En las letras, desde Puerto Rico: Entrevista a la escritora Ana María Fuster Lavín

Crítica literaria
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(In)Somnio es el noveno libro de Ana María Fuster Lavín. Esta escritora boricua, nacida en Santurce, ha explorado la creación literaria desde diferentes vertientes. El caudal continuo que alimenta su obra se nutre de cuentos, poesía, narrativa novelada y literatura infantil. La urbe, sus luces y sombras, y aquello que transita discretamente en la psiquis de personajes mutables, son algunas de las fibras que sirven de materia prima a las páginas que pueblan su catálogo.

Con títulos como Réquiem, El libro de las sombras, Bocetos para una ciudad silente y Tras la sombra de la luna, ha labrado su lugar entre los escritores contemporáneos del Caribe. Si lo anterior no fuera suficiente, Fuster Lavín hace lo propio también en el género de la entrevista. Y cada sábado en El Post Antillano, podemos disfrutar sus conversaciones más recientes con escritores, artistas y dramaturgos destacados. Ahora, sin embargo, es ella la invitada a contestar nuestras preguntas.

En las letras, desde Puerto Rico, aquí en Página 0, comparte con sus lectores la conversación que sostuvimos con Ana María Fuster Lavín, acerca de su obra y su nuevo libro (In)Somnio.

Carlos Esteban Cana · Ana, con el tiempo has ido creando un estilo personal en tu narrativa y en la forma de estructurar un libro; ese diálogo de piezas autónomas con un cuerpo mayor, orgánico. Puedes hablarme de eso.

Ana María Fuster: Excepto con Verdades Caprichosas, siempre he visualizado los libros como un todo, un universo que hay que construir y reconstruir, escribo dándole unidad, lo contrario es escribir sobre la cuerda floja, también tiene que ver con mis gustos como lectora, que nada parezca improvisado.  Verdades Caprichosas tuvo su razón de ser, y también tiene su unidad en el tiempo y espacio que se desarrollan casi todas las historias.

Detesto la improvisación, me desconcierta. Sea poemario o narrativa, la teoría del caos, me produce una sensación de abatimiento que me ahuyenta. Es cierto escribí, en especial, Réquiem, El libro de las sombras, Bocetos de una ciudad silente, El Eróscopo e (In)Somnio llevando un plan mayor, una obra para que tuviese vida propia, como una frankestein caribeña jajaja.  Escribo, le hablo, los personajes, los poemas, los lugares me hablan y exigen hasta que están listos.

La unidad comienza con un tema, un ambiente, un personaje, un lugar dependiendo del libro. Voy bosquejando, va creciendo, esa unidad va obligando a añadir, Y siempre estoy casi dos años corrigiendo, a veces tres y cuatro, corrigiendo, dando pinceladas y editando el libro después de terminado antes de publicar. Si no me funciona, no lo publico. Tengo varios manuscritos en un cofre secreto y ahí quedarán. Hasta he vuelvo loco a mi editor con las correcciones de las galeras, pero Carlos Roberto es un gran profesional y soporta.

CEC · Ese proceso riguroso, además te lleva a compartir eso que contiene y se desarrolla en el manuscrito con un grupo personal de lectores.

AMF: Siempre se lo envío a otros colegas para que me den sus ideas y me digan si funciona o no. Para (In)Somnio abusé de Jannette Becerra, David Caleb Acevedo, Laura Muñoz Hermida (escritora madrileña) y Daniel Torres, les obligué a leer ese mundo de ensueño, locura, muertes y sobrevivieron, dándome extraordinarios comentarios y sugerencias.

CEC · Si comparamos (In)somnio con otras colecciones, como Réquiem o Bocetos, cuál diría que es su singularidad.

AMF: La singularidad, digamos que eso le toca a los lectores y críticos. Yo veo cada libro desde el momento orgánico y cronológico en que lo escribí. Siempre es una suma del aprendizaje de vida como artista, como mujer. Réquiem y Bocetos son tan distintos que no los puedo ver ni como hermanos, el primero va como una sinfonía mayor, o como el réquiem de Mozart o el segundo son divertimentos, algunos bastante perversos. Réquiem es la historia de una familia maldita, Bocetos recrea la ciudad desparramada de San Juan y sus habitantes, (In)Somnio cuenta una historia de multiplicidad de personalidades, de los miedos, las pasiones y le dejo al lector que descubra qué sucede en ese (in)somnio.  En común tienen los elementos de la ficción oscura, cómo siento y veo nuestra locura urbana, y el juego entre la pasión, el terror y la locura. (In)Somnio es un libro mucho más arriesgado, fuerte y homogéneo.

CEC · ¿El proceso creativo en (In)somnio tuvo alguna novedad con respecto a tus obras anteriores?

AMF: No suelo comentar sobre mis procesos creativos… quizá no sean relevantes los procesos, o demasiado domésticos, solo espero que el resultado sea la novedad. Puedo decir que leo mucho, también hay influencia del cine y la música, hay estudios sociales y sicológicos para montar los personajes. Fue un libro que construí como un rompecabezas, tratando de evitar linealidad en esta novela, los recuerdos en la vida real son caprichosos, son selectivos, la mente juega trucos y más en una persona que está ingresada en un psiquiátrico como mi protagonista, es la vida dentro de un sueño o no poder dormir hasta el delirio. Así mismo monté el libro.

CEC · Puedes hablarnos brevemente de los motivos que detonaron algunos de las historias y personajes de (In)somnio.

AMF: Los personajes de insomnio son una combinación de varios elementos. Los personajes hablan dentro de mí, han ido peregrinando por la vida conmigo, escapando –algunas veces naciendo— de los escritos anteriores. Sus historias las he escuchado de sus propias bocas, otras (como suele suceder) las veo por la calle cuando paseo por Santurce con Miguel, de los libros que leo, que imagino, de las noticias en los periódicos (muchas veces intercambio noticias raras, macabras o fantásticas con mis amigos Sandra Velázquez, Francisco Font, David Caleb, José Cáez, Doris Caraballo y con mi madre María José Lavín, y de ahí salen muchas historias, por eso me encantó la película Un cuento chino que protagoniza Darin y todo sale de esos recortes de periódico de noticias sorprendentes), también del cine y la música.

CEC ·  Es imposible conversar contigo si no incluimos además la poesía. ¿La narrativa desplegada en (In)somnio está en deuda con la poeta?

AMF: La poesía siempre está presente, se siente la palabra, se la respeta y se la ama… Así, el ritmo, las metáforas, nutren a la narrativa. Pero yo comencé primero como narradora y luego fue que me sumergí a escribir poesía.  No hay deuda, sino complicidades entre mi narrativa y su amante, la poesía.

CEC · Insisto en regresar a tu poesía por tu obra amplia y diversa. Con títulos que atesoramos quienes buscamos buena poesía. ¿Cómo ha ido cambiando tu poética? Si hablamos de tu poética, ¿cómo la podrías nombrar?

AMF: La poética va madurando, creciendo, como la misma mujer que soy a mis 45 años. Se vuelve más segura, más arriesgada, menos ingenua. No se puede escribir con miedo, ni de la sociedad, ni del dolor, ni del amor, ni mucho menos de eso que somos, todas las mujeres que soy. No soporto cuando alguien me califica de intensa, por ser auténtica, porque me parece una memez. Te ponen un carimbo, como si la honestidad intelectual y sensual fuese peligrosa. Quizá los sean, muchos prefieren quedarse en esa llamada área de confort y un artista tiene que huir de eso. Así mismo es el poeta. La poesía viaja conmigo y cambia, y también permanece. Producto de las lecturas, los poetas que voy leyendo, descubriendo, los que releo, el camino de la vida y el de mi poesía van de la mano. ¿Cómo es mi poética? Solo te digo que respeto la palabra, a los poetas, tengo un compromiso con la imagen cargada de amor, denuncia, con la mujer, con todo lo que soy.  Explicar mi técnica poética se lo dejo, a lo que mi querido amigo Daniel Torres le llama la “cacademia”.

CEC · Hemos seguido, por otro lado, la serie de entrevistas que has venido desarrollando para EPA, ¿qué le ha otorgado a Ana María Fuster Lavín esa nueva dimensión creativa?

AMF: Siempre he respetado el periodismo cultural, casi inexistente en la prensa tradicional puertorriqueña. Ya hace unos años me dieron espacio en el En Rojo de Claridad, entre 2004 y 2006, y aproveché para trabajar columnas creativas y añadir comentarios de escritores en estas sobre distintos temas, el amor, la muerte, la poesía, los sueños. La Internet es la herramienta más importante para la difusión cultural, para todo tipo de difusión. A El Post Antillano, le agradezco la invitación que me hiciera en junio de 2012 para formar parte de su equipo de colaboradores. Publico ensayos creativos y entrevistas, como tú comentas. Llevo ya unas 25 publicadas, me quedan varias aún por editar, otras por realizar. Se trata de un acto de necesidad, de solidaridad. Se aprende tanto, de cómo piensan los distintos escritores, dramaturgos, sobre su creación, sobre los libros, sobre su personalidad. Es hacer un balance entre el artista, el intelecto y su humanidad personal. Una biografía es solo una peregrinación de datos, la entrevista nos acerca, nos ofrece una comunicación especial. He aprendido mucho más sobre esa diversidad de seres humanos a los que nos une esa rica obsesión por los libros. Y mi inmenso deseo y meta de dar a conocer a nuestros escritores caribeños al resto del mundo, necesitamos internacionalizarnos, nos lo debemos. Se trata de esas querencias, se trata de un proyecto grande de difusión, aquí hay talento. Hay que gritarlo, que todos nos escuchen. Y nos lean…

CEC · Ahora que nos hablas de datos biográficos, ¿qué podrías decirnos acerca de tu niñez? ¿Cómo fue esa relación inicial con los libros?

AMF: Fui una niña muy tímida, bastante solitaria (aunque siempre tuve buenas amistades), me refugiaba en los libros. Mi mamá siempre tenía muchos libros, en mi casa se valora la literatura, el arte, la música. Esa es nuestra espiritualidad: ser fieles a lo que somos y sentir y respetar el arte.

CEC · En una sociedad como la actual, ¿Crees que la presencia y obra de los escritores tiene alguna pertinencia?

AMF: La sociedad actual, la nuestra, vive en la isla de la fantasía. Dime tú, que eres escritor… Una pertinencia fundamental siempre desde el punto de vista artístico, cultural, como siempre ha sido y como siempre será. Creo que la importancia del escritor hay que verla en su tiempo y espacio, y resulta ser la misma. Es un relator del mundo real, como del mundo imaginario; retratar, inventar, denunciar. Los escritores nunca estaremos en peligro de extinción.

CEC · Cómo ves el panorama literario boricua. ¿A quiénes lees en poesía? ¿Cuáles son los escritores boricuas que prefieres en narrativa?

AMF: La literatura puertorriqueña va en buen camino, excelentes escritores jóvenes, proyectos editoriales  y eventos públicos, sumando el Festival de la Palabra, que ayudan a la difusión y a alimentar el alma creativa. Estamos más activos que nunca, no hay miedo, hay contundencia creativa.  No puedo, ni deseo, entrar en nombrar una lista de escritores porque sí, pero hay un grupo de escritores desde los veintes a los cuarentones –como yo— extraordinarios con un oficio de escritor serio y proyección de futuro…

CEC · Podrías hablarnos acerca de los próximos títulos tuyos que están por publicarse.

AMF: Preferiría no anticipar nada de los próximos títulos, es una de mis manías, pero sí tengo en proceso  un poemario y dos novelas… Me interesa ahora ir promocionando e invitando a leer (In)somnio, la primera presentación será el sábado 16 de marzo a las 4pm en la Librería Mágica de Río Piedras, habrá sorpresas, músicos en vivo. La presentación oficial contará con el escritor y profesor universitario Alberto Martínez Márquez, también con comentarios del escritor y traductor David Caleb Acevedo. Y me ayudarán a leer fragmentos del libro los colegas Awilda Cáez, José H. Cáez, Marioantonio Rosa y Amarilis Tavárez, además de una sorpresa musical para los asistentes. Luego vendrán otros conversatorios…

CEC · ¿Qué representa para ti ser escritora?

AMF: Para mí ser la mamá del chico más espectacular del mundo (ojos de madre) y ser escritora es todo. Vivo para escribir y escribo para vivir. Digamos que Miguel y la palabra son mi esencia; lo único que tengo, lo único que deseo.

CEC · Después de casi 15 años de Borinquen Literario, ¿cómo podrías describir esa experiencia?

AMF: Borinquen Literario fue producto de entrar al mundo de la Internet en 1998,  de la necesidad de comunicarme con otras personas a través del mundo con intereses culturales, literarios, de la necesidad de darnos a conocer. Funcionó en lograr alimentar esas necesidades. Acepto que en los últimos 3 años no he trabajado este proyecto como quisiera, por el tsunami de cosas que tengo encima, por ser mamá/papá de un excelente portero, por el trabajo de asalariada, por mucho proyectos y he sido egoísta en darle más tiempo a mi escritora.

CEC · Isla Negra Editores ha sido consistente en ofrecerte un lugar destacado en su catálogo. ¿Qué podrías decirnos de ese continuo acompañamiento editorial?

AMF: Le debo mucho, a la editorial Isla Negra, por creer en mí como escritora, por ya ser Carlos Roberto mi hermano mayor. He crecido mucho como escritora, a depurar la edición, a tener visión de futuro en las letras. Aprecio el espíritu de solidaridad entre la mayoría de los escritores de Isla Negra y su puente con Santo Domingo. Los grandes islanegreros Carlos Roberto Gómez, Alberto Martínez Márquez, Alinaluz Santiago son ya mi familia, claro de luego de mis padres, mi hijo y mis hermanos José Manuel y Jaime Luis.

  • Tienes contemplada alguna antología de tu obra; una poética y otra narrativa.

AMF: ¡Una antología! Caramba, todavía me queda tanto tanto por escribir…. Algún día.

CEC · Puedo asegurar que entre los escritores boricuas contemporáneos, Ana María Fuster Lavín es de las más leídas. ¿Qué crees que ha contribuido para tal logro?

AMF: ¿¡Tú crees!? Eres muy generoso. No lo creo, pero agradezco este abrazo y espaldarazo apalabrado. Yo escribo porque no tengo más remedio, es mi forma de vivir, mi hijo y la palabra. No sé hacer otra cosa…

Escribo con la honestidad del deseo. Respeto el oficio del escritor y soy solidaria con mis colegas, con los lectores. Quizá me leen porque no escribo para ser famosa. Escribir es un trabajo tan solitario… que no estoy consciente de las otredades que leen, pero me encanta saber si lo hacen.

Amo a la gente que lee, son peligrosamente geniales. Y amo el riesgo. Con El arte, el intelecto, el valor, así construimos la patria.