Blanqueador en tu ropa no en tus manos, ni en tus dientes

Cultura

(San Juan, 1:00 p.m.)( Mi madre y yo nos enfermamos por usar la pasta con blanqueador y este síntoma no aparece en ninguna parte. Se trata de un dolor casi paralizante de cuello, hombros, brazos y dolor de espalda que hacía, de la mañana, un desastre. Tanto que ni los terapistas físicos podían aliviar. Tanto que un fisiatra joven me dijo que considerara ir a un reumatólogo para que me diagnosticara no sé qué cosa.  Entonces, comencé a comentar mi hallazgo y salió la verdad a flote en conversación con una químico.

Me consta que fue la pasta porque hice el experimento de cambiarla por pasta sin blanqueadores y amanecíamos sin dolor. Además, hice un viaje recientemente y la maleta no llegó conmigo, así que usé la pasta de dientes que tuve que comprar en Delhi y lo que yo le atribuía a las camas duras de la India –el despertar sin dolor-, resultó ser su pasta de dientes sin los químicos de este lado del mundo.

Les exhorto a buscar en las redes virtuales para que vean que en muchos portales dicen que no han estudiado todos los efectos secundarios de las hollywoodenses pastas dentales. Por mi parte, ahí se quedan en el estante de las farmacias y supermercados. Ningún envejeciente debería usarlas y mucho menos niños.