Loiza es la solución para las fiestas de San Sebastián

Economia Solidaria

Me pregunto cómo le va a los contratistas del gobierno, a estos que en particular viven de cuatrienio en cuatrienio, recibiendo contratos para poder capitalizar a través de la gestión pública, y que ven, a manera de ejemplo, las Fiestas de San Sebastián como un guiso, es decir beneficio, afortunado para sus arcas.

Siendo esto así, nos sorprendió que la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, en un momento de confusión administrativa, impusiera como forma de administrar a la población ciertos mecanismos de corte represivo para la entrada de personas a las fiestas mediante puntos de cotejo, puntos de entrada e intervención con el derecho a la intimidad de cada persona que desee asistir a las fiestas. Pero el ángulo más delicado de su incorrecta gestión, fue haber contratado los servicios de una compañía de seguridad privada para administrar a la ciudadanía.

Pues bien, la pregunta para una alcaldesa que se codea con el sector soberanista e izquierdista dentro del oficialista Partido Popular Democrático, es: ¿Si se pudo haber pensado en formas no corporativas del capital, para organizar la seguridad de la población? Nuevamente, y ante tantos errores que se van cometiendo, lo único que uno percibe es que los asesores, y no necesariamente la propia alcaldesa, han buscado refugio en las soluciones tradicionales. Pero, ¿por qué no haber experimentado con formas alternas de regulación de la población?

En el municipio de Loiza, desde hace poco más de dos años, se ha desarrollado un proyecto regulación social controlado por la propia comunidad con personas residentes de la misma. El proyecto de llama Acuerdo de Paz. En el mismo miembros de la comunidad gestan procesos de intervención para controlar la violencia, en particular los asesinatos. En términos generales han sido muy exitosos. Ya tienen un conocimiento y formación que permite replicar su modelo en otras circunstancias, una de ellas las Fiestas de San Sebastián. Algo positivo, es que ya son subsidiados por un donativo que les extiende el gobierno a través de uno de sus departamentos.

Entonces, en octubre del 2013, en los dos últimos fines de semana, ocurrieron dos masacres en la sección de Piñones del municipio de Loiza. Algo que lamentar, algo terrible. Ahora bien, la respuesta en esta comunidad, a petición de la misma comunidad y Alto al Fuego, fue buscar soluciones no punitivas. La propuesta que se incorporó fue expandir los recursos de Alto al Fuego y destacar, mediante voluntarios y personas vinculadas a la organización,  presencia nocturna a la entrada de la sección de Piñones, y darles hojas sueltas a los visitantes para invitarlos a participar en su comunidad en paz. Dicha jornada, en la sección de Piñones ha sido un éxito.

Dicho esto, había otras formas, inclusive de corte comunitario, de intervención en las Fiestas de San Sebastián. Ahora bien, se optó por una que beneficia a una compañía privada de seguridad, a beneficio, sin lugar a dudas de alguien que guisa cada cuatro años. Una pena.