El 25 de abril de 1974 se produjo la gran revolución encabezada por el llamado Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) formado por jóvenes oficiales, con amplio apoyo de los suboficiales y soldados, popular y obrero, conocida como la “revolución de los claveles”.  

La revolución derrocó una dictadura fascista que había gobernado Portugal durante 48 años, instalada por el golpe militar de 28 de mayo de 1928, encabezado desde 1932 por Antonio de Oliveira Salazar, quien permaneció en el poder hasta 1968, hasta que fue reemplazado por Marcelo Caetano, como continuador del régimen dictatorial. 

La chispa que encendió el fuego de la revolución provino de la crisis en las propias filas de las fuerzas armadas. Sectores de la oficialidad y las tropas portuguesas sufrían el desgaste de la ocupación colonial en África. La resistencia de los pueblos oprimidos había dado lugar a una guerra colonial que ya se prolongaba por más de una década en Mozambique, Guinea-Bissau, Angola y Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y que no tenía solución militar.

La rebelión de las tropas en Lisboa el 25 de abril hizo que entrasen en escena las masas populares, saludando la caída de la dictadura. Ese mismo día, las y los trabajadores, la juventud y los sectores populares antidictatoriales se volcaron a los cuarteles a saludar a los militares rebeldes y a entregarles claveles, ignorando los avisos para quedarse en casa. 

Se inició una revolución obrera y socialista

 Así la “revolución de los claveles” se transformó en una revolución anticapitalista, obrera y socialista. Se dio inicio a un proceso revolucionario de movilización y organización que fue contra todas las viejas instituciones represoras y contra la misma burguesía portuguesa.

Los comités de fábrica se multiplicaron y también en la base de las fuerzas armadas surgieron comités. La revolución colonial en África, que fue parte del proceso, siguió desarrollándose, y la mayoría de las colonias africanas se independizaron del yugo imperialista.

El 1° de mayo en Lisboa se hizo una gran movilización de cerca del millón de personas gritando “muerte al fascismo” y “muerte a los PIDES”, que era la policía política del régimen. El MFA y los partidos obreros reformistas, el Partido Comunista de Portugal (PCP) y el Partido Socialista (PS), se incorporaron a un gobierno burgués de “unidad nacional” encabezado por el general Antonio de Spínola y con la participación de partidos de derecha democrática. En el MFA coexistían los spinolistas con sectores más radicalizados de la oficialidad joven. El MFA representaba a la pequeña burguesía radicalizada y tenía un programa democrático que no rompía con el capitalismo. Mientras, en los cuarteles los soldados y suboficiales se rebelaban frente a sus superiores. La clase trabajadora reclamaba por sus derechos con huelgas y tomas de empresas. La revolución estaba en curso. 

 Las masas derrotan un golpe contrarrevolucionario

En septiembre de 1974, Spínola cayó por la resistencia de las masas y fue reemplazado por otro general, Costa Gomes, que intentó aplacar a los sectores más de izquierda del MFA.

El 11 de marzo de 1975, Spínola intentó un golpe contrarrevolucionario, que fracasó por la movilización obrera y popular.  La derrota del golpe abrió una nueva etapa de la revolución. El proceso se radicaliza. Se logró, por ejemplo, la expropiación y la nacionalización de los bancos y de una parte de los grandes grupos empresarios. 

Miles de burgueses huyen del país, crecen las ocupaciones de fábricas, casas, tierras y se profundiza la crisis del ejército. Y se generalizan los comités de empresa, de inquilinos y de soldados. Lo que mostraba claramente ​​el carácter obrero y socialista de la revolución. El gran déficit era la ausencia de una dirección socialista revolucionaria. Los trotskistas, entre ellos partidarios de Nahuel Moreno, actuaban en el proceso, pero eran aún una minoría,

 

El poder dual y la falta de una dirección revolucionaria

 Se ratificó un gobierno directo del MFA-PCP-PS como un gobierno de conciliación de clase de doble discurso. El MFA, por ejemplo, proclamó el inicio de “la primera etapa hacia el socialismo”, 

 “Durante toda esta etapa de unidad del bloque pequeño burgués MFA-PCP-PS, el programa e ideología común fue el democrático-burgués. El objetivo era lograr un sistema parlamentario, comenzando por la Asamblea Constituyente, que canalizara el ascenso revolucionario hacia el callejón sin salida de la democracia burguesa”, alertaba Nahuel Moreno en su texto de 1975, “Revolución y contrarrevolución en Portugal” (ver texto pagina 45 en nahuelmoreno.org)

En dicho texto Moreno hacía una analogía con la revolución rusa de 1917 y señalaba el peligro de la falta de un partido revolucionario de tipo bolchevique que condujera a las masas al socialismo en la revolución portuguesa. Moreno y los trotskistas de su corriente planteaban el desarrollo de la movilización y del poder dual bajo la consigna de “Por un Congreso Nacional de las Comisiones obreras y de soldados que derrote al gobierno del MFA y tome el poder”.

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De pronto los medios y las redes manejadas o influenciadas por los gobiernos pro Israel y el sionismo dejaron de hablar de Gaza para centrarse en el ataque de Irán. Desde el sábado 13 de abril se debate sobre si habrá o no una guerra Israel-Irán y todo tipo de hipótesis. Pero se hizo silencio sobre el genocidio por bombardeos y hambruna que está perpetrando Israel y su régimen de apartheid.

Esto es lo que quería Israel cuando el 1 de abril, sorpresivamente bombardeó el consulado de Irán en Damasco, capital de Siria, asesinando a ocho personas, entre ellos altos mandos militares de Irán. En ese momento podía ser difícil entender a qué se debía este ataque. Pero ahora surge claro. El trasfondo era la situación en Gaza. Se trató de una provocación de Benjamín Netanyahu y su gobierno de ultraderecha para buscar una reacción, casi obligada, de Irán con el objetivo de desviar la atención de la masacre sobre Gaza y lograr que sus aliados imperialistas le dieran una vez más su apoyo incondicional. Querían frenar las crecientes críticas y los reclamos de Biden y los líderes del imperialismo europeo para que aceptaran un alto el fuego. Los jefes del imperialismo lo vienen haciendo no porque se hicieron pacifistas o dejaron de sostener a Israel, sino que están presionados por el crecimiento en sus países de las protestas de millones en apoyo al pueblo palestino.

Por unos días Israel y EE.UU. han logrado ese objetivo. Pero no van a llegar muy lejos, porque es como querer tapar el sol con la mano.

Israel armó esta provocación porque estaba en su peor momento en Gaza y cada vez más aislado en el mundo. A seis meses de la invasión, pese a la destrucción y sus crímenes masivos, no puede cantar victoria. Por primera vez se había votado en la ONU un reclamo de alto el fuego, sin el veto de EE.UU. Biden viene criticando a Netanyahu por el bombardeo al convoy humanitario y por su intención de querer hacer una incursión militar en Rafah, Dentro de Israel se retomaron las marchas masivas de un sector de la sociedad reclamando por la renuncia de Netanyahu y un llamado a elecciones por la no resolución de los más de 100 rehenes en manos de la resistencia palestina.

Ante la inevitable acción de Irán, Netanyahu logra el objetivo, por ahora, de parar los cuestionamientos sobre su accionar en Gaza, logrando que Biden y sus aliados históricos imperialistas se unan a Israel para repudiar a Irán. También logra que se paren las movilizaciones y los cuestionamientos al interior de Israel. Y, por último, que en el mundo todo gire alrededor de esto y se deje de lado o se minimice el genocidio de Gaza.

Pero la realidad es que todo esto no hace más que poner en evidencia la crisis del sionismo como la crisis del imperialismo yanky. El propio Biden y su gobierno han declarado que no acompañarán una respuesta militar de Israel ante el ataque de Irán y que “no buscamos una guerra más amplia con Irán”. Mostrando una vez más sus roces y diferencias con Israel. E Irán, a su vez, dijo que consideraba que “El caso estaba cerrado”, con su acción. Están mostrando ambos que ni EE.UU. ni Irán quisieran embarcarse ahora en una guerra regional. Menos que menos Biden, cuando ya existe la guerra en Ucrania y están muy complicados por su apoyo al genocidio israelí cuando en Estados Unidos es un año electoral y crece el rechazo a Biden por su apoyo militar y político a Israel contra el pueblo palestino.

Respeto a Irán reconocemos su derecho a defenderse del criminal ataque del sionismo. Y repudiamos cualquier agresión sionista o del imperialismo. Lo que no podemos dejar de señalar es que lamentablemente el régimen autoritario teocrático de Irán ni menciona en sus declaraciones al pueblo palestino ni el genocidio de Gaza. Esto reafirma que no está en el centro de su política el apoyo efectivo al pueblo palestino. En estos seis meses de invasión sionista, solo ha hecho declaraciones de solidaridad y algunas acciones aisladas. Surge evidente que su acción sobre Israel fue excesivamente limitada, al punto de avisar a los EE.UU., con dos días de anticipación. Mientras el ataque de Israel en Damasco no fue avisado a nadie, ni siquiera a los EE.UU. Lo que dio tiempo a que las defensas sionistas e imperialistas estuvieran preparadas para repeler el ataque de los drones y misiles balísticos. En sus comunicados el régimen iraní indicó que su acción fue “suficiente” y que daba el caso por “cerrado”. Sin decir una palabra de Gaza y el pueblo palestino. Pero en Gaza no hay nada cerrado. Pese al silencio de estos días, la lucha del pueblo palestino y sus sufrimientos continúan.

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En los últimos días, hemos seguido con enorme interés y beneplácito el programa de actividades de la Cumbre Internacional Afrodescendiente de San Juan, Puerto Rico, este año dedicado a Haití. La cita permitió el encuentro de prestigiosos activistas, académicos, intelectuales afrodescendientes, muchos de ellos hermanas y hermanos muy queridxs, colaboradores y acompañantes del Movimiento Afrocubano en su lucha contra el racismo y la discriminación racial.

Desde los orígenes fundacionales de la nación cubana, el lugar de los africanos y sus descendientes ha sido pensado desde deliberados actos de tachaduras, sucesivos ninguneos y prácticas de blanqueamiento. La percepción como sujetxs incapaces de agenciar su propio destino histórico, sentó las bases de una narrativa colonialista sobre la supuesta mansedumbre y resignación como comportamientos “naturales” de las y los afrodescendientes. En ella el hombre blanco se erige como su salvador, negras y negros aparecemos como sujetos incapaces de agencia. “Olvidar lo que hicieron los blancos cubanos por los hombres de color, ¿no es una ingratitud manifiesta?”, le increpa Manuel Sanguily a Juan Gualberto Gómez en su polémica en torno a Plácido. El imaginario popular cubano también atesora innumerables chistes racistas al respecto como aquel, a propósito de la conmemoración del 10 de octubre, en que personas blancas suelen interpelar a los negros diciéndoles que están de fiesta porque ese día Carlos Manuel de Céspedes les dio la libertad a los esclavos.

La historia de las personas negras en Cuba, a lo largo de siglos, nos ha legado provechosas lecciones de discursos, prácticas intelectuales y políticas que, disfrazados de una “voluntad racialmente integradora”, están destinadas a fracturar y desestabilizar la unidad del Movimiento Afrocubano, además de fomentar injustificadas suspicacias raciales. No por azar, los mismos aparecen en contextos históricos y políticamente claves de nuestras luchas.

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A 6 meses de iniciada la agresión sionista contra el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania ocupada, los objetivos de la operación sionista no se han cumplido. No han podido lograr la rendición de Hamás, que sigue ejerciendo el gobierno en Gaza, ni del pueblo palestino. Tampoco han logrado controlar a la franja. Pese a la difícil situación y la desigualdad militar, continúan los combates incluso en el norte de Gaza, donde Israel dijo que había destruido a Hamás, no obstante esto, se ha conocido que siguen muriendo soldados sionistas en el norte a manos de la resistencia palestina.
No han podido capturar o matar a los líderes de la resistencia que permanecen en la franja ni a los que se encuentran en el exterior. Ni recuperar a ningún rehén en poder de la resistencia. La liberación de parte de los rehenes solo fue posible mediante negociaciones.
No obstante Israel avanza en su limpieza étnica contra el pueblo palestino, bombardeando y matando de hambre a la población, una evidencia de ello fue el reciente ataque con misiles a un convoy que llevaba alimentos al norte de Gaza, mientras continúan impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria, incluso a través de los colonos apoyados por el ejército, que bloquean el ingreso de ayuda a través del paso fronterizo de Rafah.
Se está produciendo un verdadero genocidio del cual dan cuenta diariamente las crudas y conmovedoras imágenes que nos llegan por las redes sociales y los medios de comunicación social. El saldo es de 33.360 asesinados en la franja, el 70% de ellos mujeres, niños y niñas, y 75.993 heridos. Mientras que en Cisjordania han sido asesinados por los colonos y el ejército sionista unos 457 palestinos.
Israel además de no lograr los objetivos que se propuso al comienzo de la agresión hace 6 meses, hoy está más aislado internacionalmente que en cualquier otro momento desde 1948, cuando el imperialismo propició el establecimiento del enclave reaccionario en tierras palestinas.
Sigue la movilización de los pueblos del mundo
El genocidio que perpetra Israel contra el pueblo palestino, con el apoyo financiero y militar del imperialismo norteamericano y europeo, ha despertado una masiva movilización de los pueblos del mundo en apoyo a Palestina y en repudio a la agresión sionista.
Las protestas se han extendido a todos los continentes, con especial fuerza en Europa, Estados Unidos, Canadá, el norte de África, los países árabes del medio oriente, también en Asia y América Latina. En Yemen millones salen a las calles casi semanalmente; en Italia la turística ciudad de Pisa fue escenario de grandes protestas estudiantiles, violentamente reprimidas por la policía; en España, ciudades como Madrid y Barcelona son epicentro de grandes protestas, en esta última ciudad se realizó recientemente un encuentro para unificar la solidaridad con Palestina en Europa. En Jordania se produjeron vigilias masivas durante varios días frente a la embajada de Israel. En Londres y Nueva York salen a las calles a pesar del frío y la lluvia. En Alemania y Francia desafían las restricciones impuestas por los gobiernos a las protestas en apoyo a Palestina. En Berlín, París y otras ciudades de esos países, miles de personas salen a la calle e incluso enfrentan a la represión.
El pasado 30 de marzo, Día de la Tierra Palestina, se llevaron a cabo masivas movilizaciones en todo el mundo en apoyo al pueblo palestino y su derecho a regresar a las tierras de las que fueron despojados por los ocupantes sionistas. En Londres marcharon unos 200 mil y otros 30 mil se movilizaron en Nueva York. Las movilizaciones masivas recuerdan el gran movimiento mundial contra la guerra imperialista de Estados Unidos en Vietnam.
En Israel se movilizan pidiendo la renuncia de Netanyahu
Al igual que en aquellos años, también en el frente interno se producen protestas. En Israel se llevan a cabo movilizaciones contra el gobierno de Netanyahu todos los fines de semana, exigiendo un acuerdo para lograr el regreso de los rehenes. El 1 de abril miles marcharon en Tel Aviv, Jerusalén y Cesárea, lugar donde se encuentra la residencia de Benjamín Netanyahu. El 7 de abril unas 100.000 personas marcharon en Tel Aviv exigiendo “elecciones ya” y la renuncia de Netanyahu. Las movilizaciones se realizaron simultáneamente en 50 ciudades de Israel.
Crece el clamor por el alto el fuego y contra la venta y envío de armas a Israel
El genocidio que está presenciando el mundo y las masivas movilizaciones en solidaridad con Palestina están resintiendo a las organizaciones internacionales imperialistas y a los gobiernos que las integran.
El 25 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución pidiendo un cese al fuego inmediato en Gaza con 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos, un hecho inédito. Por primera vez desde que se inició la agresión sionista, no hizo uso de su derecho a veto. Aunque sabemos que son votaciones de carácter político de un organismo imperialista, que además no son vinculantes, y que Israel desconoce.
Por su parte el principal órgano de derechos humanos de las Naciones Unidas aprobó, más recientemente, una resolución pidiendo a los países que dejen de vender o enviar armas a Israel. Desde entonces ha venido creciendo en el mundo el clamor porque cese el envío de armas a la entidad sionista, para frenar el genocidio del pueblo palestino.
En días pasados unos 600 abogados, entre ellos cuatro exmagistrados de la Corte Suprema del Reino Unido, hicieron pública una carta en la que advertían al primer ministro que corría el riesgo de ser cómplice de delitos como el genocidio en Gaza.
En la carta decían que: “Se necesitan medidas serias para evitar la complicidad de Reino Unido en violaciones graves del derecho internacional, incluidas posibles violaciones de la Convención sobre Genocidio».
La presión generada por la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU llevó a que la misma presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento británico, Alicia Kearns, emitiera una sorprendente declaración diciendo: «no tenemos más opción que suspender la venta de armas».
La transferencia de armas a Israel ya fue suspendida por Bélgica, España y la empresa japonesa Itochu Corporation.
El imperialismo norteamericano se impacienta con Netanyahu
El aislamiento de Israel se refleja en el hecho de que el mismo Joe Biden y el imperialismo norteamericano, aunque no dejen de apoyarlo, tienen que tomar distancia y reclamar a Netanyahu que frene su acción militar. Cosa que el régimen nazi sionista rechaza sistemáticamente.
En un indicio de la creciente impaciencia de Washington con las consecuencias atroces de la agresión militar israelí en Gaza, Biden se comunicó telefónicamente con Netanyahu el pasado jueves 4 de abril para advertirle que el futuro apoyo estadounidense a la guerra dependería de la aplicación de medidas para proteger a los civiles y permitir el ingreso de alimentos.
En una entrevista televisiva del 9 de abril, Biden al ser consultado sobre la política de Netanyahu en Gaza afirmó que: «Lo que está haciendo es un error. No estoy de acuerdo con su enfoque”. Insistiendo en que Israel debería aceptar un alto el fuego ahora y permitir el ingreso de ayuda humanitaria por 6 a 8 semanas.
Incluso Trump ha criticado a Israel, señalando que “Israel debe poner fin a los combates. No podemos permitir que esto continúe. Tenemos que llegar a la paz” (…)»Tienen que tener mucho cuidado porque está perdiendo mucho apoyo de gran parte del mundo» (Infobae, Argentina, 25/3/2024).
Ambos reflejan el contexto electoral presidencial de noviembre en Estados Unidos. En el caso de Biden, la caída en las encuestas como consecuencia del apoyo irrestricto que ha brindado a Israel en los últimos seis meses.
La UIT-CI llama a profundizar la solidaridad con el heroico pueblo palestino
Pese al genocidio que ejecuta Israel en Gaza, y aunque parezca contradictorio, precisamente por esta terrible masacre y destrucción del sionismo, se podrían estar creando las condiciones para que en un futuro no muy lejano se profundice la crisis del sionismo, y finalmente el pueblo palestino y las masas del mundo impongan el fin del apartheid sionista.
El pasado mes de febrero el historiador israelí no sionista, Ilan Pappé en una conferencia en Londres titulada: “Oscurece antes del amanecer, pero el colonialismo de los colonos israelíes ha llegado a su fin”, presagiaba el fin del apartheid sionista en Palestina. Esto solo se logrará con la resistencia del pueblo palestino y una masiva movilización mundial, hasta imponer un Estado palestino único, laico, democrático y no racista, en el territorio histórico “del río al mar”, como grita el movimiento mundial de solidaridad.
La lucha de los combatientes en Gaza continúa, con el respaldo de la heroica resistencia de todo el pueblo palestino, en ese contexto la UIT-CI, como parte del movimiento mundial de solidaridad, sigue apoyando la lucha del pueblo y la resistencia palestina en Gaza y Cisjordania ocupada contra Israel. Llamamos a redoblar la masiva y unitaria movilización mundial en solidaridad.
Por ello continuamos llamando a que los pueblos del mundo exijan a sus gobiernos ruptura de todos los acuerdos económicos, comerciales, culturales y militares con Israel. ¡No más armas para Israel! ¡Basta de ayuda financiera y militar de Estados Unidos, Alemania y otros países a la entidad sionista! Repudiamos la coalición naval establecida por Estados Unidos para enfrentar los ataques de los Hutíes de Yemen en el Mar Rojo, contra barcos israelíes o que lleven mercancías a la entidad sionista ¡Que se retire la flota estadounidense de las cercanías de Israel y Medio Oriente!
Que los pueblos con su movilización exijan a sus gobiernos, en particular a los gobiernos árabes que muy poco han hecho para apoyar a los palestinos, que rompan relaciones con Israel y apoyen a la resistencia palestina con todo lo que necesite.

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