El Partido Nuevo Progresista (PNP) tiene una estrategia novel en Puerto Rico pero no en América Latina, de ganar las elecciones por la vía de enjuiciar a sus oponentes. Por lo tanto, ellos intentan meter presos a los oponentes que les restan votos. El 36 por ciento que ha proclamado el PNP para ganar las elecciones, no es necesariamente un hecho trillado, es algo estudiado. Con ese por ciento ganan los dos cuerpos de la legislatura y el ejecutivo. Solo necesitan ganar con 80 mil votos por encima del segundo partido más votado.
Ante esto, una forma de ganar, es permitir que los residentes no votantes de la Ley 22 y/o Ley 60 del 2020, puedan participar en las elecciones. Otra es que los migrantes no autorizados a votar, puedan votar. Pero la más siniestra, es acusar a los alcaldes del Partido Popular Democrático (PPD), en las municipalidades donde obtienen mas votos o son áreas grises con muchos votantes que cambian de posiciones. Estos son los municipios de Ponce, Mayagüez y Aguadilla, donde ya han sido acusado o serán acusados sus alcaldes.
Mientras, según se rumorea, hay investigaciones en los otros dos grande municipios del PPD, que son Carolina y Caguas. Por lo tanto, antes de las próximas elecciones, muchos lideres del PPD serán acusados como forma de restarle votos a esta colectividad.
Por ende, el que no entiende nada, es el que pide las renuncias de sus lideres acusados. Jesús Manuel Ortiz, presidente del PPD, o no entiende lo que es el lawfare, es decir persecución política por vía del sistema de justicia criminal; o no entiende que le están desinflando a sus seguidores con las acusaciones; o peor aún lo están asesorando mal.
Lo que uno no puede comprender, es como un líder, no defiende a los suyos. Interesante falta de visión política. Pensemos.
