Economía Solidaria

San Juan- El ministro de Justicia, César Miranda, anunció ayer un recurso ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos para que declare constitucional la ley que permitiría a las corporaciones públicas de Puerto Rico reestructurar sus deudas.

El uso de robots en cadenas de comida rápida podría ser una realidad en el futuro no tan lejano en momentos en que los salarios mínimos a través de los Estados Unidos van en alza.

Lo cierto es que nadie invitó a España a tomar control sobre la isla de Borikén y, más aún, nadie invitó a EE. UU. a invadirnos militarmente y luego tomar control de nuestro país. Los eventos de 1493 para España y 1898 para EE. UU. fueron actos forzados contrario a la voluntad de los que aquí vivían. Ese es el detalle, que de forma inicial, los indígenas taínos no aceptaron la presencia de los foráneos. Tuvieron, no obstante, que someterse por la violencia. De igual forma, en el 1898, los criollos boricuas no contemplaban que su vida habría de ser comandada por Washington, por lo cual también llegaron por la fuerza. El colonialismo en Puerto Rico en sus dos momentos ha sido uno de entrada violenta, pese a que luego crearon sus mecanismos locales de acomodo.

El colonialismo es un crimen contra el pueblo y su gente. Esto es reconocido por la Comunidad Internacional. Sí se comete un crimen, es un derecho que quien lo sufre se le compense, en la medida que sea posible, por los impactos del crimen. Así ocurre con los pueblos que han sido colonizados e impactados por el coloniaje.

Sobre mil doscientos delegados(as), líderes y activistas se dieron cita para participar en la Asamblea de Organizaciones Sindicales, que tuvo lugar el pasado sábado 22 de agosto en el pequeño coliseo Pedrín Zorrilla, en San Juan.

Cuando una persona profesa realidades que nos incluyen a todos aun cuando no compartamos ideologías religiosas o políticas, podemos decir que se trata de un sujeto que habla para las masas, que sabe reconocer y aceptar las diferencias, y que antepone la calidad de vida del ser humano antes que cualquier otro interés.

Siempre me han llamado la atención los patrones de consumo que seguimos en nuestro diario vivir. Indudablemente, esos hábitos reflejan, de alguna forma, la manera en la que encaramos nuestras necesidades y también nuestros gustos y antojos, además de visibilizar nuestra relación social con el dinero y con el concepto de adquisición.

Aunque no lo creas, esta sequía tiene sus beneficios. Déjame contarte algo. Aparte de no tener que sacar tiempo para limpiar el carro o bajar la “trastera” interminable, esta sequía hace palpable lo vital que es tener a nuestro alcance los recursos básicos necesarios para lograr una calidad de vida agradable. Y en una sociedad que se le hace difícil reconocer que todo tiene su límite, es bueno, de vez en cuando, toparnos con lo que pensamos ser tan inconcebible -el fin de los recursos que sostienen este despilfarro. Y mientras muchos ya van para casi tres meses de racionamiento, a otros, como a mí, no nos ha tocado sufrir ni un solo día de esto.