La organización de Boys Scout estadounidense BSA aplazó para el mes de mayo la decisión sobre la derogación de una norma que impide a los homosexuales formar parte de su colectivo.
La extensa organización de Boys Scout estadounidense BSA aplazó para el mes de mayo una decisión muy esperada que debería haber sido tomada este miércoles sobre la derogación de una norma que impide a los homosexuales formar parte de su colectivo, a consecuencia de "la complejidad de la cuestión".
El consejo de administración de Boy Scouts of America (BSA), cuya sede está en Irving (Texas, sur), anunció a través de un comunicado "que tras haber estudiado la cuestión y dialogado con la familia scout (...) la organización, en razón de la complejidad de la cuestión, necesita tiempo para revisar sus reglas de adhesión".
En el mismo sentido, la dirección de BSA invita a sus comités locales a que discutan sobre la cuestión, ya que los "alrededor de 1.400 miembros del consejo nacional votarán durante su asamblea el próximo mes de mayo", concluye el comunicado.
La organización scout se encuentra atrapada en los últimos años por una norma, que cuenta con 35 años de antigüedad, que prohíbe a las personas homosexuales formar parte de su colectivo. Numerosas protestas acompañaron las expulsiones de gays y lesbianas de puestos como jefes de grupo o voluntarios.
BSA anunció a finales de enero que estaba "discutiendo la eventual derogación" de esta prohibición, lo que generó tanto las reacciones hostiles por parte de asociaciones de defensa de la familia, como las celebraciones de las organizaciones que luchan contra la discriminación.
Por su parte, el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró que esta norma debía ser anulada. "Mi opinión es que los gays y las lesbianas deben tener acceso como cualquier otra persona a cualquier institución e itinerario de vida", declaró en una entrevista en la cadena CBS.
BSA, que celebró sus 100° aniversario hace tres años, agrupa a más de 2,6 millones de jóvenes y aproximadamente a 1 millón de personal orientador.
Este lunes, los jefes de grupo y los padres de niños excluidos a causa de su homosexualidad manifiesta depositaron en la sede de BSA cuatro cajas llenas con 1,4 millones de firmas que pedían "el final de la prohibición para los scouts y monitores homosexuales" en la organización.
Esta petición fue lanzada en abril de 2012 por Jennifer Tyrell, una madre voluntaria y homosexual en los scouts, así como por la organización de apoyo a los homosexuales GLAAD.
Por otra parte, BSA se vio en el centro de la polémica el pasado año tras ser acusada de haber encubierto durante decenios las agresiones sexuales en sus filas.