El pasado 30 de septiembre de 2013, en la ciudad de Santa Cruz se celebró la gala por dicha ciudad. En el mes de la ciudad, septiembre, luego de las fiestas de carnaval, y la fiesta de aniversario, el municipio de Santa Cruz convocó a la población a la celebración de una fiesta en el llamado Parque Urbano. Ante poco más de dos mil personas, se presentó un espectáculo artístico musical el cual combinó música folklórica con música contemporánea y clásica.
Entre los grupos musicales presentados en dicha ocasión, estuvo la Orquesta Sinfónica de Urubichá. Fundada en el 1996, esta orquesta y coro, constituye una de las fuentes principales de atracción del llamada música clásica de las Misiones, en virtud del legado, bueno o malo, que la colonización cristiana-católica impuso durante los tiempos del colonialismo español en Bolivia, lo cual creo entre otras cosas un acercamiento a la música clásica sacra, dentro de las culturas indígenas de dicho país. Ejecutan, de forma tradicional, música clásica barroca, no obstante para sus presentaciones populares incluyen un repertorio de música contemporánea interpretada por una orquesta sinfónica.
En su participación en esta ocasión, interpretaron 12 canciones de corte popular, las cuales interpretaron de forma magistral. Entre otras, mencionamos Rasa Camba, El Carretero, Tito Tico, Flor de Santa Cruz, Popurrí de Carnavales y Viva Santa Cruz. Lo interesante es ver como ejecutan en instrumentos artesanales algunos re-interpretando los objetos originales (por ejemplo, violines indígenas en lugar de europeos) la música no Europea que tocaron en esa noche. Un ejercicio deleitoso de culturas híbridas.
Es valioso este encuentro de las culturas Chiquitanas (indígenas de la región oriental de Bolivia, sitos en el departamento de Santa Cruz), quienes asumieron la música clásica de forma natural, y la re-interpretaron tanto en su ejecución, instrumentalización como en los ritmos que asumieron. En esta medida, esta orquesta que se presentó en la celebración de la noche de Santa Cruz, compuesta en su mayoría por niños de 13 a 15 años, es un ejemplo de lo que los mestizajes musicales pueden lograr.
En Bolivia, con todas sus contradicciones, se logra desarrollar un tipo cultura híbrida, que incorpora de una forma u otra a los valores de la civilización Occidental como de las Civilizaciones indígenas del continente Americano.