Hay gente que piensa que las personas LGBT constituimos una “anormalidad” en contra de las leyes de la naturaleza. De esta manera intentar justificar la exclusión, el prejuicio y la negación de derechos básicos. Hay, sin embargo, evidencia de que siempre hemos existido.
Hace un par de días publicamos una noticia sobre un estudio donde se documenta evidencia de que los matrimonios gay eran apoyados y auspiciados por la iglesia de tiempos antes de Cristo. En el mismo se expone que las objeciones de la iglesia contra los sectores LGBT son el resultados de procesos de re definición de tiempos recientes, a saber del siglo 13. En el interés de continuar documentando el tema, volveremos a publicar dos artículos que abonan sobre el mismo. A continuación incluimos “Evidencia de Gays Prehistóricos”, publicado originalmente en junio 2011. Más adelante en el día publicaremos “El Cuerpo Transgénero Más Viejo”, original de mayo 2011.
En una exposición reciente, organizada por la Fundación Atapuerca y la localidad de Santillana del Mar, se mostró evidencia en pinturas rupestres de prácticas homosexuales en el periodo Paleolítico de la evolución humana. La exposición llamada “Sexo en Piedra” muestra ejemplos de prácticas sexuales de los grupos primitivos desde sexo con animales, dildos, sexo oral, hasta una especie de diccionario sexual en el que las relaciones homosexuales tienen un papel relevante.
Uno de los propósitos de la exposición es romper con los tabúes sexuales a los que se someten historiadores desde el siglo 19 mostrando que las relaciones sexuales en la prehistoria no estaban orientadas únicamente a la reproducción. Algunos de los organizadores de la exposición creen que ha habido una actitud homofóbica implícita en los estudios arqueológicos y antropológicos. Se piensa así porque nunca se hace referencia a la homosexualidad a pesar de que se han encontrado numerosos rastros de estas prácticas en distintos yacimientos.
Una de las placas, que fue tallada hace más de 12.000 años, se puede ver a dos mujeres rozando sus senos en actitud cariñosa, mientras que otra hallada en la cueva francesa de La Marche recoge un coito anal entre dos hombres.