ELIGE TÚ QUE CANTO YO

Historia

altEl título de este artículo no se refiere a la canción que popularizó el inmortal Beny Moré. Si lo traigo a colación es porque yo, tú, él, ella, en fin, nosotros, estamos obligados a "cantar" lo que determina un número insignificante de personas.

Ese pequeño grupo, constituido en gobierno, asume nuestra representación y en nuestro nombre, toma decisiones que nos afectan a todos. El resultado no es nada democrático: una minoría redacta leyes, decretos, etc. y decide lo que el resto del conglomerado social debe acatar y cumplir. Esto es lo que ocurre en todos los países, es la forma asumida por las democracias representativas; sistema que hace rato está totalmente desprestigiado, al demostrar que ni es democrático, ni es realmente representativo.

Para paliar esta deficiencia y en ocasiones especiales, algunos gobiernos convocan al pueblo para que intervenga en la confección de las normativas por las que ha de regirse; estos actos que reivindican la soberanía popular, se concretan en asambleas constituyentes, plebiscitos y referendos. En Cuba tuvimos un referendo en 1976, cuando aprobamos con nuestro voto la Constitución, la que está vigente, aunque ya modificada en dos ocasiones. Por cierto, para una de esas modificaciones, debió acudirse a plebiscito, según establece la propia Constitución, pero como no se cumplió ese requisito, dicha reforma resultó violatoria de nuestra Ley de Leyes y por tanto anticonstitucional.

Además, como no existe separación de poderes, las mismas personas que asumen la iniciativa legislativa, son las que aprueban, respaldan y ejecutan sus propios actos jurídicos. Todos estos absurdos e incongruencias fueron tratados por Julio César Guanche en un medular ensayo titulado "La Verdad no se Ensaya, Cuba: El Socialismo y la Democracia". No soy especialista en Derecho y, por lo tanto, no me corresponde analizar esta cuestión desde el punto de vista técnico; mi objetivo es otro: considerar a la luz de la razón y la lógica, algo que nos afecta a todos. Después de 1976 no hemos tenido otro referendo o plebiscito y en su lugar se ha recurrido a la "consulta popular". ¿En qué consiste ésta?

En cada núcleo del partido, en cada comité de base de la UJC, en cada CDR, en cada bloque de la FMC, en cada centro de trabajo, en cada unidad militar, se discute lo propuesto; esto da una imagen de participación universal. Como cada ciudadano cubano pertenece a varias de estas organizaciones, es frecuente que cada uno de nosotros repita su participación. De estas reuniones salen sugerencias y modificaciones que luego serán analizadas y resumidas por el gobierno quien, en definitiva, tendrá a su cargo la redacción definitiva del documento que será finalmente aprobado. Que en una o en muchas de esas reuniones se haga una propuesta, no quiere decir que la misma se plasme en ley. Es decir, todos pueden opinar, pero unos pocos deciden. Esto maquilla de participación democrática dichos actos, preñados de una verticalidad que los invalida como democráticos y participativos.

Sin embargo, la propaganda oficial los exhibe como demostración de democracia incuestionable. Es lo que ocurrió con los Lineamientos económicos y sociales, aquellos que determinarán nuestro futuro inmediato y que pretenden actualizar un modelo que ha demostrado ser obsoleto. Eso no debe ocurrir con el actual proyecto de NUEVO CÓDIGO DEL TRABAJO. En una República de trabajadores, son los trabajadores los que deben aprobar con su voto dicho código. Por tanto, es imperativo que lo que nos afectará a todos, sea aprobado por todos.

En asuntos como éste, no podemos permitir que otro elija lo que después todos tengamos que cantar. En lugar del "Elige tú que canto yo", digamos:¡YO ELIJO LO QUE VOY A CANTAR! Desde Regla, Ayer, "La Sierra Chiquita"; ayer, hoy y siempre, bastión de rebelde cubanía. Agosto 21 de 2013___De la Revolución iniciada en 1868 y aún inconclusa, soy hijo; a ella me debo. Jorge C. Oliva Espinosa. Cubano, nieto de mambises, sobreviviente.