(San Juan, 1:00 p.m.) En la madrugada de hoy un hombre de 34 años fue asesinado en la isla municipio de Culebra. Alejandro Rivera Guzmán, fue asesinado mientras celebraba su cumpleaños en Villa Muñeco. Otro hombre fue herido. Este es el primer asesinato en Culebra en sobre una década. Se rompió la calma. Para los residentes de la atractiva isla municipio, la calma se ha roto. Para los que vivimos en la isla grande, esto es un hecho que se repite diariamente. En Puerto Rico las crisis sociales se asocian con la transformación de la vida cotidiana y la conformidad que la misma nos impone. Esta tranquilidad es parte de la narrativa colonial. Todo esta bien, pese a los 154 asesinatos en lo que va de año. Mientras sea “normal”, no hay problema.
El gobernador de turno, Pedro Pierluisi, es un mago de hacer y provocar narrativas de forma campechana, donde siempre nos reduce a todo a un chisme, a un malestar insignificante, y sobre todo, que estamos bien. Falso. Un asesinato en Culebra es crítico, para una isla donde no la gente vive con relativa tranquilidad y con unos niveles de violencia muy distintos a los de la isla grande. La motivación y proyecto de país, es garantizar una calidad de vida, donde todos y todas podamos vivir de forma plena. Sin agresiones ni amenazas. Es rescatar la vida, y sobre todo el bienestar al cual todos y todas como humanos, tenemos un derecho fundamental a tener. Pensemos.
