Cine Caribe

Pocas veces le ponemos atención a la trayectoria fílmica de los directores de película. Eso es una norma. Vemos una película nos gusta, y hablamos de la película, no hablamos del director de la misma. Esto no es el caso ante la figura del laureado director de cine Robert Zemeckis. Ante su desarrollo y trasfondo profesional, siempre hay que detenerse. Hoy es uno de los directores de cine de Hollywood más cotizados, entre otras cosas por su sentido de perfección cinematográfica.

Bueno, sin lugar a dudas Tom Hanks es un actor con suerte. No sólo es un gran actor, sino que le llegan a sus manos libretos, participación en películas y sobre todo, películas serializadas que son un éxito. Esto ha sido su caso en la serie de novelas del profesor de matemáticas de los EE.UU., Dan Brown. Ahora en su tercera realización, y bajo el personaje del Dr. Robert Langdon, Hanks nos presenta Inferno (Dir. Ron Howard, EE.UU., 2016).

Tom Cruise, con perdón de muchos, es uno de los actores más cotizados de Hollywood. Tiene a su haber sus filmes de gloria que trascienden, como a su vez ha trabajado en filmes que han sido un desastre.

Hay actores que viven “quedaós” en un personaje. Esto parece que es la vida de Jason Statham, quien se ha quedado, película tras película, en el mismo personaje: un exmilitar todo terreno, que puede hacer lo imposible por lograr su cometido de asesinar a sus contrarios. Terrible, pero así es.

Su más reciente película en Puerto Rico, Mechanic Resurrection (Dir. Dennis Gansel, EE.UU., 2016) es una vez más el mismo personaje, en la misma trama. Lo único, que en esta tiene la suerte, Statham, que su personaje Arthur Bishop, asesinó a sobre 100 personas, y no fue nunca acusado, y peor aún, pudo vivir en la impunidad de forma placentera.

Ir al cine siempre es en diálogo con nuestro contexto social. Las pasadas elecciones generales de Puerto Rico, del 8 de noviembre, dejaron a muchos estremecidos ante los cambios en los comportamientos electorales. Candidatos independientes, hombres y mujeres, obtuvieron más votos, que los partidos de mayoría. Esto sin no dejar de mencionar, a los partidos tradicionales que luchan por la independencia y la justicia social.

El buen cine, es siempre bueno. Curiosamente, muchas películas que son profundamente importante versan en torno a la imagen del “juicio”. Es figura foucaultiana de la mesa donde nos sentamos a dilucidar el bien del mal. El más reciente filme puesto en escena en Puerto Rico sobre un juicio es Denial (Dir. Mick Jackson, Reino Unido/EE.UU., 2016).

Inspirado en el libro de la historiadora judía-estadounidense Deborah A. Lipstadt, History on trial: my day in court with holocaust denier, se trata de un guión adaptado por David Hare. La película, transcurre, fundamentalmente, de forma lenta, en la preparación de los argumentos jurídicos de lo que sería un día en corte, en un pleito entre los abogados de Lipstadt y el historiador libre pensador David Irving.

Seguimos pensando que el país llamado EE.UU., es decir el coloso del norte, se fundó un día al son de vaqueros e indios. En este meta-relato, los colonizadores de dicho país son vaqueros. Pero realmente hablando, estereotipar a la nación de los EE.UU. de esta forma es un sin sentido.

En las pasadas semanas hemos tenido una "cosecha" de filmes realizados en Puerto Rico, que nos debe motivar a todos y todas, a volver al cine a ver lo local. Entre otras, hoy destacamos "Pepo pal senado" (Dir. Raúl García, Puerto Rico, 2016).