La economía de las campañas políticas

Economia Solidaria

Es increíble, pero llega el final de una campaña y hay miles, y tal vez cientos de miles de personas, que se nutren de este procesos. Son los que trabajan para la industria de las elecciones.

Para lograr que su candidato salga, estas personas tienen que hacer cosas extrañas, entre otras, trabajar como contratistas independientes para conseguir algún tipo de dinero, que en muchas ocasiones es no declarado, y que permite que se movilicen diversos grupos de personas. En particular pienso en los choferes de las famosas caravanas políticas; por otro lado pienso en los que viven de poner en marcha las publicidades callejeras, desde pintar murales hasta poner pasquines en los puentes; pero más que nada pienso en los sectores más especializados que incluyen a los modistas, los peluqueros, en fin todos aquellos y aquellas que trabajan la imagen del candidato.

 

En las pasadas elecciones en Puerto Rico, le pusimos atención a un candidato a gobernador, quien gastaba a razón de $5000.00 USD por traje formal que se lucía. Eso parece una barbaridad, sobre todo que representa el salario mínimo anual de muchos pobladores en la República Dominicana. Es una falta de respeto pensar que se trata de gastos necesarios, como los políticos lo justifican, para lograr ser electos.

En un país donde escasea el trabajo; donde los estudiantes egresados de las universidades, con edad promedio de 22 a 24 años, no tienen trabajo; en este país los procesos electorales son una bendición caída del cielo. Se trata de la oportunidad de ganar dinero, mientras nosotros debatimos mentalmente por quien votar en las elecciones.

La respuesta interesante sería, tal vez siguiendo un modelo cubano, concentrarnos únicamente en los méritos de los candidatos. Es decir, tener acceso por las redes sociales a entender como siente y padece ese candidato en cuanto a los problemas sociales que debe resolver. Mientras se trata de campañas publicitarias, las elecciones son, realmente hablando, un negocio sólo para el que tiene dinero con que pagarlas.