4 de julio: un día más

Política

¡Ya llegó el 4 de julio! En Estados Unidos (EEUU) un día de fiesta y con toda razón; en nuestra Isla un día de playa, hipocresía, ignorancia, mucha comida y mucha cerveza. Mientras el gringo hace lo propio en su tierra, el boricua se convierte en un fenómeno muy interesante.

altComo es de saber, la población insular está dividida en distintas esferas políticas que en ciertas fechas del año dividen más de lo usual a las familias, las amistades y compañeros de trabajo. Fechas como esta crean unas rencillas que para algunos de nosotros son un "hazme-reír", "un dolor de cabeza", "una dentera permanente" o motivo suficiente para soltar un "¡coño, despierta boricua!". El punto es que ver un 4 de julio en Puerto Rico es más interesante y entretenido, aunque incómodo, que ver las celebraciones a lo largo y ancho de los Estados Unidos de América. Ahora bien, para ir viendo todo este diagrama de tortura yanqui en la Isla haré una brevísima reflexión sobre la historia del 4 de julio y su valorización, las esferas políticas de Puerto Rico, las celebraciones patrióticas y no tan patrióticas, las razones para celebrar y no celebrar y nuestros políticos en el 4 de julio. "¡Sucio difícil!"

El 4 de julio de 1776 las Trece Colonias de Norteamérica declararon su independencia de su "Madre Patria", Gran Bretaña (Gran Imperio Británico). La independencia fue aprobada el 2 de julio de ese año por el Segundo Congreso Continental y el documento de independencia ya estaba redactado por Thomas Jefferson (en el Comité de los Cinco). La relación con Gran Bretaña iba en deterioro desde la culminación de la Guerra de los Siete Años en 1763. Consecuentemente, Gran Bretaña se vio en una crisis económica letal, y el Parlamento consideró viable establecer impuestos en las colonias en América: Ley del Timbre (1765) y Ley Towshend (1767), que causaron revuelo en las colonias. Así, en un mar de rebeldía y desesperación se fueron preparando los líderes coloniales y para junio de 1776 Richard Henry Lee de la Colonia de Virginia presentó la Resolución de Secesión. Legalmente, la secesión se dio el 2 de julio de 1776. Por cuestiones de firmas en el Congreso, la fecha oficial es el 4 de julio. Ese es el cimiento de la Nación Americana, y luego de eso vienen las figuras del billete, Washington, Lincoln, Jefferson, so on so forth.

Habiendo visto ya, muy brevemente las razones para dar con la independencia, quiero departir sobre lo nuestro, lo único que tristemente podemos llamar nuestro: las esferas políticas. Como los cristianos fundamentalistas son a su Dios y la Biblia, así son los penepés a la Bandera de los EEUU, los populares al Estado Libre Asociado, los pipiolos al Grito de Lares con billete y los soberanistas a la filosofía de friends with benefits. Todos un problema, pero al parecer problemas que son tan necesarios como el aire para respirar. El 4 de julio en Puerto Rico para estos cuatro grupos es un tema que da y sobra para discutir. Es tan y tan bueno el tema, que cuando se menciona la política en cualquier lugar, de aburridas conversaciones salen Ojedas y Jorge Ramos de periódico y noticieros, para hacer de esas charlas en oficinas médicas candentes discusiones que le suben la presión a cualquiera. Y es que, no es hasta que alguien abre la boca, que descubres lo cerril que puede ser, lo pitiyanqui que puede ostentar o simplemente, y en castilla a la vieja the kind of idiot that he/she is. Por ahí voy...

El primer turno al bate le corresponde a los penepés, en este escenario los pitiyanquis vestidos de azul. Se ponen la mano en el pecho cuando escuchan las entonaciones del Star Spangled Banner, del God Bless America, o de hasta la popular canción de Springsteen, Born in the USA. Tararean el Pledge of Alliance a la bandera estadounidense y ven en esta nación el modelo perfecto de gobernanza, de vivir y de relacionarse con el mundo como si no existiera otro país en el mundo. Son fundamentalistas en su inmensa mayoría y promedian .150 en bateo. Cuando de politiquería se trata no hace falta llamarlos, siempre están "alante". Su insignia es una palma, no me pregunten por qué, francamente no lo sé. Esperan con ansias locas el día en que Puerto Rico se convierta en un estado de la nación estadounidense. Son una especie en abundancia para desgracia nuestra. Desde 1968 andan buscando la estadidad con su palma, agua de coco y la pecosa; no dominan el inglés y muchos apenas el español. Son el hazme reír en el Congreso de EEUU y a veces se cuelan en las celebraciones insulares, poniendo en duda sus posturas pro-estadounidenses. El 4 de julio es su pascua.

Con el segundo turno al bate aparecen en la caja de bateo los populares, utilizando una pava con uniforme rojo, "jalda arriba" con un promedio de bateo de .125. ¿Por qué tan desastroso promedio? Bueno, ellos creen en lo mejor de dos mundos, como decir soy amigo de Dios y del Diablo, en palabras fundamentalistas. Son de aquí pero quieren lo de allá, y siempre tienen un tira'y'jala en la colectividad. En 1938 con el famoso Luis Muñoz Marín se fundó el Partido Popular Democrático y con su lema de "Pan Tierra Libertad" son la colectividad que más gobernantes ha dado a Puerto Rico. Muñoz impulsó la industrialización en Puerto Rico y abandonó la agricultura (error garrafal), logró el ELA (hoy nuestra cadena perpetua) e hizo un gran aporte cultural para avivar la identidad nacional (DIVEDCO, el Instituto de Cultura Puertorriqueña en 1955, entre otros). El partido al parecer va en picada, es cada vez mayor la división entre estadolibristas y estadolibristas soberanos, o sea, si antes era difícil entenderlos, últimamente se ha embelesado más el asunto. Podríamos describirlos como los que no quieren dar un paso al frente, ni para atrás, prefieren quedarse tal y como están o mejor moverse hacia los lados. Están conscientes de que su política nos ha traído hasta aquí pero no quieren aceptarlo, pues en algún punto en el trayecto histórico perdieron su capacidad de raciocinio. Tanto estos como los penepés nos han mantenido bailando, como Wallenda, en la cuerda desde los 30 hasta hoy. Un típico estadolibrista dice y dice, pero no dice nada. Felicita a los estadounidenses en un 4 de julio, pero no lo celebra porque Puerto Rico es su patria, su patria vendida, como la venden los pitiyanquis, aunque un poco más cara.

Luego, le siguen los pipiolos. Con un promedio de .100, no demuestran fuerza, unión, ni determinación. Los que más radicales deben ser y no han plasmado esa visión radical de ninguna forma. Aparecen cuando la UPI está en huelga, cuando estaba la Marina, y eso está bien, es necesario mas nunca suficiente. Si fuera militante independentista utilizaría los quebrantos políticos penepés y populares para aventajar mi causa. Por más politiquero que se oiga, los independentistas de la élite deben moldear un plan de gobernanza para que reflejen tesón y liderazgo, pero sobre todo: capacidad. Este partido, el más antiguo de hecho, no ha concretado planes para promover, lograr y desarrollar la independencia que tanto quieren. Esa política de carga-maletas y sumisión no los llevará a ningún lado, solo a seguir viviendo del fondo electoral y a eventualmente fracasar. Por eso, para muchos no son de confiar pues los ven como radicales, peludos, rebeldes sin causa, amantes del verde americano, sin capacidad y sumo desorden. Así no lograrán su cometido independentista. Para ellos el 4 de julio no es día de fiesta, porque las imposiciones, los abusos y la intromisión no se celebran. "¡Bien por ellos, que lograron zafarse de un imperio colonizador y abusivo! Nosotros no tenemos nada qué ver con eso. Que lo celebren, pero aquí eso no va." Así que, por esa parte estoy de acuerdo, fuera de eso, no puedo justificar su política pública.

Y los clean-up hitters de la alineación son los soberanistas. Este término que podríamos combinar con los estadolibristas se puso muy de moda en el 2008. Quieren ser libres y soberanos pero con el empujoncito americano y su capital. Dicen que somos capaces y autosuficientes pero a la vez lo contrario. Es como pedir un divorcio, pero con la intención de mantener la convivencia. Como todos, no tienen nada para hacer, pero mucho para decir. Al igual que los pipiolos, pisan y no arrancan, y el 4 de julio es un chiste de mal gusto. También viven en la irrealidad de "lo mejor de dos mundos".

Así que, ya tenemos las esferas políticas definidas... Un panorama difícil, aunque entretenido. Entonces, ¿cómo se celebra el 4 de julio? En EEUU, a lo largo y ancho de la nación se hacen barbacoas, las personas decoran con los colores de su bandera en todas partes y pocos valoran de verdad el día. Aquí, el Partido Nuevo Progresista (PNP) celebra con bombos y platillos, por todo lo alto la Fiesta del Cumpleaños de la Gran Nación. ¿Cuán absurdo es este gesto? Lo celebran con música latina, artesanías y nada alusivo a la tradición anglosajona. ¿Por qué? Para algunos penepés, como su cabecilla y fundador, Luis A. Ferré, la estadidad podría ser un aporte de Puerto Rico a EEUU, como si los gringos nos admiraran y les encantara nuestra cultura. ¡Eso sí es ser iluso! Veámoslo así, la celebración del 4 de julio en Puerto Rico es como ir a una fiesta de cumpleaños sin ser invitados, y le damos de regalo al cumpleañero lo mejor con un poco de cultura, que a ellos les aborrece. Se llevan lo mejor, por eso nos soportan... Es su círculo vicioso, círculo que no quieren dejar ir.

Recientemente, el Gobernador García Padilla dijo que la estadidad convertiría a Puerto Rico en el ghetto latinoamericano. Fue una expresión absurda, como solo el Gobernador puede hacer, pero sí un poco jocosa. Ese comentario podía esperarlo de los Rayos Gamma, de los muchachos de Teatro Breve o cualquier comediante, pero no de él... Aunque bueno, "le vale". A este comentario, los penepés trataron de sacarle partido como buenos politiqueros al fin. El actual presidente de la colectividad y Comisionado Residente en Washington, D.C., Pedro Pierluisi se expresó en repudio al comentario del Gobernador con un post en su página de Facebook, y cito:

"Lamentablemente otra vez el Gobernador García Padilla no se        expresa a la altura de su cargo, aunque en este caso insultó a todo          nuestro pueblo. Piensa tan poco de la capacidad y potencial de nuestro pueblo que acaba de decir que seriamos un gueto de los     Estados Unidos si recibiéramos el mismo trato que nuestros           conciudadanos en los estados. Es increíble al extremo que llega con            tal de entorpecer el reclamo de igualdad y progreso que conlleva la             causa de la estadidad. Parece que ya se olvidó que por lo menos debe            tratar de aparentar que es el Gobernador de todos los    puertorriqueños."

Me pregunto, ¿no devalúan y subestiman los estadistas la capacidad y potencial de nuestro pueblo con su vago e iluso ideal de la estadidad? Si lo medimos con la misma vara, el burro no puede hablar de orejas. Este asunto del status seguirá dando de qué hablar y no tendra fin sino se crea una conciencia colectiva que atienda el asunto con seriedad y responsabilidad. Dejemos meridianamente claro que Puerto Rico necesita ser gobernado de acuerdo a nuestras necesidades y realidades, no conforme a las necesidades y realidades de los EEUU, sino estaríamos repitiendo la política española que por 400 años dominó la Isla, pues como habría dicho Jorge Agustín Nicolás: "Aquel quien olvida su historia, está condenado a repetirla." Por eso, con este pulseo político popular y penepé queda prohibido olvidar.

Así que, ¿por qué celebrar el 4 de julio? Si nos queda un poco de vergüenza respetemos la celebración, mas no le rindamos pleitecía, ni benevolencia. El día que podamos resolver esta, nuestra calamidad, celebraremos. Por lo pronto, no nos sentemos a esperar que llegue, sino busquemos. El 4 de julio por ahora es un día más... Para hacer lo posible e imposible por esta tierra a la que estadistas, estadolibristas, independentistas y soberanistas llaman: patria.

 

patria. (Del lat. patrĭa).

1. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.