Prohibido Olvidar – El 16 de abril de 1932

Cultura
(San Juan, 9:00 a.m.) En un país donde los hombres y mujeres ilustres quedan en la caja del olvido los historiadores toman un papel vital para valorar a nuestra gente. Estoy casada de escuchar, “ es que a los historiadores no nos dan espacio”. Esa frase era válida en el siglo pasado en este no, ya que ahora podemos crear nosotros mismo los espacio. Lo antes dicho lo demuestras personas como la amiga Melina Aguilar con su proyecto de Isla Caribe. Hay otros que tienen sus podcast y nosotros los aplaudimos. Celebramos al podcast, El Telégrafo ya que ellos documentaron el suceso del 16 de abril de 1932.  
El 16 de abril en mis tiempos escolares era un día feriado ya que se conmemoraba el día de José de Diego.  Algunos datos de José de Diego Martínez (16 de abril de 1866 – 16 de julio de 1918), fue poeta, periodista, ensayista, político y abogado puertorriqueño. Fue un defensor del idioma español y de la cultura puertorriqueña. Lo llamaban "El Caballero de la Raza" y "El León Americano".
Nos parece importante recordar lo que aconteció un 16 de abril de 1932, como ya era tradición y costumbre todos los años, los nacionalistas conmemoraban en Plaza de Armas de San Juan el natalicio de José de Diego, líder político, abogado, poeta y escritor. A De Diego le llamaban “El Caballero de la Raza”, pues siempre defendió nuestra Cultura Puertorriqueña, el uso del español en las escuelas de Puerto Rico, nuestra nacionalidad y conservación de tradiciones. Junto a un grupo de estudiantes, entre ellos Juan Antonio Corretjer, se le dedicó a su memoria algunas poesías y discursos patrióticos.
Ese mismo día, un legislador anexionista, llamado Celestino Iriarte proponía ante la Legislatura de Puerto Rico, un Proyecto de Ley para oficializar la Bandera de Puerto Rico como bandera oficial de la colonia. Esta era la segunda vez que se intentaba convertir la bandera en un trapo colonial. Los independentistas ya la reconocían y la usaban como símbolo de la patria. El Partido Nacionalista llevaba unos años usando la bandera como insignia. Importante mencionar que en ambas ocasiones, el Partido Nacionalista se manifestó en contra de los proyectos. Recordemos que esta sería la bandera que se izaría una vez se reconociera la República de Puerto Rico. Convertirla en símbolo de un territorio colonial sin soberanía no era alternativa, por el contrario era visto como una infamia.
Celestino Iriarte había elegido el día menos oportuno para discutir su proyecto en el hemiciclo, el día del natalicio del patriota independentista José de Diego. Antonio Vélez Alvarado, el creador de la bandera de Puerto Rico era parte del Consejo Supremo del Partido Nacionalista desde su fundación. Esa noche, había permanecido en el Capitolio pendiente del proceso legislativo. Los nacionalistas estaban a la expectativa si pasaban el proyecto. Según Marisa Rosado, en su libro Las Llamas de la Aurora, mientras Albizu daba su discurso llegó un nacionalista con la noticia de que a esa hora — alrededor de las once de la noche — los legisladores pretendían convertir el proyecto de la bandera en ley.
Albizu Campos de inmediato se lo comunica a sus oyentes y les pregunta: “¿Y qué vamos a hacer ahora?”… “¡Vamos a impedirlo!”, contestó la multitud.
De acuerdo con informes de la prensa, cerca de 800 personas, caminaron desde la Plaza al Capitolio. En el camino agarraron piedras, palos y prácticamente todo lo que encontraron en su camino. Iban gritando: “¡Viva la República!” La marcha iba encabezada por Pedro Albizu Campos. Se dice que algunos legisladores hasta salieron huyendo de miedo por las ventanas. En ese momento el Capitolio se encontraba en remodelación.
  Entrando por el ala sur del Capitolio, llegaron al recibidor y subieron hasta los pisos altos. Mientras tanto, la Policía Insular intentaba impedir el acceso de los manifestantes empujando al grupo. Según José Martinez Valentín en su libro Más de Cien Años de Carpeteo en Puerto Rico, aunque existía un cuerpo de inteligencia militar, aún la Policía no había organizado un cuerpo para proteger a los gobernantes o representantes. La Policía Insular contaba con un algo así como un cuerpo de delatores o “Policía Secreta” para realizar trabajos de inteligencia. Al bajar las escaleras y encontrarse de frente con los que subían, un pasamanos, que no estaba bien anclado, se rompió por la presión de toda la gente. Esto provocó que algunos manifestantes cayeran al vació. Murió aplastado un joven llamado Manuel Rafael Suárez Díaz. Aunque fue la única fatalidad esa noche, también hubo otros heridos.
Albizu Campos fue arrestado por primera vez, algo que posiblemente tuvo efectos negativos en su campaña política de 1932. Fue acusado de haber incitado el motín, pero posteriormente fue absuelto.
Nuestra bandera desde entonces se considera consagrada por la sangre de Manuel Suárez Díaz, quien es reconocido como el Primer Mártir Nacionalista Puertorriqueño. En su honor, el Batallón de Cadetes de Utuado recibió el nombre Suárez Díaz. Esta Defensa de la Bandera en abril de 1932 provocó críticas y divisiones dentro de la clase política. Con un motín sin precedentes, los nacionalistas comenzaban a enfrentar los problemas de manera directa. Con acción, más allá de las palabras. La década de 1930 tuvo grandes efectos en la política puertorriqueña.
 Será que nosotros no somos tan visionarios como la gente de la década del 30’. De nuestra parte nos sentimos indignados por escuchar mucha protesta, pero ver poca acción.
Según el historiador Mario Cancel, “las consecuencias del mismo pueden considerarse un triunfo político: el proyecto de la bandera no se aprobó y Manuel G. García Méndez y Antonio R. Barceló, ambos del Partido Liberal, celebraron el acto como uno heroico.”
Todos hablaban de la defensa de nuestra bandera pero me pregunto si conocen este hecho.