La protección contra la violencia doméstica debe ser para todos

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La comunidad LGBTT, el Colegio de Abogados de Puerto Rico así como otras organizaciones sociales, han demostrado su apoyo a la enmienda sometida por el representante Luis Vega Ramos para que la Ley 54 de Violencia Doméstica proteja a todas las parejas, sin importar su estado marital u orientación sexual. Y este apoyo no es para menos, ya que anteriormente se había tratado de someter esta enmienda sin que fuera aprobada.

Muchas personas quizás no conozcan a profundidad lo difícil que se le hace a una persona de la comunidad LGBTT poder recibir protección cuando se encuentra en una relación de violencia. Lamentablemente la violencia de pareja no es exclusiva de las parejas heterosexuales, ni de las que están legalmente casadas. Esta enmienda es importante no solo para las personas LGBTT sino también para todos los que se encuentren en una relación de pareja independientemente de su composición o estatus legal.

Pero si hablamos en específico de las personas LGBTT, la urgencia de que esta enmienda se revise y se apruebe debe verse con prioridad. Son muchas las personas que son abusadas y maltratadas por sus parejas, peor aún, también son maltratadas por el sistema judicial y la policía al no brindarles la protección que necesitan. Muchas de estas personas ni siquiera se atreven a buscar ayuda, por miedo a exponerse a burlas, a que su reputación y vida privada sean mancilladas. La humillación, el dolor, la impotencia se apodera de muchas de estas víctimas que no encuentran en el momento más necesitado la manera de ser protegidos.

Recientemente líderes religiosos se expresaron en contra de esta enmienda a la ley, utilizando las siguientes expresiones: "Añadir la frase '...sin importar estado marital, orientación sexual o su identidad de género' es una aceptación abierta al adulterio, homosexualismo y otras prácticas"

Me parece que el estado debe tomar en consideración la justicia social y no olvidarse del mandato constitucional de separación de Iglesia y Estado. Los religiosos, al igual que todos los demás ciudadanos tienen derecho a exponer sus ideas y opiniones, pero el estado tiene la obligación de velar por el bienestar y cumplimiento de las leyes y la justicia. Las influencias indebidas y a conveniencia deben dejarlas afuera.

Es irónico y una falta de respeto del estado que yo como ciudadana lesbiana, tengo una obligación de pagar contribuciones, de cumplir con las leyes del país, de votar y elegir los líderes del país. Como ciudadana lesbiana si rompo la ley me meten presa, o me multan. Pero como ciudadana lesbiana, no tengo derechos a que el gobierno me proteja de que me boten de mi empleo, no tengo derecho a que me protejan la vida en caso de violencia de pareja, no tengo derecho a tantas y tantas cosas. Como ciudadana lesbiana, tengo las obligaciones que todos los demás ciudadanos tienen, pero me tratan como ciudadana de tercera categoría. Pero los religiosos no levantan su voz de protesta para defender mis derechos, mientras ellos no pagan contribuciones por sus iglesias.

Espero que esta enmienda finalmente sea aprobada, que se le brinde protección a todos y todas los que la necesiten. Así como se nos exige cumplir con las obligaciones sociales y del estado, deberíamos tener todos los mismos derechos y protecciones.