Condenamos firmemente el violento ataque perpetrado contra la embajada de México en Ecuador y la agresión a funcionarios de esa embajada, por parte de las fuerzas represivas ecuatorianas y por órdenes del presidente ecuatoriano Daniel Novoa.
Esa acción arbitraria viola los más elementales principios de respeto entre Estados, según estáestablecido por el Derecho Internacional vigente. Ha sido un acto de delincuencia flagrante e inadmisible.
Expresamos nuestra preocupación por la seguridad y la vida del expresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en la embajada mexicana desde diciembre pasado, y quien fuera secuestrado por las fuerzas represivas ecuatorianas tras irrumpir violentamente en la embajada de México.
Jorge Novoa se ha convertido en un delincuente internacional, al igual que el Estado Sionista de Israel, que hace pocos días atacó y destruyó la embajada de Irán en Siria, asesinando a numerosas personas.
Vemos cómo de manera acelerada el derecho internacional, que se supone sea una garantía para la convivencia de la humanidad entera, va siendo burlado con inaudita impunidad, lo mismo en el Consejo de Seguridad de la ONU, que en el Tribunal Internacional de Justicia, que en agresiones como de la que ha sido víctima la embajada de México en Ecuador.
Debemos rechazar unánimemente y con toda nuestras energías la pretendida licencia que se arrogan algunos gobiernos, como el Ecuador y otros, para imponer su voluntad violenta y descaradamente.
Lo otro es la barbarie.