Oppenheimer o la cultura de la persecución en los Estados Unidos aún contra sus propios colaboradores

Cine caribe
La fui a ver, pues sigo de lleno a ese director de cine, el cual me parece de lo más culto en teoría social o teoría crítica haciendo cine.  Tiene un registro cinematográfico de primera.  Un genio.  Por lo que ver sus películas siempre es un lujo. En esta ocasión revalidé mi pensamiento sobre su trabajo, simplemente es excelente, pese a las complejidades de la película y su ya recalcada sobre extensión.  Los genios no son perfetos. Así es la cosa.

Oppenheimer (Dir. Christopher Nolan, EE.UU., 2023), narra la historia de J. Robert Oppenheimer (actor Cillian Murphy), físico teórico que desarrolló a partir de la teoría de Albert Einstein, su propia versión sobre los átomos, lo cual le permitió en el laboratorio de los Álamos, desarrollar una bomba atómica.  Esto bajo el proyecto Manhattan de la carrera, nunca terminada, de la dominación militar del planeta.

La película se mueve entre las narrativas de la academia, las del pentágono y las de la vida personal de Oppenheimer, quien a través de todo el filme se encuentra expuesto a un proceso administrativo para expulsarlo de la escuela de ciencia y tecnología nuclear americana.  Mientras su supervisor inmediato, Lewis Strauss (actor Robert Downey, Jr.), un hombre mediocre intelectualmente hablando,  pero con grandes amigos, el cual le hace a Oppenheimer la vida imposible, pese a que es su jefe inmediato en la Universidad de Princeton.
La película se de en el contexto del fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando los EE.UU. entre 1942 y 1945, está ejerciendo toda su ciencia y poder para desarrollar un tipo de armamento que nos brindara la paz.  En este mundo, Oppenheimer/Murphy, no sin contradicciones pues el poder seduce, participa con grandes reservas. Al ver 100 mil personas muertas en Japón, ¿se alcanzó la paz?

La película se desarrolla en un tratamiento técnico y argumentativo muy sofisticado. Pese a que el guión, escrito por el propio Nolan, a veces resulta muy pesado, aunque no deja de ser interesante para conocer las distintas facetas del genio de Oppenheimer.  Este era un genio divino que podía transitar entre el amor más tierno para su esposa Kitty Oppenheimer (Emily Blunt) y/o reciprocar humanidad para su amante de toda la vida, Jean Tatlock (actuación Florence Plugh).

Lo que si logra exponer con suma claridad es la vinculación de los liberales y sectores de izquierda al Partido Comunista de los EE.UU., y la represión vivida. Ojo, que esto fue antes de la era del senado McCarthy.  No obstante, fue una era terrible, de la cual fue víctima el propio Oppenheimer.

Hay que verla para entender como fue la persecución de la izquierda en los EE.UU.  Simplemente algo horrible.  Pero también para ver la técnica empleada por Christopher Nolan en este filme, el cual es candidata ya  todos los premios habidos y por haber. Tiene un elenco de primera, con actores y actrices que han casi todo ya ganados los máximos galardones de su carrera, y si no, estarán por ganarlos a partir de esta película.

Para el genio de Christopher Nolan, gracias por esta película, que sin lugar a dudas, es un soberano lujo.