Oscar López es el preso político con más años cumplidos en todo los EE.UU, y uno de los más longevos en el continente americano. Es puertorriqueño de origen, y se le acusó de conspirar para derrocar al gobierno de los EE.UU por medios violentos. Oscar López asume su responsabilidad, y como tal no aceptó en el 1999, el programa de indultos condicionados que el entonces presidente Bill Clinton sugirió para los presos políticos de Puerto Rico. Hoy, 14 años luego, él sigue dudando de la honestidad del actual presidente Barak Obama, en concederle un indulto no condicionado.
Para nosotros en Puerto Rico, Oscar López es un ser humano reconocido y respetado. Todas las ideologías políticas lo reconocen y desean hacerle el bien. El gobierno de los EE.UU parte de la premisa que mantenerlo preso, se sostiene bajo la lógica de que éste prisionero político podría causar problemas en la isla. Nada que ver. Los otros presos políticos que salieron en el 1999, han demostrado con sus actos que tan sólo desean integrarse a su patria y a partir de ahí continuar contribuyendo en la lucha por la independencia de Puerto Rico.
Los EE.UU deben entender que la idiosincrasia y sobre todo la cultura manifiesta entre ambos países no permiten simplificar lo político. Ellos piensan que Oscar López es un terrorista. Mientras en la isla piensan que es un patriota y un líder a emular. Mientras se de este impase, los EE.UU no podrá entender como se cuece la cultura de esta isla caribeña.
Los presos políticos han sido un talón de Aquiles para todos los países. En el Caribe, ha habido muchos presos políticos. Lo que también ha habido es mucha tolerancia por parte de los estados para negociar su excarcelación ante la protesta nacional o internacional. En el caso de los EE.UU, ante la situación particular de Oscar López han demostrado ser muy intransigentes en garantizar su libertad.
Nosotros como luchadores por un mundo basado en la igualdad y la equidad, afirmamos el derecho a la libertad de toda aquella persona que haya dado su vida, por el bienestar colectivo. Oscar López es hoy nuestro más digno ejemplo. Sr. Obama, ¡libérelo ya!