Hay personas que poseen en vida el poder de hacer amar un pueblo. Personas cuyo carisma cala en tantos que contraría la indiferencia. Cheo Feliciano es uno de esos cuantos.
Hay personas que poseen en vida el poder de hacer amar un pueblo. Personas cuyo carisma cala en tantos que contraría la indiferencia. Cheo Feliciano es uno de esos cuantos.
Recuerdo a mamá, en las tardes nobles de la cera
bailando con tu música regada de claves y trópicos,
recuerdo el sudor del concierto inolvidable,
“Empezaré a vivir como resucitado”.
Juan Sáez Burgos, sobrino de Julia y poeta de Guajana.
La “sombra blanca”, indeleble, de Julia de Burgos, se cierne, más luz y aire y agua y alegría, que otras cosas, sobre toda la nación puertorriqueña. Para ello nos hemos servido de la aportación y el auxilio de todo un país que, aunque hundido en el pesimismo de la chatarra, echa mano de un vigor inusitado que nace de un poderoso corazón al que Julia de Burgos le ha servido de oportunísima bandera.
1. Lo que digas de un libro revelará más de ti que del texto.
2. La buena literatura es la creación de buenos personajes. El escritor debe convertirse en el mejor de los suyos; claro está, siempre cimentándolo en la autenticidad y en la honestidad.
Que pregunta tan tonta,
claro que te quiero.
Si no te quisiera
que sabría yo de querer?
Había un pueblo que no sabía leer. Todo lo que veían, todo lo que olían, lo saboreaban para entender... su esencia.
Lo tocaban y rompían, lo arreglaban y escupían,... para nacer, acentos en símbolos hechos con palabras de fuego con madera, en sus manos y en sus lenguas; mientras derretían acero para solo endurecerlo. Afilarlo y apuñalarlo. Desangrarlo, acariciarlo… apreciarlo y entenderlo.
¿Cómo no te voy a querer? Que pregunta tan tonta, claro que te quiero. ¿Si no te quisiera