La batalla de Puebla y la derrota del imperialismo francés

Batalla de Puebla; pintura al óleo y lienzo de 1870, de autor desconocido. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de las Intervenciones en ciudad de México

Historia

El 5 de mayo de 1862, ya pasada las once de la mañana, las defensas mexicanas en Puebla, viendo el avance de las columnas francesas hacia su posición, emprenden el fuego de artillería sobre sus enemigos. Los franceses, confiados en una fácil victoria y desacatando las recomendaciones de los mexicanos conservadores —sus aliados— de que se atacara directamente la ciudad y no a las fortalezas, se lanzaron hacia los dos fuertes que defendían una de las entradas de esta: Loreto y Guadalupe. Los dos fortines contaban con buena parte de las piezas de artillería con las que disponía el general Ignacio Zaragoza, líder de los mexicanos. Los franceses intentaron al menos tres ataques frontales, todos rechazados, y dieron espacio para que la caballería mexicana, en parte dirigida por Porfirio Díaz, y las milicias locales, llenadas con una gran cantidad de indígenas, quienes combatían con machetes y lanzas, hicieron que las tropas francesas retrocedieran. Al final del día, el Imperio francés había sido derrotado por los mexicanos. Sus bajas —muertos, heridos y prisioneros—sobrepasaron los 500 efectivos; los mexicanos solo 200.

Para los mexicanos fue su primera gran victoria como país independiente. Esta ocurrió en contra de una de las principales potencias del planeta en ese momento. La expedición francesa contaba con sobre seis mil soldados y era apoyada por los militares conservadores mexicanos, que buscaban reestablecer su régimen. Los liberales en Puebla tenían unos cinco mil efectivos y el apoyo de la población local.

Esta victoria repercutió a tal grado que hoy se conmemora y celebra en muchos lugares, especialmente en los Estados Unidos y sus territorios. De hecho, es sorprendente porque en México se celebra con menos ahínco que en su vecino del norte. La efervescencia de esta celebración llevó a muchos estadounidenses y puertorriqueños incluidos— a pensar que los mexicanos celebran su independencia el 5 de mayo. En realidad, esta se conmemora el 16 de septiembre, fecha en que el padre Miguel Hidalgo, en 1810, llamó a las armas a los feligreses de la parroquia de Dolores, en México, para enfrentarse al mal gobierno del Virreinato de Nueva España; acción que es considerada como el inicio de la guerra por la independencia. La misma se consolidó el 27 de septiembre de 1821, cuando las fuerzas independentistas ocuparon la ciudad de México.

Regresando a la batalla de Puebla, aunque esta fue un triunfo impresionante, solo fue uno de los primerosenfrentamientos en el conflicto. Los franceses se replegaron y esperaron refuerzos, unos treinta milsoldados enviados por el emperador francés, Napoleón III. Los franceses, quienes justificaron su invasión a la deuda que los mexicanos adquirieron con ellos para iniciar la intervención, apoyaban la creación de un estado conservador y monárquico que representara sus intereses. Para lograrlo, la nueva expedición regresó a Puebla, luego de capturar algunas localidades, y la ciudad fue sitiada durante dos meses. En esta segunda ocasión, los franceses y conservadores mexicanos prevalecieron, tomando la ciudad entre el 17 al 19 de mayo de 1863. De allí se pasa a ocupar la ciudad de México, la cual había sido abandonada por el régimen republicano. Con la toma de México y el establecimiento de un estado conservador se establece lo que hoy conocemos como el Segundo Imperio Mexicano, teniendo de monarca a Maximiliano de Habsburgo. Su reinado fue del 10 de abril de 1864 al 15 de mayo de 1867, cuando fue derrotado y capturado por las fuerzas republicanas del presidente Benito Juárez. El 19 de junio de 1867, Maximiliano fue fusilado.

Luego de entrar a la ciudad de México, las fuerzas de intervención francesas se consolidaron en el centro de México y continuaron combatiendo a los liberales en el resto del país en una guerra de desgaste que fue desfavorable para la opinión general de los ciudadanos en Francia. La incapacidad para obtener una victoria contundente y rápida que favoreciera los intereses de Francia, el que la Guerra de Secesión estadounidense finalizara y Washington presionara con su Doctrina de Monroe en contra de la intervención extranjera en México,y los reveces de la política internacional de Napoleón III, quién vio como surgía el imperialismo alemán —bajo el liderato del reino de Prusia a expensas de los aliados franceses promovieron la retirada de las tropas de ocupación, las cuales comenzaron a replegarse en noviembre de 1866 y finalizaron su retirada en marzo del 1867. Esto dejó a las fuerzas del presidente Juárez la oportunidad de derrocar a los conservadores y al imperio de Maximiliano.

Para el Imperio francés, su derrota en México fue solo parte de la debacle que vivieron a nivel internacional y que culminó con la caída del gobierno de Napoleón III en 1871 ante el avance prusiano dirigido por Otto vonBismarck, quién ganó la guerra entre ambas naciones y dio paso a la consolidación del Imperio Alemán y la creación de la Tercera República Francesa. En el caso de México, la derrota de los conservadores fortaleció la posición de Benito Juárez como presidente, puesto que mantuvo hasta su muerte en 1872.

Imagen: Batalla de Puebla; pintura al óleo y lienzo de 1870, de autor desconocido. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de las Intervenciones en ciudad de México