El poder incalculable de empoderar y concienciar a la sociedad sobre la diversidad del mundo que ofrece la literatura es incuestionable. Los libros nos ayudan a visibilizarnos, nos dan voz y sirven de plataforma para dar a conocer nuestras historias. También nos hacen pensar, y nos educan, en cierto modo, sobre temas y aspectos que nunca nos habíamos planteado.
Los libros son un patrimonio cultural inmaterial de primer orden y juegan un papel dentro del activismo tan importante como las manifestaciones o las leyes. Que podamos escribir y publicar libros de temática LGBTTQ+, y que estos sean comprados y leídos, es un símbolo de progreso y avance social.