(In)somnio o pesadilla alucinante: invitación a un viaje a la mente humana

Crítica literaria
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"Siempre hay un poco de locura en el amor, pero siempre hay un poco de razón en la locura."

–Friedrich Nietzsche

Ay jun mak uqteb’il yuj heb’ nawal

Haxkaton yenel stoj yintaq

(“Hay un ser perseguido por los espantos de su propia sombra…”)

-Gaspar Pedro González, Sq’anej maya’ (Palabras mayas)

Al leer y releer (In)somnio, la obra más reciente de Ana María Fuster Lavín, nos preguntamos, ¿se trata de un sueño de locura? ¿De una pesadilla de un insomne? ¿O toda una realidad alucinada? Deliciosamente perturbadora, (In)somnio nos brinda un pasaje a los espacios más recónditos de la mente humana, con un toque magistralmente gótico, tenebroso, con referencias al sexo, violencia, suicidio y muerte, así como a temas tabús como el incesto, la pornografía y el cine snuff, entre otros, a modo de thriller psicológico.

Esta novelarepresenta una madurez en la trayectoria literaria de Fuster Lavín, marcada por la poesía, los ensayos y los cuentos y microcuentos. Recientemente aclamada por profesores y críticos literarios, y con comentarios de aprobación de lectores entusiastas, (In)somnio podría considerarse como el magnum opus literario de Ana María (como comentó el escritor Alberto Martínez Márquez en la primera presentación del libro el pasado 16 de marzo de 2013). Es una obra bien desarrollada y cuidadosamente delineada, que mantiene el interés del lector desde sus inicios hasta su inesperado final. Algunos críticos, como el escritor David Caleb Acevedo, han planteado que toda la trama pudiera tratarse un sueño dentro de otro sueño à la Inception, a mi modo de ver,bien podría tratarse de flashbacks de una paciente psiquiátrica, alucinaciones producto de una mente psicótica, o imaginaciones de una mujer perturbada que está a punto de suicidarse. Como un rompecabezas para armar, la autora deliberadamente nos entrega (In)somnio para que la montemos al gusto de cada cual, donde el final pudiera ser el principio, o bien reordenar los distintos (in)somnios de una forma libre sin perder el sentido de la obra, lo que constituye una brillante innovación en el estilo de Fuster Lavín.

La historia comienza en un cuarto en un hospital psiquiátrico, con una conversación entre dos compañeras de habitación; una mantiene un diario que la otra desea poseer. A medida que se va desarrollando la historia, los rumbos de los personajes se disocian a la vez que se entretejen, en una danza ritual que va de lo real a lo imaginario. El eje central de toda esta obra es una mujer que desarrolla múltiples personas o personalidades, todas distintas, que luego se confunden unas con otras, aunque se podría pensar que es a la inversa, o todo lo contrario. Lleguen a sus propias conclusiones:

“Eso les debe haber dado mucho tiempo para inventar sus personajes, cuál es tu verdadero nombre: ¿Ainhoa? ¿Elena?...” (In)somnio, pág. 99.

“Ahora somos una. Soy la Peregrina de las Almas. Eres Ainhoa. No la recuerdas, pero eres una nueva Ainhoa, Elena ha muerto, poseerás un nuevo cuerpo. Sara, la diosa de las tinieblas, otrora Azrael, dejando de ser Elena, se levanta de la cama y besa el pie derecho de Ainhoa…” (págs. 126-127)

La pobreza y los prejuicios sociales son dibujados y expuestos, como retratos pintados y exhibidos para la conciencia de los lectores:

“Hasta la muerte discrimina con los más humildes. Los que nadie reclama. Los que nadie, siquiera el gobierno, daría un centavo o una lágrima por ellos. Esos que son simplemente nadies” (pág. 70)

Fuster Lavín también rompe con los paradigmas sociales, donde los dueños del poder son humillados y destrozados por antihéroes marginados y estigmatizados:

“El gobernador deja caer el celular. Le inicia un fuerte dolor en su hombro y brazo derechos, comienza a sudar y temblar. También se orina encima. Su corazón está a punto de estallar. Le tiemblan las manos y abre la carta de Pancho. El hombre se infarta y muere antes de terminar de leer las palabras del difunto pescador de la muerte” (pág. 73)

Con deleite, la pluma de Ana María nos brinda diagnósticos “médicos” de locura, pasión, incesto, suicidio y muerte. Entre doctores y hospitales psiquiátricos, vemos a una mujer, transformada en personajes distintos, que seducen y reducen a la ignominia a los hombres que se interponen: Julián, Felipe, Iván, Ulises, Tomás, Emilio, el bartender, el abuelo abusador, el marido maltratante, violadores, y hasta un banquero gobernador de la Isla. Sus historias son olvidables. No importa. Todos son vapuleados, humillados, vencidos, olvidados, muertos.

“…’Quisiera fumarme la noche y convertir en cenizas a mis últimos amantes’. Miró hacia su habitación. De la cama asomaba un fino hilo de humo que danzaba hacia el abanico…” (pág. 85)

La pornografía es tratada con elegancia y humor negro, con referencias a la cultura popular:

“Por lo general uso como modelo escenas de los pocos filmes porno que he visto. Garganta profunda, esa donde la chica tenía el clítoris en la garganta, era el mejor sexo oral de la historia, a mi versión la titulé Noches de leche. También traté de imitar a Andréu Balker con su Casa de los sueños, repletita de fantasías sexuales que se escapan de los sueños de un hombre, la convertí en los Sueños del Marqués de Ballajá.” (pág. 103)

Tampoco pueden faltar referencias a películas al estilo mondo y cine snuff:

“Pensé en Tesis de Amenábar, donde la chica investiga sobre cine snuff, ese en el que graban torturas y muertes violentas reales, como en Faces of Death, pero mucho más fuerte.” (pág. 106)

La leyenda del Chac Mool (garra roja), deidad de la mitología maya asociada a la vida y a la fecundidad, es ampliamente manifestada en La imposibilidad del orgasmo o el eclipse de los amantes, donde con un intenso erotismo, se proyecta una lucha entre serpientes y jaguares que termina en un éxtasis de los amantes. Con numerosas referencias a las leyendas mayas y aztecas, la autora nos traslada a México, como guía turístico a través de Alondra, y nos ofrece referencias de la ciudad y sus historias precolombinas, a la vez que nos envuelve en la dinámica de unos amantes clandestinos que deciden encontrarse en México para conocerse luego de una relación erótica iniciada a través del Internet.

No podemos olvidar a nuestra protagonista, la antiheroína polifacética, que en el curso de esta novela libre, adopta indistintamente varios nombres: Ana/Soledad/ Elena/Sara/Rita/Ainhoa. Historias de abuso sexual, incesto, violación y amantes asesinados, marcan el carácter disociativo de esta mujer, o mujeres, que si bien sufre los espantos de su pasado, para conseguir lo que cree es su libertad, destila su locura a modo de confesiones que tal vez pueden imaginadas o alucinadas. En su camino se topa con distintos personajes masculinos, encuentros que por lo general tienden a ser fatales. Hay escenas de intensa sensualidad, hasta con ménage à trois, con episodios de violencia extrema, narradas con objetiva sobriedad desde distintos puntos de vista, que refleja un estilo literario muy innovador. La interrogante que nos plantea esta obra es, ¿de quién ella quiere ser libre? ¿De sí misma? ¿Del amor? ¿De la locura? ¿O bien de la vida y de la muerte?

De ello solo nos enteraremos si nos adentramos en la lectura de esta interesante obra.

José Luis Ramírez de León

Abogado puertorriqueño