Impuestos para el pueblo

Política

altPuerto Rico afronta desde hace ocho años dos crisis que le impiden un desarrollo adecuado a su población que aún permanece en la isla. Por un lado, la economía sufre un estancamiento que la mantiene en crecimientos negativos.

Por otro lado, la incapacidad de crecimiento económico ha impactado severamente en la capacidad del estado de recaudar impuestos, por lo cual menos dinero genera la economía menos dinero genera el estado.

Como si fuera poco la actual administración del gobernador Alejandro García Padilla, busca por todos los medios cuadrar su presupuesto, para así adelantar sus posibilidades de sustentabilidad. La última medida que ponderan y que están en vías de aprobar, es elevar un impuesto mandatorio al barril de petróleo que se compre en el país, y a sus derivados, que define en $9.25 el impuesto. Actualmente el país paga $3.00 por barril, pero bajo este aumento de un 200 por ciento, se espera recaudar cerca de $190 USD millones, lo cual el gobierno aplicaría de forma directa a la deuda que tiene una de las agencias más importantes del país, la Autoridad de Carreteras y Transporte.

En otras palabras, nosotros los consumidores habremos de pagar con nuestros limitados ingresos, las nuevas exigencias del gobierno para superar sus limitaciones. Esta situación imposibilita sin lugar a dudas, la capacidad del estado de gestar sus responsabilidades. Pero también imposibilita la capacidad del pueblo de vivir adecuadamente en el país. Se torna en una situación sin salida para ambos, y las posibilidades reales de los que aun vivimos en la isla es defraudar el fisco, vivir empobrecidamente o migrar.

Podría existir otra posibilidad. Tal vez no pagarle a los bonistas y adeudados por la Autoridad de Carreteras y Transporte, y comenzar de cero. Esta medida es muy drástica, pero lo que está en juego es la capacidad del gobierno de pagar y por otro lado de mantener un país. Me parece que en este momento garantizar la calidad de vida del país debe comenzar a ponderarse como una razón importante a considerar. Más impuestos no nos garantizan una mejor calidad de vida.