(San Juan, 10:00 a.m.) Justo al cumplirse este marzo quince años de que fuese destruida la estabilidad del sistema de servicio público, el entonces secretario del Trabajo y ahora alcalde de San Juan, Miguel Romero, comienza a enfrentar una cita con el juicio de la historia por las decenas de miles de trabajadores que ayudó a echar a la calle.
El proceso comenzó con el inicio el pasado domingo de la campaña de una potente alianza del Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño por la supremacía política en la capital.
El blanco local de esa campaña es desalojar del poder al alcalde Romero, pero, en términos más amplios quebrar el dominio de los dos partidos principales de esta colonia para “rescatar el Puerto Rico que nos queda”
La frase sobre “rescatar” fue usada por la abogada laboral y candidata al senado Rosa Seguí, quien cumplió la función de presentadora y llamó a la tarima a Juan Dalmau, candidato a la gobernación por el PIP, y, a Manuel Natal, candidato a alcalde por el MVC. El acto político se llevó a cabo en las ruinas restauradas del Teatro Paradise, que fuera ícono de la agenda de progreso de los años cuarenta.
Natal era apenas un bebé cuando cerró el Paradise y ayer se alzó en la tribuna de las ruinas restauradas por luchadores de la vecindad, para anunciar su programa político, ante un público entusiasta de cientos de seguidores. Explicó que se trata de luchar contra la corrupción, retomar los lugares públicos para desplazar a criminalidad, educación, desarrollo económico y vivienda sustentable, para que puedan regresar al país los que emigraron “y los que estamos aquí, no tengamos que irnos”.
El también coordinador general del MVC planteó que “no es posible Puerto Rico sin los puertorriqueños” y que para eso es necesario que, un nuevo indicador, con el que “la calidad de vida se mida por la felicidad”.