Aunque no soy aficionado a los videojuegos, la nueva película de Steven Spielberg, Ready player one, me fascinó. Tampoco soy amigo de los finales demasiado predecibles, que es lo único que podría reprocharle a este regreso de Spielberg a la ciencia ficción después de varias películas de tono serio.
Ready player one logra buen balance entre la historia virtual y la real con un despliegue impresionante de efectos visuales y un diseño cinematográfico espectacular.