Justicia Social

Se soltó el IVA y la gente salió a toda prisa a oponerse, aprobarlo o criticarlo. Claro, y esto no es ni malo ni bueno, cada cual sale a defender su propia posición y velar por sus necesidades. Ayer, mientras trataba de comprender un poco el debate, escuché al menos siete interpretaciones absolutistas sobre el IVA. Va a causar una salida de negocios, van a cerrar las empresas, los empresarios no van a tener incentivos, expresaron unos. Los municipios se van a ir a la quiebra, no van a tener dinero, se va a desplomar el sistema municipal, dijeron otros. Esta es una renuncia a la creatividad, el País está destinado inexorablemente al fracaso, esto no es sostenible, pronunciaron algunos. Cada cual dio su opinión, pero en medio del ruido de las opiniones muchos nos quedamos con la necesidad de que haya un diálogo más profundo.

La ley de quiebras local, confeccionada para renegociar la deuda de Puerto Rico y cinco de sus corporaciones públicas con sus bonistas, ha sido declarada inconstitucional por un juez de Estados Unidos de Puerto Rico. ¿Ahora, qué remedio le queda a Puerto Rico, una colonia de Estados Unidos, para salir de su hoyo financiero y de su defalco monumental? Ahora, más que nunca, debemos despertar en la Isla y darnos cuenta que la actual relación con Washington D. C. no está funcionando.

Hay medidas que somete la Legislatura que pudieran provocar consternación en relación al límite que debe establecerse en cuanto a la injerencia del Estado en las decisiones del hogar. Y aunque es cierto que debe el Estado velar por el bien común de sus ciudadanos, ¿dónde comienza su labor y en qué punto debe simplemente dejar regir a sus ciudadanos en el núcleo familiar? 

En Puerto Rico se bebe mucho licor, tal vez demasiado. El ron siempre ha sido parte de nuestra historia social. Ante la evidencia de que el alcohol es la primera droga recreativa con la que comienzan los jóvenes que pasan a usar narcóticos ilegales, el debate sobre cuál debe de ser la edad mínima para comprarla se recrudece.

Recientemente, documentos desclasificados del FBI revelaron la “persecución silente” que hubo realizado dicha agencia a escritores afroamericanos, bajo el mandato de Edgar Hoover. En el hecho de espiar ocurre obvia y claramente un perjuicio hacia la persona vigilada.

Lamentablemente, y no me gustaría tener que utilizar esa palabra para iniciar una nota periodística, cada vez que surge una iniciativa para adelantar una causa necesaria en el País ocurren las polémicas que solo logran dividir y desinformarnos como pueblo.

No solo la asistencia humanitaria se seguirá viendo perjudicada por los recios grupos fundamentalistas que dominan Oriente Medio, recordemos por ejemplo que Japón ha padecido recientemente la muerte de dos de sus ciudadanos a manos del Estado Islámico (EI) por el hecho de ser un país con una política internacional de apoyo y ayuda humanitarios, sino que continuamos observando las fauces del yihadismo en cuestiones relevantes de justicia social cotidiana. 

La realidad es que la política como estructura social es un ente cambiante, que se transforma y por qué no, sorpresivo. Aunque no es menester aquí hablar específicamente sobre las incidencias de cada caso, Grecia, por ejemplo, con el triunfo en las elecciones del partido de izquierda Syriza, permite reflexionar cuán urgente es para muchos una vuelta de tuerca, en relación al estado del Estado.