Las metáforas espaciales caen como aguacero y profundizan las raíces de la militarización del terreno: Puerto Rico, frontera del Caribe. Así como Tijuana o Melilla; así, como “check point” en los territorios palestinos; así, como en los lugares donde el control, la vigilancia y el castigo valen más que la vida humana, en Puerto Rico la industria de la muerte se come todo lo que encuentre. Ya no solo se trata de más policías y guardias privados, de más agentes del FBI y helicópteros, de más personal del National Securtiy, sino también de los ya famosos ‘drones’ y más tecnología de la persecución que ha causado ya cientos, y tal ves miles, de muertes en lugares como Afganistán.
Cultura
Culturas de la inmediatez
Los mineros alumbran la ciudad
El Fascismo se va dibujando en las calles – Llegó la hora de la Desobediencia Civil
I
Pegó duro leerlo en medio de la noche oscura. Entre la soledad y la lejanía de una luz roja y los semáforos mirando, el pasquín blanco alumbra como una mascara de terror: “Pena de Muerte para los asesinos de Stefano”.Poemas Bertolt Brech
La Bastilla desde Haití
El reggaeton una herramienta de resistencia cultural
Ciudad: luces, humo y jazz
Luego de las seis de la tarde, a excepción de la Placita, Santurce es territorio muerto. Israel Lugo, propietario de Abracadabra Counter Café, tuvo la visión de devolver un poco de vida a esta zona. Entre otras iniciativas, el Jazz ha venido a resucitar las noches de los viernes. Junto con el profesor y músico Samuel Morales Correa se crearon los viernes de Jazz. El concepto consiste en invitar varios artistas de la escena a deleitar al público que va y viene cada semana a perderse entre música y sabor. Con un aire pintoresco, uno de los escenarios más coloridos del país, una gran selección de cervezas artesanales y un divertido menú, Abracadabra hace magia en Santurce.