El asalto al Capitolio estadounidense: tercer aniversario

Historia
Se cumplen tres años desde que ocurrió el asalto al Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021. Ese día, un mitin convocado por el presidente Donald Trump motivó a miles de sus seguidores a presentarse en la Explanada Nacional (National Mall) para apoyar al mandatario, quien fue derrotado, el 4 de noviembre de 2020, en sus aspiraciones a la reelección y que consideró esta derrota como parte de un fraude electoral realizado por sus oponentes.
El presidente Trump desde el inicio de la campaña electoral estadounidense en 2016 había estado argumentando sobre la alta posibilidad de ser derrotado gracias a un fraude electoral. Con esto, alentaba a sus seguidores a no bajar la guardia, a la vez que creaba el camino para explicar un posible revés. Su derrota ante Ted Cruz, en el estado de Iowa, en las primarias del Partido Republicano, fue considerado por Trump como parte del esquema dirigido a que él no fuera el candidato presidencial de ese partido. Luego, al ganar las elecciones de 2016, mediante el voto del Colegio Electoral, ya que perdió el voto popular, Trump alegó que su adversaria, Hillary Clinton, había recibido más de 4 millones de votos ilegales, mayoritariamente inmigrantes sin derechos.
Curiosamente, en las elecciones de 2012, Trump había indicado que el sistema del Colegio Electoral era un desastre para la democracia, aunque este le favoreció en el 2016. El sistema de Colegio Electoral es un sistema indirecto de seleccionar al presidente estadounidense que fue diseñado para dejar la elección del primer mandatario en manos de un reducido número de electores, quienes serían seleccionados por las personas que por ley estaban hábiles para votar en cada estado.
Este sistema fue establecido en el segundo artículo de la Constitución de los Estados Unidos; y aunque se ha reglamentado en varias ocasiones para actualizarlo a las circunstancias específicas del tiempo, en esencia limita el voto a los estados y evita el que los ciudadanos tengan la potestad de elegir al principal funcionario del país de forma directa. De hecho, este sistema tiene cinco resultados adversos a lo que debería ser la democracia de la que tanto se aletea. En las elecciones de 1824, 1876, 1888, 2000 y 2016, la persona elegida por el Colegio Electoral no obtuvo el voto mayoritario de los ciudadanos. Situación que lleva a muchos a pensar que el sistema debe ser cambiado, si es que se quiere seguir una vía de mayor grado democrático. De este tema podríamos hablar en otro artículo. 
 
Regresando al 6 de enero de 2021, en el mitin Trump y varios de sus acólitos se dirigieron a público, y aunque fue negado por ellos posteriormente, provocaron que esto se movilizaran hacia el Capitolio con la intención de detener el proceso donde se certificaba al candidato presidencial electo. Sobre dos mil individuos asaltaron el Capitolio desde aproximadamente la 1:00 p.m., y tuvieron que ser desalojados por las autoridades policiacas de la institución, el Distrito de Columbia y efectivos provenientes de otros estados. A eso de las 5:40 p.m. las facilidades fueron aseguradas. En un plazo de 36 horas, y como hechos directos al incidente, cinco personas murieron, 174 oficiales de seguridad fueron heridos, al igual que cientos de manifestantes. En los siguientes meses, al menos cuatro oficiales se suicidaron por supuestas situaciones relacionadas al 6 de enero. Las perdidas monetarias del asalto se estimaron en 2.7 millones de dólares. Desde el evento se han sometido cargos judiciales a más de 1,200 personas, incluyendo a Donald Trump, quien en la actualidad es uno de los candidatos presidenciales del Partido Republicano.
En un artículo anterior, “Los Estados Unidos y su conflicto interno”, publicado en El Post Antillano el 15 de enero de 2021, y en Akelarre: historia y ficción el 3 de enero de 2022, argumenté sobre cómo este país tiene las condiciones idóneas para una eventual segunda guerra civil. Los conflictos raciales y sociales, en ciertos momentos, se exasperan de tal modo que se dan manifestaciones violentas que hacen pensar que en cualquier momento el polvorín estalla. No obstante, se ha podido manejar una diversidad de situaciones cuyo desenlace hubiera sido un conflicto mayor. Actualmente, las discrepancias raciales y sociales continúan; las luchas entre conservadores y liberares se atenúan; el fundamentalismo cristiano y el racismo se niegan a ceder su espacio; y no hablar de los diversos conflictos globales que llevan al imperio a invertir grandes sumas de dinero en situaciones que no necesariamente les podrían favorecer.
 
 
Foto utilizada
Imagen: Gases lacrimógenos a las afueras del Capitolio. Foto de Tyler Merbler, tomada el 6 de enero de 2021, en Flickr con licencia CC2.0.