LA EXTREMA DERECHA SE ORGANIZA Y AVANZA EN EUROPA

Caribe Hoy

altEn tiempos de crisis, dos tendencias políticas tienen el potencial de hacer avances significativos en el desarrollo de un país: una para el bien de la sociedad, proponiendo mediante diversos métodos de lucha cambios en las estructuras económicas dirigidos a una mayor redistribución de la riqueza social y ampliación del ejercicio democrático del pueblo en la toma de decisiones; la otra, acentuando los privilegios de clase del sector o sectores económicamente más fuertes y privilegiados, a la par que desarrollando un discurso populista mediante el cual se culpe de los efectos de la crisis a sectores minoritarios ya sean étnicos o religiosos, o sencillamente mayoritarios pero influenciados por determinadas ideologías políticas denominadas extranjerizantes o nocivas a un supuesto bienestar nacional

En la vida cotidiana, al referirnos a los movimientos que impulsan en momentos de crisis las anteriores opciones, los llamamos derechas o extremas derechas; izquierda o extremas izquierdas. El origen en el uso de los términos ¨derechas¨ o ¨izquierdas¨ en las ciencias políticas para referirnos a posiciones políticas, sin embargo, surge del período sobrevenido luego de la Revolución Francesa. Tomando como base el lugar en el Parlamento recién surgido del proceso republicano donde se sentaban los extremos políticos, liberales y conservadores, se institucionalizó en el lenguaje político el uso de estos términos. También entonces hubo un centro político que se sentaba entre los dos extremos, en ocasiones con un proyecto propio; en otras, haciendo causa común con un extremo u otro.

Con el paso de los años y en función a otras consideraciones como fueron los métodos de lucha política o la precipitación de los cambios o transformaciones políticas o económicas propuestas, incluyendo las divisiones o subdivisiones en determinadas agrupaciones políticas, las izquierdas y derechas también se dividieron en modalidades de sus caracterizaciones iniciales, Así surgen las extremas derechas o izquierdas, todas ellas con sus características propias en cada país; como también las derechas o izquierdas de las izquierdas, o las derechas o izquierdas de las derechas.

En nuestra realidad colonial, el significado de derechas, izquierdas o centro se ha asociado no tanto a categorías económicas o de clase, sino más bien sobre el estatus político, resultando así una ¨izquierda¨ independentista; un ¨centro¨ autonomista o colonialista y una ¨derecha¨ anexionista.

Existe sin embargo hoy en día, fuera del caso particular nuestro, algún consenso generalizado en que las tendencias de ¨derecha¨, todas ellas, tienen como atributos principales los siguientes: el nacionalismo étnico; la afirmación del capitalismo neoliberal en oposición a la intervención del Estado en los procesos económicos; la defensa a ultranza de ciertos valores religiosos tradicionales y oficiales en clara y abierta oposición a otros valores religiosos; un conservadurismo dirigido a hegemonizar en la cultura, las artes, la moral social y la ética; poca tolerancia democrática; anticomunismo en todas sus manifestaciones; y la intolerancia hacia la población inmigrante o extranjera.

En la edición de la página electrónica Global Research del pasado mes de octubre, el compañero Iván Gutiérrez del Arroyo publicó un artículo que tituló Resultados de las elecciones alemanas: Se consolida el apoyo de los megabancos del FMI. Allí el autor señala lo que a nuestro juicio es una verdad incuestionable: en Puerto Rico como pueblo y país ¨sabemos muy poco sobre Europa y el impacto de sus elecciones parlamentarias y sus decisiones económicas y políticas en nuestro diario vivir.¨ En efecto, recién se habían producido las elecciones parlamentarias en Alemania donde su actual Primer Ministro o Canciller Ángela Merkel, postulada para un tercer término por su partido Unión Demócrata Cristiana que formó alianza con la Unión Social Cristiana de Baviera, resultaría reelecta alcanzado un 41.5% de los votos.

La Alianza a la cual responde la Primer Ministro Merkel es un frente político de centro derecha. Alemania que es hoy la principal economía europea. Ha sido en los pasados años el país que ha salido al frente como avanzada política en los llamados rescates financieros a países europeos como Portugal, España y Grecia, por mencionar los más conocidos junto a las fuerzas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La experiencia de los pasados años en estos países demuestran que los llamados rescates financieros fueron dirigidos en primera instancia a asegurar el pago de las deuda de los países beneficiados con los llamados ¨rescates¨ a las instituciones bancarias acreedoras de las deudas públicas de estos países. Estos llamados ¨rescates¨, sin embargo, han conllevado la precarización de las condiciones materiales de vida de la población trabajadora, el empeoramiento de sus términos y condiciones de empleo, la pérdida de beneficios de pensiones, el aumento en la tasa de desempleo y la afectación de servicios públicos esenciales, particularmente en las áreas de salud, vivienda y educación. Sin embargo, contradictoriamente, en lugar de que el agravamiento de tales condiciones materiales de vida haya tenido como resultado el avance y fortalecimiento de una izquierda política, donde se palpa un avance y crecimiento es en el fortalecimiento de las fuerzas políticas de la derecha y extrema derecha.

Nos dice la página electrónica elmundoencifras.com en su edición del 27 de junio de 2013 del avance de la ultra derecha en Europa en países como Reino Unido de la Gran Bretaña, Francia, Italia, Grecia, Bulgaria, Países Bajos, Austria, Suecia, Finlandia y Hungría. A juicio de esta publicación, el Parlamento Europeo pudiera en breve alcanzar la cifra de 60 diputados provenientes de las organizaciones políticas de extrema derecha de estos países superando los 34 actuales. De acuerdo con la publicación, el país de más avance en el incremento de eurodiputados provenientes de la extrema derecha es el Reino Unido de a Gran Bretaña, donde el Partido Independentista (UKP) podría convertirse en la segunda fuerza política del país entre los Conservadores y Laboristas.

Si bien esos 60 erurodiputados representa aún un número pequeño frente a un parlamento integrado por unos 765 diputados, es decir, menos de un 10%, la concertación que pudieran articular entre ellos no debe ser pasada por alto a la hora de moverse como un bloque.

En el caso de Francia, el Frente Nacional, encabezado por Le Pen, podría triplicar el número de eurodiputados electos, mientras que en el caso de Grecia, los neo nazis del Partido Amanecer Dorado alcanzarían 4 escaños. En Hungría, el Movimiento por una Hungría Mejor alcanzaría de cuatro a cinco diputados, a la vez que tendría el 16% del electorado en este país centro europeo, En Bulgaria el Partido Unión Nacional Ataque obtendría dos eurodiputados con un 7% del electorado. En Suecia, con un eurodiputado del Partido Demócratas de Suecia, lograrían el 6% del electorado. El Partido de los Auténticos en Finlandia, con dos a tres escaños, obtendría el 19% del electorado. Austria por su parte, el Partido de la Libertad, con un programa abiertamente anti islámico, lograría de cinco a seis diputados. En Italia la Liga del Norte, un partido aliado del partido de Berlusconi, lograría 9 escaños. Finalmente, en los Países Bajos, el Partido de la Libertad, que mantendría su actual escaño en el Parlamento Europeo.

A las anteriores proyecciones se suma el resultado de las elecciones en Noruega efectuadas el pasado 9 de septiembre donde una coalición de centro derecha obtuvo 96 de los 183 escaños parlamentarios. La coalición hecha por el Partido Hoyre (Conservador), junto al Partido del Progreso de extrema derecha, el Partido Demócrata Cristiano y la organización Venstre, unieron sus fuerzas para alcanzar un 54% de los votos venciendo a la coalición de centro izquierda integrada por el Partido Laborista, el Partido del Centro, el Partido de la Izquierda Socialista que obtuvo el 40.4% de los votos. El Partido Verde, por su parte, obtuvo el 2.8% de los votos.

Según relata la página electrónica www.dw.de/ue, en los planes de esta extrema derecha europea se encuentra la coordinación de esfuerzos para las elecciones de 2014 al Parlamento Europeo centrando su atención en los temas de la inmigración, las políticas de ahorro—que dicho sea de paso, van de la mano con las medidas de choque impuestas por el FMI como parte del llamado rescate de las economías de algunos países de la Unión Europea--, la salida de sus países de la Unión Europea y el rechazo al Euro como moneda estándar de la Unión Europea. Se señala que un elemento que favorece la ampliación de la participación de estos partidos de la extrema derecha en la elección de eurodiputados es la baja participación electoral que se da en cada uno de estos países para la elección de los eurodiputados, a diferencia de la participación en las elecciones internas de cada país para escoger sus parlamentarios. Se indica que mientras en las últimas elecciones para elegir los eurodiputados hubo una participación de 43%, la misma contrasta con la participación de entre un 60-70% en los comicios generales.

El pasado 20 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 67/154 sobre la Glorificación del nazismo: inadmisibilidad de ciertas prácticas que contribuyen a alimentar formas contemporáneas de racismo, discrimen racial, xenofobia e intolerancias relacionadas. La Resolución, auspiciada por la Federación Rusa y otros 35 países, incluyendo Israel, la República Islámica de Irán, Cuba, la República Democrática de Corea y Paquistán, entre otros países, expresa su profunda consternación por eventos recientes donde se glorifica el régimen ¨nazi¨, a sus tropas de la SS, el levantamiento de monumentos para rememorar el pasado del movimiento ¨nazi¨, e incluso, la promoción mercantil de productos alusivos a formas de explotación y abuso desarrollado por el régimen ¨nazi¨. Tal es el caso de la campaña publicitaria de píldoras para adelgazar ¨Dr. Mengele¨, anunciando cómo perder libras de peso al igual que aquellos que sufrieron los horrores de los campos de concentración de Buchenwald.

Lo trágico en lo anterior es que veintidós países europeos no respaldaron la Resolución absteniéndose de votar a favor de ella, mientras países claramente enemigos como Siria e Israel, o Israel y la República Islámica de Irán, se unieron en el rechazo al nazismo o neo nazismo según expresado en la Resolución.

El escenario europeo resulta, además, complejo en cuanto a la descomposición política e ideológica de una izquierda tradicional del período de la post guerra frente el avance político de una nueva derecha o extrema derecha. Cada vez se acercan más a las posiciones conservadoras de la derecha política las propuestas de los partidos políticos otrora anti capitalistas e impulsadoras de procesos sociales y políticos transformadores. Así ha ocurrido con los partidos socialdemócratas e incluso comunistas de los cuales hoy solo sobrevive el nombre y el recuerdo de las organizaciones que las impulsaban. En el Reino Unido de la Gran Bretaña, Portugal, España y Francia, por solo mencionar algunos, es muy difícil encontrar diferencias reales entre los gobiernos socialdemócratas y los gobiernos conservadores. Tanto en las políticas internas en sus propios países, como en la política exterior que hoy asumen como parte de la OTAN, todos estos gobiernos se acercan en los aspectos esenciales en defensa de los intereses y valores del capital nacional e internacional.

La fragmentación extrema como ha ocurrido con algunas organizaciones comunistas, ha llevado en algunos casos más que en otros a la pérdida de pertinencia política o peso político de algunas de estas organizaciones en los procesos por los que atraviesan sus pueblos. Esto ha llevado a muchas de las luchas que hoy se desarrollan en países abatidos por las crisis impuestas por el capital, a una perspectiva de las mismas de naturaleza defensiva y temporal sustituyendo la que debería ser una ofensiva y continua. Aún así para los pueblos, nunca deberá ser opción la renuncia a organizar, luchar, resistir y avanzar.