Discrepancia y enérgica protesta [con la Cumbre Internacional Afrodescendiente de San Juan, Puerto Rico]

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En los últimos días, hemos seguido con enorme interés y beneplácito el programa de actividades de la Cumbre Internacional Afrodescendiente de San Juan, Puerto Rico, este año dedicado a Haití. La cita permitió el encuentro de prestigiosos activistas, académicos, intelectuales afrodescendientes, muchos de ellos hermanas y hermanos muy queridxs, colaboradores y acompañantes del Movimiento Afrocubano en su lucha contra el racismo y la discriminación racial.

Desde los orígenes fundacionales de la nación cubana, el lugar de los africanos y sus descendientes ha sido pensado desde deliberados actos de tachaduras, sucesivos ninguneos y prácticas de blanqueamiento. La percepción como sujetxs incapaces de agenciar su propio destino histórico, sentó las bases de una narrativa colonialista sobre la supuesta mansedumbre y resignación como comportamientos “naturales” de las y los afrodescendientes. En ella el hombre blanco se erige como su salvador, negras y negros aparecemos como sujetos incapaces de agencia. “Olvidar lo que hicieron los blancos cubanos por los hombres de color, ¿no es una ingratitud manifiesta?”, le increpa Manuel Sanguily a Juan Gualberto Gómez en su polémica en torno a Plácido. El imaginario popular cubano también atesora innumerables chistes racistas al respecto como aquel, a propósito de la conmemoración del 10 de octubre, en que personas blancas suelen interpelar a los negros diciéndoles que están de fiesta porque ese día Carlos Manuel de Céspedes les dio la libertad a los esclavos.

La historia de las personas negras en Cuba, a lo largo de siglos, nos ha legado provechosas lecciones de discursos, prácticas intelectuales y políticas que, disfrazados de una “voluntad racialmente integradora”, están destinadas a fracturar y desestabilizar la unidad del Movimiento Afrocubano, además de fomentar injustificadas suspicacias raciales. No por azar, los mismos aparecen en contextos históricos y políticamente claves de nuestras luchas.

En consecuencia, los abajo firmantes, al tiempo que celebramos la realización de esta Cumbre como un espacio necesario, capaz de articular la heterogeneidad de posicionamientos y fuerzas políticas, de visibilizar la constelación de saberes individuales y colectivos que en la actualidad atraviesan el campo político de nuestra Afroamérica, expresamos:

1.- Nuestra discrepancia y más enérgica protesta ante lo ocurrido en el panel “Las islas que se vacían. El caso de Cuba”, integrado por personas carentes de autoridad y legitimidad para hablar en nombre del Movimiento Afrocubano y sus luchas.

2.- Nuestro apoyo al texto de Alexander Hall Lujardo: “Los artilugios de la metafísica en el discurso antirracista blanco” y suscribimos muchas de sus intranquilidades, cuestionamientos e inconformidades en torno al referido panel. Igualmente, consideramos impropia la expresión: “el compañero negro”, con que el post de la hermana Mayra Santos-Febres se refiere a Pedro Pérez Sarduy, uno de nuestros más viejos luchadores, cuya labor se remonta a la década del sesenta en Ediciones El Puente y posteriormente en lo que se denominó el Black Power Cubano. De la misma manera, condenamos cualquier manifestación de colorismo y nos pronunciamos por un debate enunciado desde un lenguaje respetuoso, propositivo, que construya puentes entre hermanxs que comparten una historia común de racismo y colonialidad.

3.- Rechazamos cualquier acto de manipulación política que intente traficar con nuestros dolores, la aplastante pobreza y la marginación en que se encuentran sumidas las comunidades con que trabajamos, en condiciones difíciles, sin recursos, en medio de incomprensiones gubernamentales y de todo tipo. Asimismo, objetamos a quienes posando de “solidarios antirracistas”, intenten imponernos una agenda o trazar los derroteros de nuestras luchas contra el racismo.

Firmantes:

Tomás Fernández Robaina: Investigador, escritor y activista antirracista.

Daisy Rubiera Castillo: Investigadora, escritora y activista afrofeminista.

Zuleica Romay Guerra: Investigadora social y escritora. Premio Extraordinario Casa de las Américas, 2013, de estudios sobre la presencia negra en la América y el Caribe.

Alberto Abreu Arcia: Premio Casa de las Américas, 2007. Coordinador del proyecto comunitario Wenilere Cardenense.

Maikel Colón Pichardo: Historiador e investigador sobre masculinidades negras.

Deyni Terry Abreu: Abogada. Fundadora del proyecto Alianza Unidad Racial.

Mel Herrera Morales: Activista trans-afrofeminista, feminista decolonial y directora de la revista Subalternas.

Odaymar Cuesta: Raperx trans-afrofeminista y activista antirracista.

Yarlenis Mestre Malfrán: Feminista negra. Doctora en Estudios Interdisciplinares en Ciencias Humanas por la Universidad Federal de Santa Catarina, Florianópolis, Brasil.

Alina Herrera Fuentes: Abogada, poeta y militante afrofeminista.