Rogelio Figueroa: un año después de las elecciones 2012

Caribe Hoy

En un país llamado Puerto Rico, el cual no ha resuelto muchos de sus problemas del pasado, la figura del político del Partido Puertorriqueños por Puerto Rico, Rogelio Figueroa García, se impone como una expresión independiente a la que hay que prestarle mucha atención. En particular, por el mero hecho de que Figueroa es el único candidato negro, afroboricua, que se ha presentado a la candidatura de gobernador en Puerto Rico en los pasados 50 años. Esto, en sí mismo, es uno de los datos más significativos de este joven político emergente en Puerto Rico.

Original de las parcelas Aguas Claras de Ceiba, es hijo de Juanita García, que tuvo seis hijos con Julio Madera, quien trágicamente murió en un accidente automovilístico. Luego, Doña Juanita se casó con Sotero Figueroa, con quien tuvo tres hijos. Rogelio Figueroa es el menor de los nueve hermanos. En el desempeño de la vida, Doña Juanita se dedicó a cuidar los hijos, mientras Don Sotero fungió inicialmente como obrero de la caña en Ceiba y luego, en la modernidad muñocista, la familia mejoró su condición al éste asumir un empleo de “listero” en el Departamento de Recursos Naturales. Como bien lo describe Figueroa García, su cuna es humilde, proveniente un hogar de clase obrera, la cual asciende luego a sectores medios-bajos asalariados.

Es egresado del Recinto Universitario de Mayagüez, donde estudió ingeniería química, y luego, habiendo sido becado, estudió una maestría en ingeniería química, en la Universidad de Ohio. Sus siete hermanos que sobreviven se desarrollaron profesionalmente, algunos en la ingeniería y otros en áreas intermedias como la enfermería, la asistencia administrativa y la mecánica automotriz. Se ha desempeñado en la industria de manufactura en Puerto Rico desde las corporaciones de productos de belleza y desde el 1996 en la producción farmacéutica. Desde el 1996 se independizó y creo su propia compañía de apoyo a la industria farmacéutica, y desde el 2004, divide su tiempo entre asistir empresas en Puerto Rico y otras en los EE. UU.

De camino a Aguadilla, a una reunión del Frente Amplio de Maestros y Maestras de Puerto Rico, lo entrevisté. Tenía curiosidad de entender cómo le va en la política puertorriqueña al único candidato negro que aspiró a la gobernación en los procesos eleccionarios del 2008 y 2012, y quien a su vez es uno de los pocos candidatos a dicho puesto, no el único, que puede expresar a viva voz venir de una cuna humilde de clase obrera.

No sin contradicciones, muchas relacionadas a su propio pasado, Figueroa García es una figura que hay que comprender para poder entender su contribución al desarrollo de un proyecto político de mayor participación de los históricamente excluidos en Puerto Rico. Las contradicciones siempre están; no obstante, los aprendizajes y las contribuciones hay que valorarlos también.

DN: ¿Por qué el interés en la política?

RFG: Uno de mis dones, heredado de mi padre Sotero, es el de resolver problemas de la vida diaria.

Daniel Lebrón Pietri, en la década de 1990, me invitó a trabajar en una multinacional farmacéutica en el puesto de “resolvedor de problemas”. Esta es la persona que asiste en resolver los problemas asociados a la producción. De esta forma, yo empiezo a mirar a Puerto Rico. Los mismos principios que aprendí para resolver los problemas de las farmacéuticas decidí intentar usarlos en asistir a resolver los problemas del País.

Lo otro es que me fui formando a partir de las columnas de periódicos que leía, de los análisis radiales y también por mi formación académica, donde tomé cursos que me ayudaron.

Una vez vi una nota en el periódico en la que leí que el Partido Verde había ganado una posición en Alemania. Esto fue a principios de la década de 1990. Entonces, estando de visita en los EE. UU. compré todos los libros que encontré sobre el Partido Verde. A partir de ahí comencé a relacionar el activismo político con las políticas verdes (ambientalistas o ecológicas).

DN: ¿Cuántas veces has intentado ser gobernador de Puerto Rico?

RFG: Realmente hablando, en dos ocasiones, aunque cualificadamente también lo hice en el 2004, fue por candidatura directa. No se podía inscribir fácilmente ahí, y el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR) me impulsó por candidatura directa. Aunque luego se eliminó el requisito de notarizar los endosos, y luego en las elecciones del 2008 y 2012, corrí como candidato pleno.

DN: ¿Cómo te ha ido en el proceso de inscribir un partido en los pasados dos procesos electorales?

RFG: No ha sido fácil. Siempre nos han acusado de corrupción, de hacer fraude, pero nosotros hemos sabido pelear por nuestros derechos. Esto lo hicimos en el período de 2005 a 2008, cuando cuestionamos la forma ilegal en que el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) comenzó. Detuvimos dicho accionar, y cuando fuimos nosotros a inscribir nuestro partido en el 2007, nos acusaron y me acusaron a mí de fraude, lo cual motivó un referido al Departamento de Justicia. Salimos exonerados de dichas investigaciones y logramos nuestra inscripción.

En las elecciones del 2008, pese a no quedar inscritos, el PPR resultó ser la tercera fuerza política del País, por encima del PIP. No obstante, en las elecciones del 2012, nos volvimos a inscribir, volvieron alegar que cometimos fraude, volvimos a salir bien de dichas imputaciones, aunque nuestro desempeño político fue muy por debajo de lo esperado, quedando en la última posición de seis partidos que compitieron en dichas elecciones.

Creo que la diferencia entre el 2012 y 2008 fue que en las últimas elecciones nos alejamos de ciertos principios que tuvimos en las primeras elecciones, en particular que nos dedicamos a atacar a otros candidatos políticos. Eso en el 2008 no lo hicimos. En las elecciones del 2016 no cometeremos dicho error.

DN: ¿Cómo ves las elecciones del 2016?

RFG: Para nosotros, el 2012 es parte de un proceso de aprendizaje, de maduración. Me parece que una de las lecciones, una vez uno se inserta en la vida política, es darse cuenta de que el mayor aprendizaje es que continuemos madurando y aprendiendo de nuestros errores. Es decir, que continuemos en el 2016 inspirados por nuestros errores, pero motivados a hacer una intervención de calidad en nuestro país.

Aprendí como operan las estructuras de clase, de raza, las lógicas corporativas, y de la propia cultura política, que operan y nublan nuestros entendidos sociales en la participación política. A esto se le suma una ideología que nos nubla y nos limita el entendimiento. Y para mí, la estructura ideológica es mucho más que las tres ideologías, es ese sentido de complacencia de que todo es “normal”. En las elecciones del 2012, ya habíamos aprendido todo esto, y nos dimos cuenta lo difícil que es participar en las elecciones políticas del País.

Aprendimos a ver la cara de la política puertorriqueña del País de forma más clara. También aprendí en Puerto Rico, distinto a mi experiencia en Ohio, a ver cómo opera el racismo. Esto es un aprendizaje que continuamente incorporaré en mi participación política en el 2016. El racismo es duro y fuerte en Puerto Rico y no nos podemos olvidar de dicha condición.

DN: ¿Cómo ves el futuro ahora que has estado fuera de la política partidista por un año?

RFG: Me he tomado un tiempo para poder escuchar a la gente. Me fui a trabajar a California y he podido reunirme con los boricuas que viven en los EE. UU. He vivido lo que es estar dentro de los EE. UU. y comprender lo que es calidad de vida en dicho país. Entonces, ahora que hemos comenzado a regresar a Puerto Rico, y hemos vuelto a reorganizar el Partido, lo cual vamos a anunciar en los próximos días, nos parece que lo más importante es poder escuchar al pueblo, a la gente, y entender lo que están diciendo.

Nosotros solo tenemos cinco años y medio en la participación política del País. No podemos competir con partidos políticos que tienen tradiciones de sobre 60 años. No obstante, sí sabemos que hay un sentimiento social de que no podemos seguir por las mismas rutas conocidas del pasado político.

Sí nos dimos cuenta que la gente votó por lo conocido en las elecciones del 2012, pues estaban insertadas en el discurso de sacar del poder a los que se entendían que eran los malos. Nosotros sabemos que poco a poco, en la madurez de lo político, podremos ir transmitiendo nuestras ideas y poco a poco iremos estableciendo una base de apoyo.

DN: ¿Cómo ves la experiencia del Frente Amplio de Puerto Rico y la Mesa Amplia de Diálogo?

RFG: Me parece que la derrota que le impusimos al gobierno de turno el 19 de agosto de 2012, en el referéndum constitucional, muestra la importancia de trabajar de forma concertada. Es trabajar desde la inclusión. Nuestra mejor memoria de esto es la experiencia de Vieques. La lucha por sacar a la Marina de los EE. UU. es un proceso de trabajo desde la inclusión.

Para nosotros, trabajar desde un frente amplio que incluya todas las ideologías, es nuestro motivo principal. Dentro de esto, apoyar todo fundamento de la identidad nacional puertorriqueña, dentro de la ciudadanía americana, y más que nada dentro de mi participación social a nivel global, es nuestro motivo principal para participar en los procesos electorales en Puerto Rico.

En las elecciones del 6 de noviembre se impuso la lógica tradicional político partidista. No obstante, el referéndum de dichas elecciones demostró que la gente desea mantener su identidad en una asociación, la que sea, con los EE. UU. y continuar preservando la ciudadanía americana.

DN: ¿Cuál es el proyecto del PPR ahora en el 2014?

RFG: Seguimos con nuestro motivo principal de hacer una intervención política nueva, partiendo siempre de la inclusión de las diversas ideologías que existen en Puerto Rico. El silencio del 2013 ha sido adrede, para poder escuchar y comprender que nos pasó en el 2012, y qué quiere el pueblo en este momento. Entendemos que el pueblo nos pide que volvamos a los valores que enarbolamos en las elecciones del 2008, y unirnos a las propuestas que unen al pueblo de Puerto Rico.

Llegamos a nuestra reunión en Aguadilla. Me despido de Rogelio Figueroa García, no obstante, con ese sentimiento de que a pesar de todas sus contradicciones, por lo pronto en mi apreciación política, se trata de una persona genuina que representa las complejidades de la política en Puerto Rico. Figueroa García, pese a sus derrotas en los procesos electorales, ha creado un espacio político que deja establecido un legado político particular. Sobre todo, desde la participación abierta de sectores sociales históricamente excluidos en Puerto Rico.

La defensa de la diversidad política en Puerto Rico, superando las formas tradicionales de las ideologías políticas, es compleja pero se trata del estilo que impone Rogelio Figueroa y el PPR. Creer en la diversidad es permitirle ese espacio a estos ciudadanos que profesan un activismo político emergente y diferente.