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Vie, Abr

Política

(San Juan, 9:00 a.m.)  Es curioso, pero donde uno entra, entre el Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD), han creado un enjambre de injerencias de fondos federales, que crean y promueven un país de la dependencia económica.   Lo terrible de la situación es que esa dependencia, como bien indican los analista políticos del PNP en los programa radiales de mañana, convierten la relación entre Puerto Rico y los EE.UU. en una normal, toda vez que la misma se basa en recibir fondos en la isla, de ellos. Pero no es normal.  Es otro capítulo más del colonialismo.
En ese mar de la normalidad, entonces, viene uno obligado a preguntarse, ¿por qué migran todos y todas a los EE.UU.?  En particular, ¿por qué se vacía el país de la población local nacional, y la misma es reemplazada por los extranjeros que nos reemplazan? En algo el colonialismo es responsable.  Pero también somos responsables nosotros.
Es momento de terminar con la relación colonial, la cual se construye desde muchas formas. Una de ellas, desde la solicitud, apropiación y utilización de los fondos federales, los cuales a su vez se construyen como la “ayuda” que Washington nos da.  Romper con esto, aunque no sea fácil, debe ser el proyecto.
Por lo tanto, concursar en el proceso electoral, para participar en el proceso electoral, simplemente para administrar los fondos federales, puede ser una forma más de reproducir el orden y lógica colonial. Romper con esto, debe ser una apuesta liberadora y en pro de la independencia. Pensemos.

(San Juan, 12:00 p.m.) La gran crisis política hoy, es que Georgie Navarro (Rep. PNP) quiere retirar su proyecto de ley propuesta, para que en las próximas elecciones se vote por el presidente de los EE.UU. de manera simbólica.  En un país donde la narrativa dominante es la anexión de Puerto Rico a los EE.UU., es de esperarse esta situación.   Navarro, una vez más provocó una crisis dentro de los dos partidos tradicionales dominantes.

La razón del retiro, es que no se cuenta con los fondos de $600,000.00 mil para llevar a cabo esta consulta, por parte de la Comisión Estatal de Elecciones. La crisis, es que tanto los del Partido Nuevo Progresista (PNP) así como los del Partido Popular Democrático (PPD) se oponen.  Ambos desean proseguir con la consulta al electorado, pues se trata de “un derecho constitucional fundamental”.  ¿En serio?

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(San Juan, 1:00 p.m.) Lo mejor de todo es que nos consideramos un pueblo hospitalario, luchador y visionario. Por lo pronto, eso día la campana de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, y su promoción perpetua, “voy turisteando PR”. Pero uno toma en serio de que somos un pueblo luchador, hasta que se encuentra con la sesión de radio del principal programa de análisis político en las mañanas, donde el conductor, Leo Diaz, entrevista a un mono.  Muy serio.  Muy importante lo que tenga que decir el mono.
Mientras, esto ocurre, el senador por el Partido Popular Democrático (PPD), Albert Torres, presentó un proyecto de ley en octubre del año pasado, para celebrar el Dia del Coordinador Profesional de Bodas, Eventos y Protocolo.  Es decir, Puerto Rico entiende, de haber sido aprobado esta resolución, que la coordinación de bodas, eventos y protocolos, es un algo de alto nivel. Es patriótico.  ¿En serio?
Escuchar el principal programa del día, el cual es un megáfono de los intereses del PNP, es validar un programa que reduce al pueblo de Puerto Rico a un mono, chimpancé o mandril, a través del cual el conductor nos interpreta.  Lo interesante es que se trata de una mirada del PNP de como el pueblo de Puerto Rico siente y piensa.  Pero de igual forma, cuando el Senado de Puerto Rico, pasa una resolución, no puede ser por cualquier evento, sobre todo que uno intenta entender como el principal  partido de oposición, el PPD, se sumerge a celebrar y reconocer el “Dia Nacional de las Bodas” por vía de su coordinador. Es curioso, pero nadie ha preguntado si la gente aún se casa en Puerto Rico.
¿Ante este cuadro qué nos queda? Nos queda repensar el país para plantearlo con algún tipo de seriedad social. Mientras los monos dirijan los programas radiales de la hora pico, o celebremos al coordinador de una boda, este país no tiene mucho futuro.  Es momento de cambiar. Pensar.

(San Juan, 1:00 p.m.) Puerto Rico se fundó dentro de las murallas de la Isleta de San Juan.  Fuera de las murallas quedaba la “isla”.  Dentro de las murallas, todo era libre albedrio, alegría y mas que nada bienestar. Esto según la lógica de la iglesia católica y los feligreses que vivían amurallados. Ahora bien, ¿Cómo explicar la masacre de cinco personas en Toa Baja, donde el convicto federa Félix El Cano Delgado, era el dueño administrador?

Es curioso, pero desde su fundación en el 1967, el Partido Nuevo Progresista ha estado asociado a actividades delictivas. La primera generación de activistas, que ayudaron en la fundación de dicho partido, se asociaban de forma cuestionable en las actividades delictivas del país.  Muchos de ellos, hoy desaparecidos de la política isleña, fueron agresores de activistas del movimiento independentista. Para ellos, las murallas o su falta, los ayudo a llegar al poder.

Ante este cuadro del PNP, donde el Canito Delgado, convicto federal aunque no sentenciado, se vincula en un negocio en la “frontera” entre el bajo mundo y el nuevo mundo. Este era dueño de un negocio y lo administraba, que hubo indicaciones de estar vinculado al narcotráfico. Por ende, para los que se crearon fuera de las murallas, no hay diferencia entre los mundos de la legalidad e ilegalidades.

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(San Juan, 1:00 p.m.) Eliezer Molina nos recuerda algo: la importancia de seguir luchando a partir de los radicalismos. Si tiene razón o no desconocemos. Pero luchar, es importante.  De eso trata su ejercicio. De seguir luchando por un país con otro tipo de democracia, que no es la que tenemos hoy.
Su comparecencia al Tribunal de Primera Instancia para impugnar el proceso de exclusión por el cual ha sido alejado de su candidatura de forma independiente al Senado de Puerto Rico, nos permite explorar su concepto de democracia. Para él, haberlo excluido por razones de no haber dado unos documentos, no es suficiente ni adecuado. Es antidemocrático, según él alega.
Ante este cuadro, nos tenemos que plantear algo más interesante: ¿Por qué en un territorio colonial, es solo Eliezer Molina el que plantea la insuficiencia democrática de nuestro ordenamiento social?  Esto es lo más curioso de todo, que el resto de la población y de los partidos políticos, lo ve todo como que bien.  La democracia es un ejercicio continuo por la inclusión, y realmente hablando que solo sea Eliezer Molina el que lo plantea, nos preocupa.  El silencio del resto, sobre todo los que cuestionan el orden colonial, nos preocupa más.
Habrá que prestarle atención a la vista de Eliezer Molina hoy.  Desconocemos como habrá de decidir el tribunal. Lo que si nos interesa es pensar que pase lo que pase, el debate en torno a una vida más democrática no debe de terminar.  Vivir en una colonia, sin soberanía e independencia nacional, es un acto completamente antidemocrático.  Pensemos.

[San Juan, 1:00 p.m.) Nadie tiene dudas de que Puerto Rico es una colonia.  De lo que se tiene dudas, es de qué tipo es esta colonia. Así las cosas, En los últimos 126 años, hemos pasado por todas formas de colonialismo, quedándonos siempre en la relación colonial. En este momento de año electoral, la presencia de múltiples fuerzas políticas, nos hacen pensar, si habremos de superar la condición colonial. El problema es que los únicos que hoy hablan de descolonización, son las fuerzas estadistas, a su estilo, promoviendo la incorporación permanente de Puerto Rico a los EE.UU.
Es momento de retomar la conversación de la independencia. Es momento de volver a nombrar la colonia de lo que es, un territorio colonial neoclásico. Pero más que nada, es momento de denunciar y enunciar en todo momento, que la presencia de los EE.UU. en Puerto Rico, con todos los niveles de apoyo que la misma pueda tener, no es aceptable.  Es momento de rupturas.
Ante la ausencia de las rupturas, y escuchando los programas radiales promovidos por el Partido Nuevo Progresista (PNP) diariamente en la radio boricua, uno se hace la pregunta, de si lo que nos queda es mayor injerencia de Washington o el arrepentimiento.  Es decir, resignarnos que la presencia de ellos es a perpetuidad.
Esto se dice, pues no es posible para muchos en esta colonia de su propio tipo, sui generis, pensar la vida sin Washington. Es patético, pero ahí estamos. ¿Podríamos terminar la relación colonial? Pensemos.

(San Juan, 9:00 a.m.) En medio de un país caótico, y de un poder colonial, los EE.UU., convulsionando, Puerto Rico intenta ser racional. Esto se dice pronto, pero en medio de todos los líos nacionales, la comisionada Jenniffer González, da a luz mellizos, el pasado viernes, y eso se convierte en la noticia nacional.  ¿En serio?  Es un país que habría que rescatarlo de los atentados mediáticos que nos dirigen continuamente al entretenimiento. Esto en nada nos ayuda a vivir más democráticamente.  Nos margina, en todo caso.
Los debates en torno a mayor democracia se están dando en casi todos los países del planeta. Desde Afganistán, hasta los EE.UU., todo el mundo implora vivir en un país con calidad de vida, en el cual la corrupción sea un problema menor, y donde los dineros que se aportan a los recaudos públicos, se utilicen de forma inteligente a favor de la población.  Pero estos reclamos, se confunden en el territorio de Puerto Rico ante la condición colonial, la cual también es un ejercicio continuo de falta de democracia.
Por lo tanto, el país duro y puro, le interesa saber que pasa con las playas; si salimos ya o aun no de la quiebra y cuándo se va la Junta de Supervisión Fiscal del país, la cual está próxima a cumplir una década sobre nosotros; y sobre todas las cosas, a la gente le interesa saber cómo redefinir la relación colonial con los EE.UU., sin más colonialismo.
Pero todo esto para recordar, que los hijos de la comisionada residente, no son una historia de país; que el matrimonio del gobernador de turno, no es un asunto de país; y más aún, que el reguetón por más que nos guste bailarlo, la vida y obra de sus talentos, no es un asunto de país. ¡Ojo con el entretenimiento! Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Hay un refrán popular que dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo.  Los partidos políticos históricos, el Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP), tal parece que tienen amarrada las próximas elecciones por su manejo del Código Electoral del país. Mientras el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), quien no es parte de esa vieja escuela, pese a haber sido fundado en el 1946,  sabe cumplir con el código en discusión, pese a sus diferencias con los otros partidos. El resto, entre partidos nuevos y emergentes o candidatos independientes, yace el problema.

Al final de la jornada de apertura, 43 candidatos independientes se habían propuesto para las elecciones del 2024.  Esos radicaron sus papeles el 2 de enero.  Luego entraban ciertos términos, y todo indica que no cumplieron. Hoy, al vencimiento del segundo termino para cumplir con los requisitos de participación, solo quedan ocho candidatos independiente corriendo. El resto, desaparecieron. 

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