Fransisco Oller, el pintor y los negros

Historia

El pasado 12 al 14 de octubre, el Instituto de Cultura de Puerto Rico llevó a cabo una actividad cultural, por segundo año consecutivo, en homenaje a el primer artista del pincel puertorriqueño, el mulato José Campeche. Este año la jornada mantuvo su nombre original del evento del año anterior, la Campechada, pero se le dedicó a un segundo artista, pintor o artista plástico, del Siglo 19: Francisco Oller.

En canto a Campeche, de donde la jornada toma su sombre se debe conocer que este artista vivió durante el Siglo 19, fue bastante conservador y le dedicó su arte, sobre todo a la iglesia católica y a la oficialidad. No obstante era un gran dibujante, preciso y detallado, lo cual nos permitió en al arte tener una obra que recoge lo preciso de dichos época y origines de lo que ha venido a ser visto como la plástica puertorriqueña.

Uno de los discípulos, amigo y colaborador de José Campeche lo fue el artista Francisco Oller, a quien se le dedica este año la Campechada.  Oller fue una persona interesante, más bohemio, libre pensador y sobre todo irreverente con el sistema (político y social).  Aunque también fue un maestro del dibujo y la precisión, fue mucho más libre que Campeche.

La compañía de teatro Agua Sol y Sereno, durante la jornada de la Campechada, le rindió homenaje a Oller por vía de la obra  ¨Ojos de Oller¨.  Se trató de una obra importante, de igual calidad al trabajo que históricamente nos ha tenido acostumbrado esta compañía de teatro.  La compañía fue fundada en el 1993 por Pedro Adorno, Kathy Vigo, Israel Lugo y Julio Ramos.  Luego de 20 años, han sido creadores de proyectos y obras emblemáticas como ¨una de cal y una de arena¨, obra estrella de este grupo, que al día de hoy, ha tenido sobre mil presentaciones.  También son precursores del arte/performance, y donde introdujeron el concepto de las mascaras agrandadas o cabezudos, hechas en papel maché.

Pedro Adorno es el director de la compañía y de la obra ¨Ojos de Oller¨ que se presentó recientemente.  Un visionario del teatro de vanguardia post-cultural del Siglo 21, en un guion colectivamente escrito, logró plasmar con gran capacidad la vida cultural y social por la cual atravesaba Francisco Oller en pleno Siglo 19.  Es importante destacar que Oller se influenció con gente interesante, importante y sobre todo insubordinada en su momento.  A su haber en Puerto Rico se relacionó con  el insurgente y padre de la patria, Ramón Emeterio Betances.     La obra recoge entonces las ideas que transcurrieron por la mente de Oller para pintar su obra más laureada y posiblemente la principal obra de arte que representa a Puerto Rico.  Se trata de El velorio.  En esta medida, la obra de teatro recogió el momento histórico de haber pintado la obra, y la travesía que hiciera Oller para llevar dicho cuadro y mostrarlo a sus amigos y maestros del arte en Francia, entre otros Paul Cezane.

Se trata de una obra de teatro monumental que le rinde homenaje al artista, Oller, y a su obra, El velorio.  En Particular, porque la obra de arte es completamente de avanzada cuando en pleno Siglo 19 planteaba dos asuntos de vital importancia en el pensamiento filosófico de dicho momento: la relativización de las creencias religiosas, como fuente  del pensamiento racional; y, el rompimiento del pensamiento de la desigualdad racial, ante la abolición de la esclavitud en Puerto Rico (año 1873).  Oller y Agua sol y sereno, lograron capturar a plenitud este momento histórico.

La obra ¨Ojos de Oller¨ es un trabajo cultural que hay que conocer.  Agua Sol y Sereno, como a su vez Pedro Adorno en la dirección, se imponen como el cuerpo cultural más coherente en Puerto Rico en manifestar arte crítico en la actualidad.