¿Cuentos de Mujeres? Rosi Mari se descubre como escritora

Crítica literaria
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altSí, la misma que viste y calza: Rosi Mari Pesquera. Esa misma que es la hija del prócer (Juan Mari Bras) y de una economista (Paquita Pesquera) pero que por sus propios talentos le ha dedicado toda una vida a la lucha por la justicia social y la independencia de Puerto Rico. Hermana de un patriota asesinado, Santiago Mari Pesquera, madre de cinco hijos, y compañera de casi toda una vida. Pero, ¿Escritora? ¿Artista plástica? Así es la vida. Ya lo había pregonado en el 1971 Cheo Feliciano cuando nos cantaba que “de cualquier malla sale un ratón”. Las sorpresas son siempre lo más esperadas. Y en este caso toparnos con la escritora Rosi Mari, es un deleite. Valga la introducción para poder hablar de su primera colección de cuentos, Pequeños cuentos de mujeres (San Juan, n/a edición, 2011).

En un formato perfecto de diseñador sofisticado, se insertan 16 cuentos en 99 páginas, los cuales uno lee con gran facilidad y dulzura. Son cuentos, realmente hablando escrito por una mujer, pensando como mujer para un mercado sensible a las valoraciones femeninas. En este sentido, destaco que a leer estos cuentos, con la rapidez y cariño que viejas vinculaciones con la escritora me unen, en particular desde la lucha social, la exigencia por la independencia de Puerto Rico, y más que nada por no permitir que ningún crimen, incluyendo el del querido hermano Chago, queden impunes en Puerto Rico.

Los cuentos reflejan a la escritura de una mujer madura, pero sobre todo madura en la vida vivida. Todo indica que los mismos fueron escritos a distintos tiempos, en la medida que su calidad y técnicas narrativas no son homogéneas a lo largo de los 16 cuentos. De mi parte los cuentos mejor logrados, son cuentos extraordinarios. Estos en si mismo, merecen ser leídos o enriquecidos dentro del colectivo literario existente o de forma independiente.

No son cuentos surrealistas. No son cuentos excéntricos. Son cuentos realmente hablando, de la vida cotidiana. Son cuentos de la vida que todos y todas vivimos. Es una lectura sencilla, sin ninguna pretensión. En esta medida, si tiene el tiempo lea el libro. Si no tiene tiempo, por lo pronto le recomiendo que lea de forma independiente lo siguientes cuentos: “with love, Willie, with love”, “A trabajar se ha dicho”, y el mejor de todos los cuentos “Vida”.

Dicho todo lo anterior, la obra de portada del libro, también es de Rosi Mari. Otro éxito, también nos salió pintora la mujer. Adelante, que venga el próximo libro, Rosi.