Cine Caribe

La historia de los EE.UU. se habrá de dividir en dos parte que a su vez determina el antes y el después. Por un lado, la guerra civil de 1861; y de otra parte la elección del primer presidente afroamericano, en este caso Barack Obama en el 2008. En el ínterin se viven capítulos muy interesantes de la vida política por la igualdad racial y de la ciudadanía de los históricamente victimizados o excluidos. En este caso, los negros de dicho país, quienes fungieron como población esclavizada durante el Siglo 18 y 19.

La película Marshall (Dir. Reginald Hudlin, EE.UU., 2017) es parte de esos capítulos que se escribieron en el período entre el 1861 y el 2008. La misma narra la vida, parte de la obra, y el ascenso del primer juez a la Corte Suprema de los EE.UU. de ascendencia afroamericana. Se trata de la vida e historia de Thurgood Marshall (Chadwick Boseman).

Si a usted le gusta el cine que le causa ansiedad, no vaya a ver Kidnap (Dir. Luis Prieto, EE.UU., 2017). Bajo la sombra de este filme, que abrió en cartelera boricua el pasado jueves, usted tiene que “fumarse” 1.40 minutos de una persecución infernal entre la madre Karla Dayson (Halle Berry) y su hijo secuestrado, Frankie (Sage Correa). Es una película que le produce ansiedad.

Basura con poder, los que viven del mal ajeno

Que la justicia se les meta en la comida y en el aire

de su estilo de vida

Una de las películas más exitosas, en cuanto al pago de boletos se refiere, en la historia de Puerto Rico, ha vuelto a ser re-editada, parcialmente re-filmada. Se trata de Broche de Oro (Dir. Raúl Marchan, Puerto Rico, 2017). La versión original, había sido presentada hace unos años, y dado su éxito “taquillero”, los productores, Francés Lausell y Joe Ramos, junto a Marchand, pensaron que un re-mix,, como se llama en la industria de entretenimiento a un “lavado de cara”, volvieron a relanzar no una segunda parte, sino una primera parte re-pensada. Extraña idea, pero la vida en los trópicos nunca ha sido normal.

Nuevamente, el hijo, Carlos Fonseca, deja al padre en el hogar de envejecientes que queda ubicado en algún sitio entre el Viejo San Juan, y la parada 24 en Santurce. Allí el padre, quien en la primera versión había muerto al final, ahora está vivo y comparte cuarto con los dos amigos de la primera versión, Adrián García y Diego de la Texera. Pero se le unen varios personajes femeninos, con un comportamiento libidinal que no corresponde a la edad. Entre otras se destaca Charytin Goyco.

Sí, hay futuro luego del huracán María. También hay cines. También hay grandes películas aún por verse, aún por filmarse. Blande Runner 2049, es una grata sorpresa luego de que María nos acariciara con vientos de sobre 100 millas por hora, y dejará el país en “cantos”. Entonces, sin centros comerciales abiertos, sin cines que pudieran sostener de forma autónoma una carga eléctrica para mostrar los filmes en cartelera, se dan milagros. Un centro comercial que logra mantenerse abierto después de las seis de la tarde, y una película que, ante casa llena, podemos ver. Blade Runner (Dir. Denis Villenueve, EE.UU., 2017) es casi casi, un milagro para el Puerto Rico post-holocausto 2017.

Para los amanes del género de ciencia ficción, el referente más importante del siglo XX lo fue Blade Runner 2019 (Dir. Rigdley Scott, EE.UU., 1982/1992). Posiblemente la única película en la historia de la humanidad que tuvo seis versiones, entre 1980 y 2007. No obstante, ante pedidos de los fieles, los que siguen el cine culto (cult), se comenzó a barajar hace unos años hacer una película adicional. En este caso, no una secuela, sino una segunda parte. Blade Runner 2049, opera como una segunda parte a la versión original.

Hace días que llevo en mi mente una frase popular, que me da vueltas y vueltas, “el último que apague la luz”. Es patético, pero hablar de la quiebra financiera del gobierno de Puerto Rico, esa que ronda los $72 mil millones de deuda principal, sin intereses, nos pone en el crudo manifiesto de preguntarnos, ¿quién es el responsable de que estemos atravesando por esta situación? La lógica judeo-cristiana siempre nos lleva a pensar, y a buscar, a un/a “pecador/a”. De eso se trata este momento, de preguntarnos, quien es el responsable. La pregunta, aún más problemática, sería, una vez sepa quién es el/la “pecador/a”, ¿qué hago con esa persona?”.

Eduardo “Transfor” Ortiz la ha vuelto a poner en la China. Ahora nos presenta su más reciente trabajo, Vico C la vida del filósofo (Dir. Eduardo Ortiz, Puerto Rico, 2017), la cual está en cartelera en todos los cines de la isla. Ortiz, con siete películas realizadas en los pasados 10 años de su carrera, varias de ellas las más taquilleras en la historia de Puerto Rico, es hoy un cineasta que cruza por un momento de mucha madurez fílmica, combinado con un olfato de lo que el cine boricua necesita hoy.

Se trata del primer largometraje de Carla Cavina (N.1975) cineasta boricua quien, en esta su opera prima, nos presenta un interesante filme del Puerto Rico de hoy/ayer. Extra Terrestres (Dir. Carla Cavina, Puerto Rico, 2017), es un homenaje póstumo a la familia Álvarez de Aibonito, fundadoras de la empresa Pollos Picú en la década de 1970, piedra fundacional de la agro-industria boricua.