El Tribunal Supremo de Puerto Rico emitió una decisión que dicta que una mujer no puede adoptar la hija biológica de su pareja, también mujer, sin que esta última pierda el vínculo jurídico con la menos. La opinión fue en una votación cinco a cuatro y establece un precedente legal.
La opinión mayoritaria fue emitida por la jueza Mildred Pabón Charneco, quien fue nombrada por el ex gobernador Luís Fortuño. La jueza Pabón Charneco es conocida además porque su hijo Phillipe Mesa Pabón fue incluido en la avalancha de nombramientos políticos presentados por Fortuño luego de perder las elecciones, este fue nombrado como fiscal auxiliar 2. La jueza basó su determinación en que el discrimen por orientación sexual no está prohibido por la constitución. Avaló, además, el criterio de que la familia tradicional compuesta por padre, madre e hijos es la que protege el mejor bienestar de los menores. Los jueces Rafael Martínez Torres, Erick Kolthoff Caraballo, Edgardo Rivera García y Roberto Feliberti Cintrón, todos nombrados por Luís Fortuño, estuvieron conformes con el resultado.
Emitir una decisión judicial diciendo que el discrimen por orientación sexual no está prohibido por la constitución, y que la familia tradicional es quien mejor protege el bienestar de los niños nos impresiona como simples prejuicios personales elevados a nivel de decisión judicial. Para comenzar hay evidencia en abundancia que demuestra que las familia no tradicionales son tan funcionales como las tradicionales. Entendemos, además, que esta "opinión" es altamente irresponsable pues valida el prejuicio y el discrimen contra las personas LGBTT. Se supone que los jueces imparten justicia, no que justifiquen el discrimen y los prejuicios.
Es necesario, sin embargo, entender cómo se constituyó el nuevo tribunal supremo de PR para comprender cómo toman forma decisiones como esta. Los jueces son nominados por el gobernador y confirmados por la legislatura. Durante el cuatrienio que el infame Fortuño gobernó nombró 6 jueces al supremo, alterando de este modo el balance ideológico del mismo. Fortuño, simpatizante del ala más conservadora del partido republicano de E.U., impulsó el aumentar el número de jueces para de este foro lograr un número mayor de nombramientos y controlar ideológicamente el mismo. El resultado de acciones mezquinas como estas tienen como resultado barrabasadas como la decisión de la jueza Pabón Charneco.
Por su parte el juez presidente del supremo Federico Hernández Denton, así como las juezas asociadas Liana Fiol Matta, Anabelle Rodríguez Rodríguez, y el juez Luis Estrella Martínez, emitieron opiniones disidentes. Estrella Martínez fue el único juez nombrado por Fortuño que no estuvo de acuerdo con la decisión. Estos entendieron que el discrimen por orientación sexual sí está prohibido por la constitución.
Nada, que así como el hábito no hace al monje, un nombramiento judicial no hace que una persona llena de prejuicios se convierta en un juez imparcial y justo.