Setenta mil dólares no son suficientes. Me pregunto cuándo es que esa cantidad de dinero por un trabajo en Puerto Rico dejó de ser suficiente para vivir. Aparentemente en el caso del Representante Charlie Hernández, y de otros obviamente, no lo son. Nadie me tome a mal, Charlie es uno de mis favoritos, hablando de representantes, considerando los compañeros que tiene. Pero firmar un contrato para dar talleres o lo que sea para aprovecharse de la nueva ley de “legislador ciudadano” no lo pone en una buena posición. ¿No hay más personas necesitadas de un trabajo, aunque sea a medio tiempo, que puedan realizar esas labores que iba a realizar Charlie?
El problema es más complejo. Este verano he comenzado a realizar algunas visitas de turismo interno. Hace unas semanas fui a Bayamón, visité dos museos, el Museo Histórico de Bayamón y el Museo Francisco Oller. En ambos museos encontré empleados atentos, serviciales, con un gran conocimiento de lo que estaban mostrando y dispuestos a dar la milla extra para responder a mis preguntas y a las de mi hija. No visité el segundo piso del Museo Histórico porque era más bien un santuario para darle culto a Ramón Luir Rivera padre. Luego salí a la calle. Tratando de caminar desde el museo hasta el Cantón Mall tuve a pasar por áreas destruidas del municipio. Bayamón es un municipio muy pobre, el centro es pura oficina de gobierno y calles hechas añicos. ¿Será por eso que Hollywood lo confundió con Irak?
En medio de esa pobreza, destrucción y poco mantenimiento es que la pregunta surgió. ¿Setenta mil dólares no son suficientes? Yo tengo que pagar esos setenta mil y no tengo ni acercas para caminar con seguridad.
Como parte de mi programa de visitas de turismo interno fui al parque forestal la Marquesa, “La Marquesa Forest Park”, claro porque el colonizado tiene que dejarse sentir en cualquier lugar, ¿Verdad O’Neill? Es un buen proyecto, tiene potencial. Está mal organizado, se pierde mucho tiempo en filas irracionales, los servicios sanitarios son un desastre y tuve que hacer una fila de una hora para comprar una pizza fría que estuve viendo durante todo el tiempo que estuve en la fila. Entonces recordé a Charlie. ¿Setenta mil no son suficientes?
Nuestro pueblo está sufriendo las consecuencias de una clase política que no cree que se merecen este pueblo. No es que nosotros no nos merecemos los pro-hombres que tenemos en la legislatura, es que ellos creen que no son merecedores de lo que somos nosotros, el pueblo somos poca cosa para ellos. Eso se nota cuando setenta mil no son suficientes. Ellos tienen un estilo de vida que tienen que sufragar, lo dijo Conny Varela, vaya prócer.
Ellos se merecen más, nosotros deberíamos darles las gracias porque ellos están dispuestos a vivir de nosotros y servirnos. ¿Servirnos? ¿Cómo? Las calles no son transitables, los hoyos en las carreteras son insoportables, la luz se va y viene, el agua es cara y los servicios públicos nos los brindan como si nos estuvieran haciendo un favor. Charlie, en serio, ¿Setenta mil no son suficientes? Dame una llamada, yo lo hago por menos.