con limbers hechos de leche y chocolate
En donde la única expectativa era el descanso y el disfrute
Devuélveme a la niñez en donde los días eran míos y de nadie más
Las sonrisas melladas daban a basto para llenar el espacio interminable de tiempo que sentía haberse
No quiero pensar en que cada día de descanso es un día gastado por que no tengo nada que mostrar por ello
Que no tener un lugar determinado en donde estar de 9-5 significa una cuenta vacía
Devuélveme al momento en que los caracoles de la arena valían más que cualquier suma de dinero
En que rostro bronceado era señal de que mis días no han sido malgastados
Déjame regresar