Las estelas en cielo que Lisi Burgos Muñiz ve, no son fantasmas… son chemtrails o estelas químicas

Econaturaleza
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Característico del populismo de derecha y sus bulos conspirativos y fantasiosos de la que hacen gala la ultraderecha estadounidense, la representante del Proyecto Dignidad, Lisie Burgos Muñiz, presentó un proyecto de ley para investigar las fumigaciones desde aviones conocidas como “chemtrails” o estelas químicas de dejan algunos aviones, por lo general, a altitudes de crucero de varios kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

La representante Burgos Muñiz alega que los “chemtrails”, supuestamente son parte de un programa de geoingeniería de carácter no público que tiene como objeto la modificación artificial del clima. Aduce en la exposición de motivos de la medida legislativa que dichas fumigaciones son nocivas a la salud de las personas.

La palabra inglesa chemtrail proviene de la abreviación de las voces inglesas Chemical y trail, las cuales se traducen literalmente al español como estela química. Algunas personas creyentes de designios conspirativos secretos afirman que las alegadas “estelas químicas” forman parte de un plan secreto que pretende modificar el clima, provocar enfermedades, controlar la natalidad o directamente acabar con la humanidad, dependiendo de plan conspirativo que se esboza.

Empero, los denominados “chemtrails” de las personas fantasiosas sobre ideas conspirtativas a lo que se refieren son las estelas o “contrail” de nubes de condensación lineales producidas por el escape del motor de un avión o por cambios en la presión del aire, por lo general a altitudes de crucero que son formadas por partículas de hielo y visibles detrás de los motores de los aviones a reacción. Se forman generalmente a altitudes de crucero en la atmósfera superior.

Dependiendo de la temperatura y la cantidad de humedad en el aire estas estelas se evaporan rápidamente -si la humedad es baja- o persisten y crecen, en caso contrario, si la humedad ambiente es más acusada. De hecho, el escape del motor a reacción de los aviones proporciona solo una pequeña porción del agua que forma hielo en el caso de las estelas persistentes, que están compuestas principalmente por el agua presente de forma natural en la atmósfera a lo largo de la trayectoria de vuelo del avión.

 

En una encuesta internacional realizada en 2011, casi el 17% de las personas preguntadas afirmaron creer en la existencia de un Programa Atmosférico Secreto a Gran Escala (SLAP, por sus siglas en inglés), a la cual se le conoce comúnmente geoingeniería encubierta, y que ha dado lugar a la creencia y a la pretensión de mostrar la evidencia científica de una fumigación química generalizada vinculada a impactos negativos en la salud humana o el medio ambiente.

Debido a que el bulo siguió creciendo en Internet, en 2016, dos investigadores, Christine Shearer y Steven J. Davis, de la Universidad de California, se lanzaron a realizar un sondeo entre científicos sobre la veracidad de los argumentos esgrimidos por los creyentes de las ideas conspiradoras sobre este tipo de estelas.

El artículo resultante, titulado “Quantifying expert consensus against the existence of a secret, large-scale atmospheric spraying program” se publicó en la revista especializada Enviromental Reseach Letters, y concluyó que 76 de los 77 expertos encuestados (98.7%), entre los que se hallaban químicos, físicos o meteorólogos, no habían encontrado evidencia alguna que respaldaran las afirmaciones de la conspiración. De hecho, los datos citados como pruebas por estos, podían explicarse perfectamente a través de fenómenos químicos o físicos bien conocidos y asociados con las estelas de los aviones.

En concordancia con lo explicado por los expertos, los motores de los aviones emiten vapor de agua, dióxido de carbono y pequeñas cantidades de óxidos de nitrógeno (NOx). También hidrocarburos, monóxido de carbono, gases de azufre y partículas de hollín y metal formadas por la combustión a alta temperatura del combustible de avión durante el vuelo. Pero en realidad, de entre todos estos gases emitidos, tan solo se necesita vapor de agua para la formación de una estela de condensación. Los gases de azufre también son de potencial interés, ya que conducen a la formación de pequeñas partículas. Todas las demás emisiones de los motores, se consideran no esenciales para la formación de estelas.

Se ha explicado, además, que para que se forme una estela, deben darse las condiciones adecuadas inmediatamente detrás de un motor a reacción. Se formará una estela de vapor si, a medida que los gases de escape se enfrían y mezclan con el aire circundante, la humedad aumenta o la temperatura disminuyen lo suficiente para que se produzca condensación de agua líquida. El nivel de humedad alcanzado depende de la cantidad de agua y la temperatura tanto en el aire circundante como inmediatamente detrás del escape.

 

Igualmente, los expertos dicen que hay que tomar en consideración que la temperatura y la humedad atmosférica en cualquier ubicación dada sufren variaciones naturales diarias y estacionales. Por lo tanto, no siempre son adecuadas para la formación de estelas. Si se produce suficiente humedad en la columna de escape, el agua se condensa en las partículas para formar gotas de líquido. A medida que el aire de salida se enfría debido a la mezcla con el aire frío local, las gotas recién formadas se congelan rápidamente y forman partículas de hielo que forman una estela.

Con tantos problemas verdaderos que tiene el pueblo de Puerto Rico, ¿no sería más provechoso que la representante Burgos Muñiz y el Proyecto Dignidad inviertan el tiempo en la Legislatura para otros asuntos verdaderamente relevantes y trascendentes? Es esto lo que piensan muchos, entre quienes hay electores de su propio partido político.