El cine dominicano hoy por hoy logra encarnar una mirada de un Caribe lleno de música, diversidad racial, un sentido de cultura popular, como ningún otro cine en la región lo logra hacer. Para el valor económico del cine, es decir una industria al servicio de la producción de más riqueza económica, el cine dominicano ha logrado crear una fórmula que nadie en el Caribe, e inclusive en el continente latinoamericano, ha logrado hacer. En esta medida, para la industria cinematográfica de países emergentes no dominantes, el cine dominicano se asemeja como industria más al cine de Hong Kong y de la India. Es un cine, que ha creado una formula, se reproduce continuamente, tiene las destrezas del manejo técnico de su producción. Aunque, debo aclarar, lo más importante de este cine caribeño es el hecho de haber creado una fórmula masificada de hacer cine.
Cine Caribe
Life´s a breeze … Más que un suspiro, la vida es una tombola.
Corazón de León o vivir más allá de los prejuicios
Non stop o la adrenalina a mil en tiempos de terrorismo aeroespacial
Non stop es literalmente hablando una película más de Hollywood. Dirigida por un catalán (Dir. Jaume Collet-Serra, EE.UU, 2014), que le imparte un sabor y estética diferente, entonces la película comienza a sentirse distinta. Pero luego la actuación de Liam Neeson, quien interpreta a un policía aéreo que aborda un vuelo de Nueva York a Londres, entonces toda la película asume una mirada distinta.
Divergent: fin a las castas y también a las facciones… seamos libres
Dirvegent (Dir. Neil Burger, EE. UU., 2014) es un filme basado en la obra de la novelista norteamericana Veronica Roth, quien a su vez es la guionista de la película. Se trata de una película de ciencia ficción, allá en el futuro donde todo es diferente, y transita en la ciudad postapocalíptica de Chicago. Es el futuro, donde para evitar las guerras nos han clasificado en facciones, a los poquitos que quedamos. Como toda buena película que pregona el futuro, los que se salvaron del gran apocalipsis fueron fundamentalmente los blancos. Nada de boricuas ni negros en Chicago. Salvo uno que otro negro, el resto son blancos y caucásicos. Aquí yace siempre el problema de cuando intentamos contar el futuro, de forma naive o soáve, y se nos olvidan las complejidades de la vida.
PRIMAVERA EN MIAMI CON UNA ESQUINA ROTA
La Gran Belleza – incomprensible homilía en tiempos post-modernos
Pompeii, cuando los esclavos cuentan la historia todo es diferente
Pompeii es una gran historia de cómo les iba a los esclavos durante el imperio romano. La historia se cuenta a través del filme del mismo nombre (Dir. Paul W.S. Anderson, USA, 2014), en la cual dos esclavos, Milo (Kit Harrington) y Atticus (Adewale Akinnuoye-Agbaje) se encuentran en el mismo calabozo, el cual es de facto un corredor de la muerte. Ambos esclavos eran, realmente hablando, objetos del deseo de la cultura romana, y servían como gladiadores. Mientras ganaran las peleas, podían seguir contando la historia. Más aun, podían aspirar a su libertad.