La conceptualización del término raza: del Corbacho a Ebenecer López Ruyol (primera parte)

Cultura

(San Juan, 12:00 p.m.) Un embeleco llamado raza de Ebenecer López Ruyol (2023) es una obra que nos lleva a reflexionar sobre las desigualdades creadas a partir de un concepto construido con la finalidad de categorizar al ser humano y justificar las relaciones de poder desarrolladas en un momento dado. A su vez, esa justificación promovió la marginación de grupos poblacionales debido a la pigmentación de su piel u otros rasgos fenotípicos. Esta acción discriminatoria es conocida como racismo y representa uno de los males más difundidos en nuestra sociedad, aunque muchos niegan o minimizan su magnitud. El principio de este mal, en palabras de López Ruyol “producto cultural negativo”, es el término raza.

En la actualidad, la palabra raza es utilizada dentro de la ciencia natural de los seres vivos o biología. En ese sentido, raza es cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies. Un buen ejemplo es el de los canis familiaris (perros – compañeros del ser humano hace treinta mil años), el cual puede subdividirse, hoy día, en sobre 450 razas reconocidas globalmente.

No obstante, la definición del término raza se ramifica, la Real Academia de la Lengua Española la presenta en tres derivaciones, siendo la segunda la antes expuesta. En la primera, raza se presenta como casta o linaje, y puede usarse como sinónimo de varios conceptos como etnia, grupo y abolengo, entre otras. Esta fue su enunciación originaria. En la tercera ramificación se indica que se refiere a la calidad de alguna cosa, según su definición. 

En cuanto a su etimología en castellano, raza, según Ricardo Soca (2022), tiene un origen dudoso; aunque existe la posibilidad de que provenga de la voz árabe râs, cuyo significado es origen o principio. La primera evidencia de su uso en el castellano escrito es del año 1438, cuando se publicó la obra Corbacho de Alfonso Martínez de Toledo. La palabra corbacho se refiere al vergajo con que el cómitre (persona con autoridad) castigaba a los forzados. En el capítulo XVIII de la versión que se encuentra en la página web de la Biblioteca Virtual de Cervantes dice:

“Verás cómo el hijo del labrador todavía se agradará de cosas de aldea, como arar, cavar y traer leña con bestias, y el hijo del caballero no se cura salvo de andar corriendo a caballo y traer armas y dar cuchilladas y andar arreado. Esto procura naturaleza. Así lo verás de cada día en los lugares do vivieres: que el bueno y de buena raza todavía retrae do viene, y el desaventurado de vil raza y linaje, por grande que sea y mucho que tenga, nunca retraerá sino a la vileza donde desciende; y aunque se cubra de paño de oro ni se arree como emperador, no le está lo que trae sino como cosa emprestada o como asno en justa o torneo”.

Debemos señalar, tanto sobre esta obra como en la literatura de los siguientes siglos —XVI a XVII—, que raza fue visto como sinónimo de linaje, en algunas ocasiones, o defecto, en otras. El historiador colombiano Max S. Hering Torres hace un análisis del término como parte de su estudio sobre los procesos de limpieza de sangre en los reinos españoles y explica cómo la palabra se transforma en uno dirigido a diferenciar grupos humanos, en este caso específico, excluir a los judíos por ser considerada una raza inferior. Recordemos que los estatutos de limpieza de sangre fueron mecanismos de control social de carácter discriminatorios en contra de los judeoconversos en la Península Ibérica. Estos surgen de manera oficial en el reino de Castilla en 1449 como parte de las actividades de los descendientes de judíos cristianizados. Es importante señalar que, aunque esto puede verse como un preámbulo de la construcción del vocablo raza —y racismo—, que se verá en la edad moderna —siglo XVIII en adelante—, la realidad es que en el periodo de los siglos XV-XVII, el concepto “racial” partía de una base teológica-aristotélica y no de una conceptualización de aparente estado científico o biológico. El discrimen en este caso surgía de una diferencia religiosas.

Otro aspecto que Hering Torres pide considerar es que la percepción del concepto raza en la península, durante el periodo premoderno no era igual que el desarrollado en las Indias, siendo una de las razones el mestizaje que se dio desde muy temprano en el proceso de colonización. Con el mestizaje, los grupos de poder tendieron a blanquear los estereotipos que se debían tener para mantener el poder colonial. Notemos que desde muy temprano en el proceso de conquista y colonización de la actual América, las élites europeas, en su mayoría, vieron el mestizaje como una aberración.

Fin de la primera parte. Para las referencias bibliográficas invitamos a leer el artículo en la obra.