Historia
Un Pimiento
Jerusalén – una capital en el mediano oriente cuestionada
En días recientes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump hizo público su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, por lo que su embajada sería trasladada próximamente desde Tel Aviv a dicha ciudad. La decisión del presidente estadounidense se produce apenas unos días después de que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y su presidente Vladimir Putin anunciaran que, junto a las Fuerzas Armadas de la República Árabe Socialista Siria, los últimos reductos ubicados a ambas márgenes del Río Éufrates en poder del Estado Islámico, habían sido aniquilados.
El triunfo militar sirio-ruso, destruyendo la capacidad operativa principal de ISIS y la captura de sus últimos bastiones territoriales en suelo sirio, representan un duro revés para Estados Unidos, sus aliados de la Unión Europea, para algunas monarquías árabes de la región e Israel. Fueron estos países los que amamantaron esta criatura surgida del seno de Al Qaeda y del terrorismo fundamentalista islámico internacional.
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La bomba, baluarte libertario de la africanía puertorriqueña
Repican los tambores, se agitan los vuelos de las faldas, se doblan las rodillas y se mueven las caderas. Las manos danzan al ritmo de la madre África. La memoria evoca sentimientos, arrullos, ternuras, corazones que laten y ojos que lloran por la pérdida de la libertad. Detrás de la alegría está oculto el dolor de los seres amados que no se volverán a ver, la lejanía de la patria, la humillación de las cadenas opresoras y la sangre vertida que clama por justicia.
Al baile lo llamamos bomba. Sin embargo el ritmo es relicario de alma negra adolorida y ensangrentada. La bomba es la oración a los dioses tutelares cantada por sus hijos emigrantes forzados. Es sudor de hombres y mujeres que en medio de la desesperanza, del dolor agónico de la deshumanización permanecieron firmes a sus principios, aprendieron a jugar el juego de la fusta del capataz blanco y se burlaron de sus amos manteniendo su identidad cultural y sus creencias solapadas entre padres nuestros y ave marías.
La bomba es la historia de la africanía puertorriqueña.