Las leyendas de barcos fantasmas siempre han estado presentes entre los mitos de los marineros. Adentrarse en el océano, o en peligrosos mares siempre ha causado temor al hombre. Los motivos son evidentes, el desconocimiento de un medio hostil y en muchas ocasiones con final indefinido, que la vida dependa de factores incontrolables, así como la conocida existencia de animales marinos que superaban en tamaño a todo lo conocido en tierra firme, provocaba que hasta el más audaz temiese por su vida cuando llevaba semanas o incluso meses a bordo de un barco sin más vista que el horizonte.

Una nave tropieza con una terrible tormenta, pero su capitán, enloquecido y sordo a las súplicas, rehúsa buscar refugio. Como castigo, es condenado a recorrer los mares durante toda la eternidad. ¿Cuál es el origen de la famosa leyenda del Holandés Errante?

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El fuego, con la tierra, el aire y el agua aparece en las culturas primitivas como una de los fundamentos del mundo en que habitamos, elemento imprescindible para la creacción y funcionamiento de la vida en el planeta. La invención del fuego se pierde en la noche de los tiempos y no es que el hombre se lo inventara sino más bien que, al observarlo en la naturaleza , volcanes, rayos que incendian el bosque, ideó el modo de producirlo y conservarlo para encender sucesivas hogueras y encontrarle otras aplicaciones.

Paso a paso se fueron codificando en su mente e incorporando a sus hábitos las aplicaciones del fuego: calienta, alumbra, purifica, funde, protege contra las fieras, adereza los alimentos. Siglo tras siglo irán formulándose después, al compás de la ciencia y de la técnica, estas equivalencias: fuego = calor = energía = desarrollo industrial = progreso humano.

Paralelo al desarrollo del hombre el fuego adquiere, junto a sus significados físicos - grandielocuentes en unas ocasiones y terribles en otras - ciertas características de metáfora con el espíritu, las religiones y mitos. El fuego está relacionado con nuestro astro Rey: El Sol. Meditar con el fuego promueve la vida, la inspiración, la creatividad, la calidez, la pasión, el entusiasmo, la acción, la clarificación y la purificación. Simboliza, entre otras cosas, fervor, ímpetu y exaltación.

Meditación con el fuego

  • Momento

Preferiblemente en las mañanas, minutos después de levantarte. En esos momentos la mente aún permanece en estado "alpha".

  • Duración

Los primeros días, 10 min. Después aumentas a 20 min. Con la práctica vas a notar que deseas quedarte más tiempo, entonces utiliza tu propio criterio acerca del tiempo que vas a permancecer en meditación. Cómprate un "timer" de los que se usan en la cocina. De esta manera el "timer" se encarga de avisarte cuando concluyan los minutos. Hay unos muy buenos que tienen un sonido suave, no estridente.

  • Preparación

Usa ropa liviana de algodón, muy cómoda. Nada que te apriete. Sin zapatos. Sin accesorios o prendas. Sin incienso. Sin música, sólo el sonido del entorno y tu propia respiración. Apaga el celular o teléfono casero. No pongas ropa a lavar antes de sentarte a meditar, ni pongas a cocinar alimentos. No debes tener nada pendiente mientras meditas. En otras técnicas de meditación se utilizan los inciensos y la música; en esta técnica no se utilizan.

  • Lugar

Si estás en tu casa, usa una silla o butaca cómoda en la que puedas estar sentada por largo tiempo. La silla o butaca debe tener una altura que te permita colocar cómodamente ambos pies en el piso, o sea, que los pies no queden colgando en el aire o que las rodillas no queden dobladas de manera incómoda. Si estás afuera, en contacto con la naturaleza, puedes usar una silla plástica cómoda, o sentarte sobre un paño en el piso. En este último caso consíguete un cojín que no sea demasiado elevado. Una manta o un edredón pueden hacer el trabajo muy bien en vez del cojín. Debes tener un apoyo pues el piso es muy duro y al pasar los minutos puedes sentir molestia. Debes estar solo/a, pero si estás acompañado/a, infórmale a tu familia que te permitan tener un espacio sin interrupciones.

  • Iluminación

Natural, pero que la luz no sea directa. Si hay poca luz, mejor aún.

  • Temperatura

En la que tu cuerpo se sienta cómodo. Ni muy frío ni muy caliente.

  • Meditación

1. Prende una vela blanca. Observándola mientras respiras, establece tu intención de meditar, usa tu voz interna. Afirma que éste ha de ser un momento de comunión con tu espíritu. Solicita mentalmente y de manera muy sencilla el apoyo de los seres de luz, de la divinidad o de tus guías. Esto no debe tomarte más de 2 min.

2. Siéntate de manera en que tu cuerpo se sienta cómodo. Si estás en una silla, no cruces las piernas, sino que colocas ambos pies en el piso. Las manos sobre tu falda, con las palmas hacia arriba o hacia abajo, como te sientas más cómodo/a. Si practicas Yoga o asumes la posición "flor de loto", hazlo en la manera que estás acostumbrado/a.

3. Programa el "timer" o reloj con el tiempo que deseas meditar.

4. Cierra los ojos. Recorre tu cuerpo mentalmente, con calma. Observa si existe algúna tensión. Si descubres tensión en alguna parte, inhala la tensión y exhala. Al exhalar, la tensión se disolverá. Esto debe tomarte no más de 2 min.

5. Abre los ojos y observando la vela sin esforzarte, comienza a respirar contando hasta 10 con tu voz interna de la siguiente manera:

  • inhalas - cuentas 1
  • exhalas - cuentas 2
  • inhalas - cuentas 3
  • exhalas - cuentas 4
  • inhalas .cuentas 5

Continúas así hasta llegar al número 10. Comienzas nuevamente con el 1. Continúas repitiendo estos ciclosd e 10 respiraciones, mientras observas la vela. Si en algún momento te equivocas o tu mente se dispersa, simplemente vuelves a comenzar por el 1 nuevamente.

6. Cuando tu ser te lo pida, puedes cerrar los ojos y continuar con la respiración y su contéo. Entonces observarás la vela con tu ojo interno.

7. Con la práctica llegará un momento en que tu mente se vacíe, que tu respiración sea casi inperceptible, entonces no necesitarás contar más, sino mantenerte en ese momento, observando la vela con tu ojo interno.

8. Si durante el proceso te llegan pensamientos, no los resistas, simplemente imagina que son objetos y les colocas una etiqueta que diga "es tan solo un pensamiento". Notarás que los pensamientos desaparecen y pierden fuerza poco a poco, sin resistirlos. Si persiste el pensamiento, continúas colocando etiquetas. Obsérvalo como parte de la meditación, no como una interrupción, sino como un complemento del proceso. Esto suele ocurrir los primeros minutos de la meditación. Cuando se tiene mucho estréss suele ocurrir por un rato más largo. No te desesperes ni desanimes, simplemente continúa etiquetando y respirando con el contéo. El meditar en las mañanas evita o minimiza las interrupciones de pensamientos. Si meditas en las noches, las interrupciones serán más, además se hará muy difícil conciliar el sueño pues la meditación es un descanzo de por sí, deja la mente despejada y muy alerta.

9. Cuando suene el timbre del "timer", no has de sobresaltarte ni tener prisa. Prográmate mentalmente antes de comenzar para que el sonido del "timer" no te interrumpa abruptamente. Por ejemplo, puedes decirte: "Cuando suene el despertador lo apaqaré y luego cerraré mis ojos nuevamente. Comenzaré a respirar más profundamente, me haré conciente de mi cuerpo y el contacto de éste con la silla y su entorno. Estiraré mi cuerpo y permitiré que este despierte a su ritmo." Cuando sientas que es el momento, concluyes la meditación, agradeces el momento, y continúas con tus actividades del día. El agradecimiento a todo el proceso es importantísimo. Agradece a tu cuerpo, tus pensamientos, la silla, el fuego, en fin, todo; porque todo es parte de la meditación.

10. Durante el día debes estar atento/a por si surge algún pensamiento o flash de iluminación con información. Anota lo que surja en una libreta pequeña que has de llevar en tu bolso. Igualmente si notas que alguna parte de tu cuerpo físico se siente diferente también anótalo. Con el tiempo aprenderás a escuchar los mensajes de tu cuerpo. Siempre que tu cuerpo te hable, aprende a detenerte, escúchalo. Muchas veces abusamos nuestro cuerpo, el mismo está lleno de memorias a nivel celular. La meditación moverá tu energía, la pondrá en circulación...desechando los desperdicios y creando espacios para lo nuevo.

Al meditar, el conciente baja la guardia y se flexibiliza. A medida que practiques diariamente experimentarás otro ritmo en tu vida, en tu percepción, pensamientos y reacciones. Ese nuevo ritmo es tu ritmo interno, personal e intransferible. Estarás sintonizada con tu reloj interno, esto es, te darás cuenta de cuando es el momento apropiado para hacer las cosas,hablar, actuar, etc...

Esta es una meditación sencilla que puedes practicar mientras haces la fila/cola en una tienda o en cualquier circunstancia que te permita contar hasta 10.

Desde hace siglos, los seres humanos buscan en las cartas la clave de su destino. A veces, la encuentran... El mundo fascinante del Tarot, ¿podrá ayudarnos en nuestra búsqueda espiritual?. Aprendamos ca conocer e interpretar estas barajas; sus enigmáticos símbolos nos invitan, si no a una iniciación, a un apasionante –cuanto menos– juego de sociedad.

El juego del Tarot es posiblemente el antepasado de todos los juegos de cartas modernos. Pero, ¿se puede hablar apropiadamente de un juego cuando se menciona al Tarot?. ¿Se trata sólo de una simple serie de láminas ilustradas?. ¿Sólo destinadas a entretener el ocio humano?.

Resulta difícil creerlo. Desde luego, los tarots, ricamente adornados, pueden gustar y divertir. También pueden invitar a un largo y apasionante viaje por un universo mágico, donde las cosas no son exactamente las mismas que en el nuestro, donde el pasado y lo porvenir se interpenetran, desafiando todas las leyes conocidas del espacio y el tiempo, donde el Hombre debe "subirse sobre sus propios hombros" para conocer lo que le espera.

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Los ojos se cierran, los músculos se distienden, la respiración se ralentiza y adquiere un ritmo regular, la mente se calma, las preocupaciones desaparecen y nos invade una profunda sensación de paz y de autocontrol. No, no estamos dormidos, sino meditando. Para entrar a voluntad en tal estado de bienestar únicamente se requiere un poco de práctica y unos minutos al día. Con ello no sólo reposaremos nuestra mente, sino que revitalizaremos el cuerpo más que en cualquier clínica de rejuvenecimiento.

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Cuentan algunos ancianos de Güímar, que allá por el año 1910, a mediados de verano, vivía en la zona de San Juan, (parte alta y mas antigua del municipio de Güímar) cerca del cruce de Guaza en el Valle de Güímar, una familia de campesinos, los cuales tenían una niña de que por aquél entonces contaba con 10 años de edad.

Según contó la propia muchacha 30 años después, todo transcurrió así:

Eran las 12 del mediodía, y su madre como hacía casi a diario se disponía a preparar el almuerzo para su marido, que solía venir de las huertas a esa hora, después de una jornada de ardua labor campesina, la mujer llamó a su pequeña hija, que jugaba en la calle con unas amigas, indicándole que fuera al Barranco de Badajoz, a traer unas peras para que sirvieran a su padre de postre, después del almuerzo que le había preparado.

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A la Luna Negra, algunos autores la llaman Lilith, es un punto astronómico, es el punto más alejado de la órbita lunar, su apogeo.

Es curioso como a través de las diferentes escuelas se ve a la Luna Negra como un punto maléfico, o bien un punto oscuro.

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Existen muchos productos para limpiezas mágicas personales, como sales, hierbas, perfurmes, lociones, jabones, pero quien desee mejorar personalmente y "limpiarse", "lavarse" de cosas negativas y, en consecuencia, perjudican su estado de ánimo, su psiquismo y su salud, primero ha de fortalecer su ego, su espíritu y su mentalidad si quiere realmente mejorar. No debe confiar única y exclusivamente en los productos de efectos físico.

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Una de las cosas que más nos preocupan junto con el dinero y el amor, es la salud ya que sin ella la vida se hace muy difícil. Para muchas personas la salud es lo más importante pues si tienes salud puedes conseguir lo que quieras.

Antes de iniciar cualquier ritual de salud, resulta importante auto analizarnos, ya que muchas enfermedades son causadas por nuestro estilo de vida. Es conocido, por ejemplo, que los disgustos producen úlceras de estómago; que el estrés afecta al corazón y que la caída del cabello puede ser debida a un estado de agotamiento.

Por ello, es conveniente ponernos en orden primero a nosotros mismos mediante pensamientos positivos y el apreciar nuestro cuerpo por encima de todo.  Se debe recordar que el cuerpo es un reflejo del pensamiento y si equilibramos las energías, todo funcionará mejor.

Tomando en cuenta lo anterior, a continuación se describen algunos rituales.

Este ritual es para todas las personas que se estén recuperando de una enfermedad o tengan algún dolor físico difícil de eliminar.

SE NECESITA:

3 velas: 1 naranja, 1 blanca y 1 verde

1 recipiente para poner las velas

1 foto u objeto personal

1 vaso con agua

Para empezar coloque las 3 velas en forma de triangulo sobre el recipiente. En el centro, sitúe su foto o el objeto personal, a continuación coloque un vaso con agua junto a las velas luego enciéndalas de una en una repitiendo la siguiente oración:

“enciendo esta vela para lograr mi restablecimiento,

deseo recibir pronto la energía sanadora del fuego y descargar

toda la negatividad y el dolor sobre el agua.”

Cuando termine la oración coja el vaso con sus dos manos y tire el agua a un desagüe de la casa para eliminar la energía negativa que le esté afectando. Por último apague las velas con sus dedos y guárdelas hasta que se recupere totalmente.

Este otro ritual debe realizarse en diferentes días dependiendo si lo realiza un hombre o una mujer. Si el ritual se realiza para una mujer, éste deberá llevarse a cabo un día lunes;  sin embargo, si este fuera para un varón, deberá ser un día jueves.

Se necesitan: cinco granos de maíz, una vela roja, papel de color rojo  y un trozo de alcanfor. Pondremos los cinco granos cuales pondremos en un plato, a cuyo costado derecho encenderemos una vela de color roja que deberá arder por una hora en esa posición. En la noche, cuando estés por irte a descansar, coloca el plato bajo tu cama calculando que éste se ubique justo a la altura de tus pies.

A la mañana siguiente, toma un trozo de papel de color rojo y coloca en él los granos y el alcanfor, para posteriormente envolver el contenido y mantenerlo de esa manera durante tres días, al final de los cuales te irás a un lugar lejos de tu casa para arrojarlo.

Gracias al poder que se le asigna al maíz para alejar los males de sus entornos, así como a las excelentes propiedades del alcanfor para cuidar tu salud, podrás disfrutar tranquilamente de una vida plena y con el bienestar deseado.

Para este ritual se necesitan: un espejo, una foto propia, un vaso con agua, una vela blanca, cerillas y una ramita de romero. Para llevarlo a cabo no hace falta esperar a un día determinado de la semana puede realizarse cualquier día. Siempre al amanecer o al anochecer, durante tres días consecutivos, preferiblemente con la luna en fase de cuarto menguante.

Se debe ir a una habitación y ponerse ropa limpia, a ser posible de colores claros, nunca de color negro.  Después se debe tomar una infusión de poleo y menta.  Una vez finalizado, debe decir en voz alta “Bebo esta hierba para aliviar mi dolor.»Â  Mientras se bebe lentamente la infusión, se debe visualizar como el líquido recorre el organismo arrastrando el dolor y la enfermedad.

A continuación, se debe sentar y colocar delante un vaso con el agua, un espejo y la propia foto.  Se debe coger el espejo y mirar intensamente la imagen. Mirar al fondo de los ojos e imaginar que la enfermedad, la angustia y el dolor han quedado atrás. Luego se traspasa la imagen proyectada en el espejo. Liberándose del dolor, de los miedos, de la tristeza. Se debe mirar de nuevo la fotografía y hacer una inspiración profunda. Al espirar, imaginar que se está liberando de todo el dolor que se lleva. Inspirar de nuevo profundamente y, al soltar el aire, meditar sobre el mismo pensamiento: se está arrojando todo el dolor y la enfermedad, inspirar por tercera vez.

En ese momento se goza de un estado de paz y tranquilidad. Encender una vela blanca con una cerilla; hacer una invocación a Dios, a los elementos o al santo de devoción, pidiendo que equilibre el cuerpo y alma. En este momento, se debe tener pensamientos altruistas, imaginando que cuando se recobre la salud se ayudará a quien lo necesite. Incluso se debe pensar que se debe sanar porque hay alguien lo necesita o precisa su ayuda. Colocar una ramita de romero junto a la vela. Tomar la foto y pronunciar estas palabras: “Vuelvo a estar sano y feliz”.

Para finalizar aquí reproducimos un ritual para mejorar y/o mantener nuestra salud, o la de cualquier persona por la que pidamos, en buen estado y perfecta armonía cuerpo-mente. Para fluir dulcemente con la Vida.

Colocaremos dos velas de color verde y un incienso de sándalo, preferiblemente, formando un triángulo. Nos sentaremos y meditaremos atrayendo la mejor energía para la persona que está enferma. Podemos entornar una plegaria (siéntete libre para decir la que tú prefieras o la que en ese momento surja de tu corazón) y luego decir: "Aquí estoy para ayudar a la recuperación de (dices el nombre de la persona)".

Manteniendo tu concentración, levántate, pasa una foto de la persona enferma o de la que desees que conserve un buen estado de salud, por el incienso, mientras dices en voz alta: "Pido a la Diosa (o al Ser Superior) que ayude a (dices el nombre de la persona). Que la salud y la felicidad llenen su vida". Levanta la fotografía y di con energía "Éste es él/ella, por él/ella te pido". Toma la foto entre tus manos e inúndala de energía positiva mientras visualizas a esa persona sana, feliz, alegre.

Posteriormente, dejaremos que las velas se quemen hasta el final y recogemos sus restos y las cenizas del incienso y las enterramos en la profunda tierra. En caso de que no poseas ninguna foto, puedes escribir su nombre en un papel (mejor que conste su nombre completo).

Si no pudieras enterrar los restos del ritual en la tierra, los pondrás en una bolsa de plástico, que anudarás tres veces y la echarás al container más lejano de tu casa, no mirando atrás una vez que la hayas depositado. Si vives cerca del mar, anuda la bolsita y échala al mar porque la sal purifica y se lleva todo lo negativo. Es nuestra gran aliada.

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