Palma negra

Caribe Imaginado

altEs preciso que de una vez

descubramos la palma

que tiene negro el penacho.

Nuestros muertos en su cimera

esperan ser enterrados.

Allá arriba están en sus lamentos

que el viento propaga implacable.

En la sabana todo parece verde,

pero esa palma, ¡oh, esa palma!


A la cacería de esa palma,

la señora de la esquina,

el zapatero del barrio,

irán vestidos de verde.


Toquen el cornetín,

enfilen los perros,

revienten los caballos.


En la sabana todo parece verde,

pero esa palma, ¡oh, esa palma!


Si no es esa, si no es aquella,

si el zapatero del barrio

jura por todos los santos

que su perro la ha olfateado;

si la señora de la esquina

caracolea sin descanso

dando voces a su Pedro

que está allá arriba en la palma;

si el telón de fondo verde

encabrita los caballos,

¿cómo dar caza a la palma?


En la sabana todo parece verde,

pero esa palma, ¡oh, esa palma!