Sí. Acabo de escribir en el titular que era precursor del Punk, pero Lou Reed era mucho más que eso; fue uno de los rockeros norteamericanos más importantes de la historia del género. Cierto, fue precursor del Punk, pero tambiérn del más sutil New Wave y junto a David Bowie, productor de su primero disco como solista, precursor del Glam Rock.
Reed murió hace unos días de complicaciones relacionadas a un transplante de higado, pero hasta el año pasado gracias a una dieta concienzuda y la práctica del arte chino marcial del Tai Chi, se veía robusto. Se dice que su aflicción del higado se puede trazar a una adicción a la heroína que tuvo hace ya muchos años atrás. Reed, un nuyorquino de espíritu y corazón, personificó la contestación rockera de Nueva York a los hippies de la costa occidental de los Estados unidos, especialmente los de San Francisco, con sus temas del lado negro de la vida y la existencia urbana. Su primer grupo, los Velvet Underground, se formó en 1964 como apéndice del taller de arte moderno del inmortal artista plástico Andy Warhol. Fue entonces que Reed, que venía de una familia acomodada, desarrolló una afición por la heroína. Algunas de las canciones de los “Underground” tenían que ver con esa adicción, y su clásico, “Heroin”, la seguían pidiendo los fanáticos hasta el ultimo día de su vida como músico de tarima. Lo vi varias veces, todas en Nueva York, y la última vez, en un club de la ciudad, entablamos una conversación. Se entusiasmó mucho cuando le dije que yo también practicaba Tai Chi, y me explicó en detalle cómo la práctica del arte chino había cambiado su vida. Ya Reed no bebía, pero me invitó a un trago de Jack Daniels. Su consejo para mi vida: “don’t let the bastards get to you”. (no dejes que los bribones te hagan la vida difícil).
Los “Underground” tenían una fanaticada relativamente pequeña en su época, pero su atracción e inventiva (incorporaban a una viola a su conjunto) enganchaban a cualquiera que estuviese dispuesto a descubrir en el Rock un medio musical que podia ser avant garde y bailable a la misma vez. Sus canciones “Sweet Jane” y “Rock n’ Roll” tenian una tonada y una letra desafiante y hasta mórbida. Celebraban el Rock en toda su euforia. Dice “Rock n’ Roll” que” “when Jenny was just five years old/ there was nothing going on at all/she turned on a New York station/and she couldn’t believe what she heard at all/despite all the amputations you could dance to a roll n’ Roll station/and it was alright. Alright!”.
La historia de Lou Reed es una singular. Se graduó de la renombrada Universidad de Syracuse en el estado de Nuewva York, donde conoció a varios poetas. Estudió literatura inglesa y periodismo, y publicó poesía. Reed era un demente desde el principio. Formaba parte del grupo ROTC, brazo militar del ejército de los Estados Unidos, pero cuando decidió que la milicia no iba con él, secuestró al líder estudiantil de su escuadrón, poniéndole un rifle a la cabeza. Cómo se salvó para que no lo explusaran de la Universidad es otra historia. Lou Reed tuvo varias etapas como solista, desde una andrógina hasta una suave que con el acompañanmiento del bajo lírico de Fernando Saunders, le cantaba a la vida cotidiana y a sus amantes. Murió acompañado de su esposa de dos décadas, Laurie Anderson. Una de sus últimas grabaciones fue la de un concierto de un Velvet Underground reagrupado en París. Fue probablemente el rockero norteamericano más querido en Europa. Con el atisbo de una lagrima en un ojo pienso en su filosofía de vida: “don’t let the bastards get to you”.