Tropiezo con un espejo por delante,
interpretar intento aquel boceto.
El reflejo aparece inquieto,
en un rostro intrigante.
Su mirada es excitante,
como quien lanza un reto.
Mas su pensamiento se percibe incompleto,
en una faz poco relajante.
Al verlo me quedo pensando,
¿que pude haber hecho
para que reproche observando?
Siento una presión en mi pecho,
volteo y continúo caminando.
Y me pregunto: ¿Quién confirió ese derecho?