El gobierno de los EE.UU en una movida unilateral flexibilizó las disposiciones reglamentarias de la ley de inmigración para permitir que ciudadanos cubanos entren a dicho país en calidad de turistas. La nueva visa, categoría B2, la cual entró en vigor a principios del mes de agosto, le permite a los ciudadanos cubanos residentes en la isla, solicitar una visa de turismo de múltiples entradas a los EE.UU, con validez de cinco años. Aunque el resto de las disposiciones de visas no cambia, en particular a la posibilidad de permitir hacer negocios entre Cuba y los EE.UU, es un paso de avance esta medida, que le das más libertad de movimiento a los ciudadanos de a pie.
Hace ya unos meses, desde enero del 2013, el gobierno cubano había flexibilizado su política migratoria, permitiendo que tanto los ciudadanos residentes en la isla, como aquellos que se habían ido, pudieran salir y entrar libremente. Dicha política del gobierno cubano encontraba limitaciones ante el interés del pueblo cubano de poder ir de vacaciones a los EE.UU. Desde el año 1966, el gobierno de los EE.UU estableció una política pública de prohibir el flujo normal y corriente de ciudadanos cubanos. Salvo por medidas de asilo político o deserción, los ciudadanos cubanos podrían entrar a dicha país norteño.
Se trata de un nuevo momento. Esto le permitiría a los cubanos, combinando con la legislación vigente en su país, a permanecer fuera de su país hasta un máximo combinado de nueve meses en suelo de los EE.UU. No obstante, las visas B1, que son las que permiten hacer negocios, no han sido flexibilizadas. Estas según lo dispuesto hoy, solo permiten una entrada anual, y bajo otras disposiciones restringen la capacidad de hacer negocios.
En perspectiva es un paso, sea como sea, para continuar normalizando las relaciones entre los EE.UU y Cuba. Después de 55 años de un bloqueo comercial unilateral, ya es tiempo que el gobierno de los EE.UU cambien su política hacia Cuba.