Nuevos acercamientos a la obra de Carmen Laforet en su centenario

Cultura

[Nota de la autora:  reseña al libro Mark P. Del Mastro & Caragh Wells, eds. Carmen Laforet: Después de Nada, mucho. Nuevas perspectivas al conmemorar el centenario de su nacimiento (1921-2021). Albatros Ediciones, 2022.]


                                                                                                                                                                                                                                         (San Juan, 9:00 a.m.) Conmemorar el centenario de un acontecimiento o personalidad no es simplemente una práctica extractiva ni evocativa, sino en el mejor de los casos, una oportunidad para rescatar del olvido y examinar, rastrear y rebuscar huellas, permanencias o signar caducidad.  Sobre todo, puede verse como un intento para reintroducir en las nuevas generaciones lecciones, modelos, eventos, acontecimientos, sucesos y personalidades que en un momento plasmaron, denigraron o contribuyeron al quehacer humano e histórico.

De ahí la importancia de la reciente publicación, Carmen Laforet:  Después de Nada, mucho.  Nuevas perspectivas al conmemorar el centenario de su nacimiento (1921-2021), un texto necesario, significativo y contestario a ese largo olvido y silenciamiento al que se sumergió la obra de Laforet (1921-2004) después de que en 1958 Goytisolo hiciera tan popular el aserto de que después de Nada, nada.  Dos destacados estudiosos de Laforet, el Dr. Mark del Mastro, del College of Charleston, y Dra. Caragh Wells, de la Universidad de Bristol, son los responsables de cuidadosamente armar esta edición, publicada por Albatros y Diálogos peninsulares. Los diecisiete estudios reunidos aquí, bajo nuevas y refrescantes perspectivas, revisitan, y aportan novedosas lecturas del amplio, diverso y relevante corpus de la narradora. 

 Nada, la novela de toques autobiográficos y existenciales de una joven Laforet, cuya casa de la protagonista, Andrea, en Aribau, Barcelona, se convertiría en metáfora de una España decadente y opresiva, conquistó el prestigioso Premio Nadal en 1945, y continúa todavía siendo su texto más conocido.  La novela, elevada a una lectura representativa de la post guerra, y de la lucha de una joven por educarse y buscar su libertad, se asienta asimismo como escollo para conocer la amplitud y riqueza de la otra producción literaria de la autora.  Este libro conmemorativo ofrece una ventana a los mundos de Laforet más allá de Nada, sin dejar de exponer nuevos enfoques de esta novela.   Por ejemplo, Mark del Mastro se centra en el examen de las descripciones de Andrea sobre las manos de su tío Román, reveladoras de su fetichismo y como una de las estrategias para conectar y comunicarse con los otros y escapar de su aislamiento. Renee Congdon, a través de un estudio sensorial, explora los olores y sonidos de la posguerra y Verónica Del Valle Cacela analiza las expresiones de las sensaciones en la traducción italiana de Nada.  Otra estudiosa, Patrizia Patri se detiene en la influencia de Dante en Laforet.  

Los demás estudiosos resaltan otros aspectos de la prolífica obra de Laforet, que como, señala Caragh Wells, entre 1940-1967 además de procrear cinco hijos, publicó cuatro novelas (Nada, La isla y los demonios, La mujer nueva, La insolación), libros de viajes (Gran Canaria y Paralelo 35, reeditado como Mi primer viaje a USA), cuentos y numerosos artículos publicados en periódicos y revistas. Su profusa correspondencia, con Elena Fortún (De corazón y alma [1947-52]) y Ramon J. Sender (Puedo contar contigo [1965-1975]) también se han publicado. Póstumamente se publicó su quinta novela, Al volver la esquina en 2004. La consigna de este volumen, demostrar que después de Nada, si hay mucho, queda palpable en los profundos análisis que desfilan en este volumen, a saber,  sobre el humor e ironía en su obra (Agustín Cerezales, hijo), su trayectoria como articulista de periódicos y revistas que amplían su repertorio temático como escritora pero sobre todo como lectora y expositora de su pensamiento feminista, como se ve en Puntos de vista de una mujer, que compila sus columnas aparecidas en el semanario barcelonés Destino. Hermoso y sugestivo es el análisis del vagabundear, caminar, flanear en su obra (Blanca Ripoll Sintes); el amor conyugal, imposible y humanitario (Luis Quintana Tejera); el deseo y la sinceridad en los cuentos (Ellen Mayock) y la configuración de los personajes secundarios (Luca Cerullo).  Dos ensayos sobre La mujer nueva destacan, el primero, la presencia e influencia de Santa Teresa y San Juan de la Cruz (Samuel O’Donoghue), y el segundo, su postura feminista como respuesta a las novelas de Gabriel Miró, Nuestro Padre San Daniel y El Obispo leproso (Roberta Johnson). Rosa Navarro Durán rescata La insolación (1963), considerada por algunos como su mejor novela y tanto María Luisa Sotelo Vázquez como Irene Mizhahi se centran en Al Volver la esquina como una reconstrucción del pasado a la manera proustiana y sobre la discriminación contra una mujer negroafricana.  Cierran la publicación, dos ensayos claves, su visión de los Estados Unidos en su libro de viaje, Paralelo 35 (María Ximena Venturini) y su relación con la escritura como herramienta de “curación total mía” (José Teruel).    

Celebramos las contribuciones recopiladas en esta cuidadosa edición, cuyos ensayos además de desempolvar y rescatar la amplia prosa de Laforet, ofrecen nuevas lecturas e invitan a acercarse a la importante producción de la escritora española.